El terror es una redundancia cinematográfica. Ciertos juegos mecánicos intentan asimismo explotarlo en las ferias, donde a veces existen “casas de los sustos”

Relatos policiales también han preservado la historia posible de un sobreviviente de la segunda guerra de Afganistán; me refiero al doctor en medicina John H. Watson

La erudición de Calasso era un juego; procedía del placer natural de leer, de la curiosidad que induce a nimiedades, del paseante que se detiene de pronto en una esquina inadvertida

Los refranes, que preservan sabiduría popular con hallazgos literarios, suelen decirse como para recordar que ya habían augurado aquello que no deja de suceder