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La ‘angustia por baterías descargadas a mitad del camino’ es real, deben creernos. Es una fuente de estrés urbano de recientísima aparición. Y en esta redacción fue conocida de primera mano hace más de un año. No entraremos en detalles vergonzosos; solo diremos que la historia involucró a un BMW i3 sin rango extendido, la autopista a Toluca y osadía en exceso.
Y es casi un símbolo, un reflejo afortunado, pero en el mismo escenario, en esa misma autopista, acabamos de aprender que ese tipo de angustia ya no es obligatoria en un auto de propulsión totalmente eléctrica. Lo descubrimos tras el volante del Chevrolet Bolt EV.
Un tremendo hype ha acompañado a este auto. También algo de confusión. Lo resolveremos rápidamente: es un auto del todo diferente al Volt, el cual, desde un punto de vista estricto, es un híbrido de rango extendido (su motor de gasolina no es propulsor). Aunque el Bolt EV no es la evolución como producto del Volt, algunas lecciones tecnológicas bien aprendidas en este último se aplicaron en el diseño del primero. Sobre todo, en el renglón de la ergonomía y el espacio interior. El Bolt EV es monovolumen con algunos toques de hatchback . O sea, se planta y se presenta como un auto familiar para cinco personas, pero con una leve vocación de diversión, una invitación al manejo dinámico.
Muy revelador: el piso es completamente plano. La sensación de holgura para los pasajeros de atrás no tiene comparación. ¿Cómo se logró eso? Las baterías dispuestas en bandeja (los módulos que almacenan la energía) se extienden a casi todo lo largo y ancho del chasís. De hecho, forman parte estructural del propio chasís. La rigidez se incrementa y el centro de gravedad queda bien abajo, un par de rasgos importantes para la estabilidad a altas velocidades, en carretera. Eso no es teoría: lo notamos camino a Toluca.
Las cifras mágicas. ¿Qué tan altas velocidades? La máxima del Bolt EV: 140 km/h (ya a unos 120 km/h es víctima de los vientos cruzados, aunque nada dramático ). Vamos a demorar un poco más la revelación de la otra gran cifra que estás esperando, para explicar el mérito. No hay nada que arruine más el consumo promedio, en cualquier tipo de auto, que una velocidad superior a los 100 km/h. La fricción del aire exige cada vez más y más entrega de energía para mantener el ritmo o aumentarlo. Pues bien, en esas condiciones, tras un recorrido de 116 km (de Polanco a Metepec, ida y vuelta), terminamos con una autonomía de, al menos, ¡263 km!
¿Por qué decimos “al menos”? Lo más notorio en el tablero de intrumentos de este auto es una curiosa gráfica de autonomía máxima, mínima y una nominal, es decir, un cálculo a partir de las condiciones de manejo instantáneas. Esta manera de mostrar la información, Chevrolet la llama ‘rango de confianza’.
La autonomía promedio del Bolt EV es de maravillosos 380 km . Pongámoslo en perpectiva. Su más fiel antecedente, el Spark EV de hace apenas dos años, tenía una autonomía de 132 km por carga completa. La magia está en las baterías de ion de litio con capacidad de 60 kWh, que no solo son compactas, como ya mencionamos, sino que se aprovechan de una química evolucionada.
Además de la grafiquita del rango de autonomía, hay otros detalles que revelan una intención didáctica en este auto, como si quisiera reeducar a los conductores para un futuro cero emisiones. En la transmisión se puede seleccionar un modo llamado Regen on demand, que se encarga de simular la inercia de un auto a gasolina cuando se deja de acelerar (en oposición al efecto de los frenos regenerativos, común en los autos eléctricos). Todo para que los recién convertidos a las bondades eléctricas no se saquen de onda.
ESPECIFICACIONES
POTENCIA 200 hp (149 kW)
TORQUE266 libras-pie
ACELERACIÓN 6.5 segundos de 0 a 100 km/h
AUTONOMÍA 380 km por carga completa
PRECIO $696,100
