Tener un tercer Mundial es un reconocimiento para el futbol mexicano, a la organización, a todo lo que representa la infraestructura del balompié nacional, la cual ahora también ya se da a notar con muchos futbolistas en Europa jugando en equipos importantes.

Para México siempre el malo de la película era el sovietico, hoy desde el país más grande del globo, el reto será perdernos y volvernos a encontrar gracias al balón en un país que domina un estilo de vida único