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Los trabajadores del Poder Judicial de la Federación (PJF) no dejaron a Andrés Manuel López Obrador irse sin recordar al hoy exmandatario que no están de acuerdo con los cambios radicales que avaló para el sistema de impartición de justicia; ayer lo despidieron en el Congreso de la Unión con muestras de rechazo al plan C.
“¡Ya se va el dictador!”, repetían los juzgadores que desde las cinco de la mañana, sin importar que el recinto estuviera resguardado por elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) y la Guardia Nacional (GN), se plantaron en las inmediaciones del recinto legislativo a esperar la llegada del exjefe del Ejecutivo federal.
Sin embargo, fue una despedida marcada por una batalla entre las consignas: “¡Obrador traidor!” y “¡Obrador, mi amor!”, pues también acudieron cientos de morenistas de todo el país para cobijar a López Obrador en la entrega de la Banda Presidencial a su sucesora Claudia Sheinbaum Pardo.
Vinieron desde el sur y el norte del país para protestar en contra o despedirse del expresidente de la República, gritaban en las calles Emiliano Zapata, Eduardo Molina, Congreso y Sidar y Rovirosa, frases como: “¡Es un honor estar con Obrador!”; “¡Traidor Obrador, protege a la nación!” y similares para competir por sus ideologías.
Pero los primeros en llegar fueron los trabajadores del Poder Judicial, quienes se manifestaban pacíficamente cuando fueron encapsulados por elementos de la SSC. Sin embargo, este hecho no disminuyó la fuerza de sus reclamos por la aprobación de la reforma judicial, pues otros cientos de trabajadores llegaron al área para continuar con su lucha.
Carlos Rocha, trabajador del Consejo de la Judicatura Federal, con sede en San Lázaro, narró en entrevista con EL UNIVERSAL que mientras él y sus compañeros gritaban arengas contra el gobierno morenista, elementos de seguridad se acercaron a ellos con vallas metálicas y los encapsularon. En respuesta, la manifestación subió el volumen y se desplegó en todas las calles que dan acceso al Palacio Legislativo.
Luego, morenistas con pancartas, marmotas, Amlitos y Clauditas, ropa guinda y otros adornos alusivos al partido oficialista, se hicieron presentes para despedir cálidamente a López Obrador y darle la bienvenida al segundo piso de la Cuarta Transformación con Sheinbaum Pardo.
“Venimos desde Tlaxcala para demostrar nuestro amor hacia el presidente. Hizo un buen trabajo y ahora Claudia Sheinbaum va a continuar con su legado, le tenemos mucha fe”, dijo Kevin en entrevista con este medio.
Eulalia Mendoza Modesto, de Jocotitlán, Estado de México expresó que Claudia Sheinbaum nació para continuar con el proyecto de Andrés Manuel López Obrador: “Él es una persona que ha visto siempre por la gente humilde”, reveló entre lágrimas a EL UNIVERSAL.
Por su parte, los juzgadores que se mantienen en huelga desde hace un mes llamaron a la nueva presidenta de México a escucharlos: “Claudia, tiene la oportunidad de decirle no a la corrupción, al nepotismo, al amiguismo; venimos a pedirle que rectifique la manera de reformar al sistema de justicia”, agregó Jorge, abogado jalisciense.
En un sondeo realizado en el área por EL UNIVERSAL los manifestantes, procedentes de las sedes San Lázaro, Insurgentes y Periférico, aseguraron que también se manifiestan en contra de la toma de posesión de la primera Presidenta de México, puesto que “representa la continuidad de la Cuarta Transformación”
Tras la llegada de los mandatarios, López Obrador fue recibido con los gritos de: “¡Ya llegó el dictador!” y “¡Te vamos a extrañar, cabecita de algodón!”, según el bando de donde provenían. La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo corrió con más suerte y fue arropada por las dos partes: “Esperemos que la doctora sí piense en quienes queremos un cambio”, dijeron.