Sin distanciamiento social, el estadio Kraken recibió a la afición por una sola entrada general y entorpeció los protocolos sanitarios de la

El único acceso al recinto sinaloense se ubica sobre la avenida Munich, una logística que provoca un embotellamiento y se pierden las medidas sanitarias para prevenir contagios de Covid-19.

Miles de personas

frenaron su entrada al estadio, debido a esta situación. De los dos sentidos, la avenida fue utilizada como parte de largas filas, llena de camisetas rojiblancas —en su mayoría— y púrpuras. Además de que los elementos de seguridad fueron rebasados por la cantidad de fanáticos que asistieron este sábado por la noche.

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El club recibió permiso de abrir sus puertas para el 50% de su aforo, alrededor de 9 mil 469 aficionados. En su comunicado, el Mazatlán solicitó el distanciamiento social de 1.5 metros por persona, primer punto del protocolo que se rompió.

Elementos de seguridad municipal detuvieron a cualquier fanático que fuera encontrado con bebidas alcohólicas, aunque la mayoría burlo a la policía y tiró sus botellas o latas sobre la avenida en la que se ubica el estadio.

El amontonamiento incrementó y la gente se desesperó por momentos, ya que los minutos para el silbatazo inicial se agotaban. Varios esperaron hasta una hora para acceder.

La presencia de un grande de la Liga MX como el Guadalajara desnudó las deficiencias de este nuevo estadio, que todavía le falta recibir al América.

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