No se trata de negociar condiciones laborales (las cuales deben ser justas) poniendo de rehenes a los educandos, sino de hablar de frente y sin otro interés que la educación de los mexicanos.

La militancia del PRI pide renovación, no en el sentido generacional sino de fondo: en selección de candidatos, en evaluación y justicia partidaria, en escuchar y hacer caso a la base.