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Debido al aumento en el número de robos de identidad, a partir de agosto de 2017, las instituciones financieras, por disposición de la CNBV (Comisión Nacional Bancaria y de Valores), comenzaron a generar la validación de la identidad de los clientes por biometría dactilar para la contratación de créditos y aperturas de cuentas. A partir de esa fecha se toma la lectura de las 10 huellas dactilares de las personas y se coteja la información con la base de datos del Instituto Nacional Electoral (INE).
Sin embargo, Pedro Lara, del área de innovación en Latinoamérica en la empresa de seguridad digital Gemalto, plantea que la biometría, definida como un sistema de reconocimiento inequívoco de personas basado en uno o más rasgos de conducta o físicos, va más allá de las huellas dactilares. “Ese método de seguridad tendrá que evolucionar en función de cómo la tecnología nos está alcanzando y de cómo los cuentahabientes están interactuando en el mundo digital. Nuestro comportamiento está vinculado a esas interacciones que son perfectamente trazables y medibles”, dice.
Lara explica, con base en datos de Trimetrix, que en 2017 a nivel mundial hubo 130 millones de casos en que se utilizaron credenciales falsas o robadas de usuarios, un crecimiento de 276% en este tipo de fraudes desde el año 2015.
En apertura de cuentas, detalla, no necesariamente hubo un robo de identidad física, sino digital. “Cuando un banco habilita un servicio financiero móvil en donde se pueden abrir cuentas, un perpetrador puede consolidar la apertura en mi nombre”, señala Lara. Por ello Gemalto está desarrollando soluciones biométricas.
La clave, de acuerdo con la compañía, está en poder diferenciar la interacción del usuario verdadero de la del estafador con ayuda de la biometría del comportamiento, es decir, la interacción entre el usuario y su dispositivo, que es un rasgo único y personal, por tanto biométrico.
En los próximos meses traerán a México la solución Gemalto Assurance Hub, basada en biometría del comportamiento. Esta aplicación será entrenada por el usuario, quien al realizar consultas dejará un rastro de cómo toca las teclas del móvil, la tableta o cómo usa el mouse, esto permitirá después hacer otras transacciones con un alto grado de confiabilidad.
