Pareciera que la “piedrita en el zapato” para muchos gobernantes son las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC), esto se explica al considerar el tardío auge de la sociedad civil organizada en nuestro país, puesto que, en México esta empezó a evolucionar a partir del año 2000, cuando la coyuntura política se lo permitió. Lamentablemente, aunque en el 2000 hubo alternancia de partido político a nivel federal, en un escenario cuasi gatopardiano, los políticos y la forma de accionar de estos, no cambiaron. Lo que afortunadamente cambió, fue la percepción que los ciudadanos tenían sobre el sistema político, por primera vez en muchos años sintieron que su opinión podía hacer la diferencia, hecho que los llevó a buscar incidir en la agenda pública.

A partir de ese momento, Organizaciones de la Sociedad Civil comenzaron a enfocarse en los huecos que durante décadas habían permanecido faltos de atención. Es aquí cuando en el país comienzan a surgir Observatorios Ciudadanos.

“Los Observatorios Ciudadanos (OC) son figuras asociativas donde convergen individuos, organizaciones o dependencias en un espacio autónomo, técnico e interdisciplinario para analizar, desarrollar o coordinar diversos temas, procesos o políticas públicas a través de instrumentos propios y externos con la finalidad de elaborar diagnósticos, informes y reportes que busquen incidir en la construcción de opinión [y política] pública” (Lara, 2014:131).

La idea del “Observatorio Ciudadano” se desarrolla a partir de un nuevo entendimiento del gobierno y la forma en que este se relaciona con la sociedad, entendimiento que viene de la mano con conceptos como el derecho a la información, la transparencia y la rendición de cuentas. En materia de seguridad, en México, en el año 2008 se realizó un esfuerzo para crear el Observatorio Nacional Ciudadano (ONC) en el marco del Acuerdo Nacional por la Seguridad, la Justicia y la Legalidad. Desde su surgimiento, uno de los mandatos del ONC ha sido replicar la metodología de observación en Observatorios Locales, generando una Red Nacional de Observatorios (RNO) que atienda el fenómeno delictivo desde el ámbito local.

Actualmente la Red Nacional de Observatorios se compone por 24 Observatorios certificados y tiene presencia en 15 Estados de la república. No obstante, dentro de las experiencias de la RNO y del mismo ONC destaca una constante, la falta de comprensión por parte de las autoridades sobre el trabajo de los Observatorios, lo cual se deriva de la falta de entendimiento de las mismas autoridades sobre su papel en la sociedad. A lo que me refiero es que muchas veces los funcionarios públicos se sienten agredidos ante ejercicios de observación de su trabajo, pues estos no comprenden que como ciudadanos no sólo es nuestro derecho corroborar que estén realizando sus funciones de forma adecuada, sino que también es nuestro deber. El político mexicano debe de comprender que la época donde “su palabra era la ley”, sus decisiones (buenas o malas) eran aplaudidas y la crítica era silenciada, ha terminado, porque la sociedad ha cambiado y el ciudadano ahora se involucra de mayor y mejor manera en la agenda pública; debe acostumbrarse a la observación y entender que con esta, la sociedad civil organizada no realiza un ataque a su persona, al contrario, en el caso de los observatorios, el objetivo es visibilizar situaciones adversas para trabajar en conjunto con la autoridad, tratar los puntos débiles y mejorar la situación. Somos ciudadanos que buscan trabajar junto a ciudadanos que se encuentran en cargos públicos para mejorar el lugar que habitamos.

La sociedad civil mexicana ha evolucionado, ahora es tiempo de que los políticos hagan lo propio.

Bibliografía

Dammert, et al., (2014) ¿Qué observan los que observan el delito? Banco Interamericano de Desarrollo.

Lara, M. (2014) “Bases para un modelo de análisis de los Observatorios Ciudadanos. El Centro de Investigación Económica y Presupuestaria” en Natal, A. y Díaz, O., Observatorios Ciudadanos: Nuevas formas de participación de la sociedad. México: Gerinka.

Natal, A. y Lara, M. (2014) “Observatorios Ciudadanos en México: El reto de la construcción de opinión pública” en Natal, A. y Díaz, O., Observatorios Ciudadanos: Nuevas formas de participación de la sociedad. México: Gerinka.

Javier Alejandro Corzo Tellez.

Coordinador de la Red Nacional de Observatorios.

@corzo_t @ObsNalCiudadano

En América Latina, la primera ola de Observatorios Ciudadanos se dio en los años noventa, principalmente en Colombia (Dammert, et al., 2014). En México todo parece indicar que comienzan a surgir, en el año 2000 tras el cambio de régimen, apoyados de un contexto de expectativas positivas respecto a la participación ciudadana (Natal y Lara, 2014), sin embargo, su auge se puede situar después de 2008 cuando se incluyen en el “Catálogo de programas, proyectos y acciones para la prevención social del delito con participación ciudadana” del Subsidio para la Seguridad de los Municipios (SUBSEMUN), no obstante, este programa proponía Observatorios mixtos (recursos gubernamentales y de sociedad civil) que no contaban con una metodología de análisis homologada, lo cual limitó su trascendencia.

Para mayor información sobre la RNO, en qué consiste y cómo pertenecer, véase

Al respecto, el caso paradigmático es el presidente de la república declarando que la sociedad civil hace bullying a instituciones de seguridad, véase

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