Ha tardado 6 minutos en venderse. El imponente L.U.C. Perpetual T Espíritu de la Santa Muerte llegó a México con una verdadera estrella. Una pieza única con calendario perpetuo, ojos soleados y tourbillon con bigote, una calavera “chimuela” que protagoniza una fantástica película del Día de Muertos. El reloj, que necesitó 26 días para concluirse y que luce una carrura con grabados excepcionales hechos a mano con símbolos muy mexicanos, es de oro rosa, con certificado COSC y Punzón de Ginebra.

El SIAR recibe a la Santa Muerte
El SIAR recibe a la Santa Muerte

Ahora está en el SIAR, pero ya tiene dueño. El alma mecánica de El Espíritu de la Santa Muerte ya habita en otra dimensión. Toda la carrura ha sido grabada a mano como el verdadero friso de un original mausoleo. El relieve realizado a mano y la misma corona de la caja de oro rosa recoge el imaginario de la fiesta del Día de Muertos. Y el bisel reproduce otros motivos de la iconografía mexicana más general. Son 43 mm de diámetro de una pura catarsis mortal.

El SIAR recibe a la Santa Muerte
El SIAR recibe a la Santa Muerte

La esfera representa a una simpática calaca perfectamente integrada con las funciones del guardatiempo. Un calendario perpetuo sobre el estilizado cráneo mexicano. El propio contorno de la esfera de oro se ha modificado para dibujar el rostro. La cabeza ha sido también grabada a mano y barnizada en negro. El calendario perpetuo cuenta con las indicaciones de gran fecha de doble ventana, día de la semana, indicación de 24 horas, meses y año bisiesto. Agujas dauphine fusée doradas para horas y minutos y agujas tipo bastón doradas en el pequeño segundero y calendario del día y mes, así como para la reserva de marcha.

El SIAR recibe a la Santa Muerte
El SIAR recibe a la Santa Muerte

Esta Santa Muerte dispone de un potente tourbillon. El calibre L.U.C 02.15-L de cuerda manual se monta con tecnología Quattro, un sistema de cuatro barriletes que alcanzan más de nueve días de reserva de marcha. Es una pieza artesanal, pero sumergible a 30 metros. El movimiento ha sido decorado igualmente a mano con alegres motivos funerarios acordes al tema. Y para dar el paso eterno al otro mundo, una correa de aligátor negra cosida artesanalmente. Hay que tener estilo para mirar a la muerte de frente.

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