El viernes pasado, durante el último inning del encuentro entre los Diablos Rojos del México y los Leones de Yucatán una pelota de faul que un aficionado trató de quedarse con ella, desató la furia de un trabajador del cuerpo de seguridad del estadio, que son conocidos como Lobos.

Luis Fernando Martínez Jasso de 18 años de edad, se encontraba en la zona Berna, se pegó a la barda y al querer agarrar la esférica, cayó dentro del terreno de juego. En segundos Fernando se reincorporó y regresó a la tribuna.

Su padre, Fernando Martínez Hernández cuenta que al regresar a la zona donde habían comprado sus boletos, “se acerca los de seguridad y uno le llama la atención pero otro llega y lo empieza a amagar con violencia del brazo y le dice que lo va a remitir a la autoridad por haber invadido el campo. Yo me acerqué y le dije que tomara un criterio y que esto había sido accidentalmente lo cual el empezó a empujarme”.

En unos cuantos minutos, el personal de seguridad se multiplicó junto con policías auxiliares que según narran, mostraron prepotencia y violencia, lo que desencadenó en una gresca.

Producto de la pelea, Roberto Cruz Sánchez resultó con mordidas en el pecho.

“ Yo creo qué hubo exceso de prepotencia y violencia si bien ellos pueden ejercer el orden. Lo están haciendo con violencia. En ningún momento se le agredió no se le insultó. Todo lo contrario se le pidió que fuera ecuánime y empático. Pero no mostró más que prepotencia. Deben instruirse”, declaró Fernando Martínez.

Por el nerviosismo de de la situación, no quisieron levantar una denuncia por brutalidad.

Ellos, no han sido los únicos aficionado que se han quejado de la forma en la que son tratados por los Lobos de Ocesa, que están a cargo de la seguridad del Estadio Alfredo Harp Helú.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses