Chicago, Illinois.— La imagen de un auto deportivo Tesla piloteado por un maniquí con un traje espacial llamado Starman que orbita la Tierra es, por decir lo menos, surreal. No obstante, eso logró la empresa SpaceX con el lanzamiento del cohete más poderoso del mundo, el Falcon Heavy.

En el acto mercadotécnico más sobresaliente quizá de la historia, Elon Musk, dueño de las empresas Tesla y SpaceX, demostró que su nuevo cohete puede elevarse con una carga de hasta 63 mil kg. Y qué mejor forma de restregar el éxito que usando como carga su auto eléctrico Roadster.

Los científicos tradicionales dirán que la estrategia fue una payasada adolescente, que nada tiene que ver con la ciencia. Pues bien, durante el lanzamiento se escuchaba la ovación de los trabajadores de SpaceX mientras el cohete seguía su paso hacia el vacío del espacio. Eran los gritos de profesionales muy jóvenes, varios latinos entre ellos, que vitoreaban un logro científico igual que celebran una anotación en el Súper Tazón.

Al alcanzar la altitud deseada, SpaceX transmitió imágenes en vivo de Starman a bordo del Tesla rojo. La imagen más pura y nítida de nuestro planeta como fondo de una postal que insertó el factor cool al evento.

Creo que la lección de esta experiencia es que debemos encontrar métodos que interesen a nuestros niños y jóvenes en temas complicados, pero vitales en nuestra sociedad. Las carreras en Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, conocidas por su acrónimo en inglés como STEM, serán las que ofrezcan empleos con futuro y buenos salarios. Estos estudios prometen ingresos promedio de 38 dólares la hora, mientras que otras ocupaciones sólo 19, así como anticipan un nivel de ocupación de 93 por ciento entre sus egresados.

Si la enseñanza de las ciencias exactas continúa forzando a los chicos a memorizar datos para aprobar un examen, quizá no despierte el interés de las nuevas generaciones. Por el contrario, las carreras STEM deben ser impartidas explicando la vinculación entre los resultados prácticos que ofrecen y el estudio.

Para documentar algunos avances chidos producto de la exploración espacial tenemos el GPS y las cámaras diminutas que usamos en el celular para tomar un selfie o buscar una dirección. También, el desarrollo de imágenes digitales llevó a la creación de la tecnología hoy aplicada en las tomografías. Un avance que permite diagnósticos médicos que salva millones de vidas.

Muchos detractores dijeron que Elon Musk no sabía lo que hacia con su empresa SpaceX. En ocasiones sus cohetes fracasaron dando argumentos a sus críticos. No obstante, perseveró y ahora lanzó el cohete más poderoso del mundo, y lo hizo a un costo bajísimo equivalente al 7% del dinero que costaría hoy lanzar un cohete Saturno V —vehículo que puso al hombre a la luna.

Sé que la bomba publicitaria de Musk lo posiciona para competir en el lucrativo mercado de colocar satélites en orbita, reabastecer la Estación Espacial Internacional y lanzar una misión tripulada a Marte. El tipo no se dedica a las caridades, no obstante, ha demostrado al mundo que la innovación es posible a un costo muy bajo —relativamente hablando.

Nuestros jóvenes también pueden ir al volante de autos atractivos y avanzar hacia un futuro sin limites. Pero es necesario contar con programas educativos que incentiven su curiosidad intelectual para que disfruten la experiencia en las aulas.

Las carreras STEM son una opción excelente para desarrollar el capital humano del mañana. Con decisiones inteligentes los niños y jóvenes de hoy cambiarán el mundo y alcanzarán las estrellas, justo como lo hizo Starman.


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