¿Pobre o enfermo?
La riqueza me es ajena y además ofensiva, y la enfermedad hegemónica que acosa a las sociedades actuales es un accidente físico, sicológico y en el cual te ves involucrado o no
La riqueza me es ajena y además ofensiva, y la enfermedad hegemónica que acosa a las sociedades actuales es un accidente físico, sicológico y en el cual te ves involucrado o no
Frente a toda la cochinada que erosiona la aspiración a la felicidad mínima sólo puedo decir, como Kraus: “No se me ocurre nada”
Son una legión de timadores, los ebrios. En cuanto se toman unas copas se tornan vilmente generosos y ponen el mundo a tus pies
La comunidad no tiene voz: posee representantes que a partir de una estructura burocrática administran esa supuesta voz
A mí me gusta oler a viejo, y no tener cabello y no formar parte de ningún concepto de juventud senil

La incapacidad de adaptación a los ejércitos de la globalización pareciera ser una tara o arritmia que provoca incertidumbre en los reclusos puestos a bregar en el camino
Mauricio Montiel nos dice que, acaso, la única manera de apartarse de la bestia es, además del auxilio profesional, respaldarse en la comprensión del otro, en la conversación solidaria
La comunicación es esencialmente ruido, como suelo decir, y ya casi nadie tiene algo interesante qué decir, comenzando por mí
Mis pensamientos malsanos y parciales se revelaron como una necesidad, no para imponerse a nadie, sino como prueba de que era yo capaz de tener ideas malvadas e incluso compartirlas
Lo que suceda este año respecto a los acontecimientos de hace cinco y siete siglos en México no modificará lo ya escrito