El cierre de en el Museo de la Ciudad de México cumplió uno de los principales objetivos de los activistas que promovieron el amparo: cerrarla durante Semana Santa. Desde que la muestra fue suspendida, no hay “retrocesos ni avances”, tal y como nos indicaron en la puerta del recinto al preguntar sobre el asunto. Parece que la , se mueve lentamente y sin mucho interés por el asunto; en el museo incluso nos dijeron que estuviéramos pendientes de las redes de Cháirez para conocer las novedades... Para insistir y no quedarnos con la duda, nos pusimos en contacto con el área de prensa de la Secretaría de Cultura local; preguntamos cuándo se abrirá la exposición y nos dijeron que se realizan “los procesos legales” y, una vez que culminen, se informarán los resultados... Independientemente de eso, todo parece indicar que un nuevo y efectivo camino para imponer la censura contra la cultura será por la vía judicial. Malos tiempos los nuestros con activismos radicales de todos los colores desatados, que imponen amparos, atacan a académicas en conferencias y vandalizan museos... ¿Y la autoridad? Censurando música que “fomenta la violencia”, en vez de actuar contra los violentos.

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