En la colonia Roma existió un café hoy casi olvidado donde se escribieron algunas páginas de obras como La señorita Etcétera de Arqueles Vela y Andamios interiores de Maples Arce. Los artistas vanguardistas de la década de 1920, llamados estridentistas, lo bautizaron como Café de Nadie e hicieron de él la sede de sus tertulias. Abundaba café, alcohol y cigarrillos, considerados estimulantes intelectuales