El gobierno federal obtuvo 14 millones 297 mil 200 pesos por la subasta de 145 de los 292 lotes que ofertó ayer en el Complejo Cultural Los Pinos.

En el evento se pusieron en venta vehículos aptos para circular y electrodomésticos, celulares, botas industriales, vajillas y materiales de construcción, entre otros.

La ganancia mínima calculada por la subasta era de 69.3 millones de pesos, si hubieran sido vendidos al precio inicial. De acuerdo con el director del Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado (Indep), Jaime Cárdenas Gracia, los recursos obtenidos de la subasta serán destinados a los municipios de Cuajinicuilapa, Guerrero, y Temozón, Yucatán.

“El producto de la venta que aquí realizaremos será para atender comunidades y municipios de nuestro país (...) entonces, estos recursos que obtendremos hoy en la subasta beneficiarán seguramente a las personas más pobres de nuestro país”, garantizó el funcionario.

Afirmó que las subastas realizadas por el gobierno federal a través del Indep representan un beneficio privado y ayudan al bienestar de las comunidades pobres del país, y destacó que estos ejercicios se apegan a los preceptos constitucionales que ordenan al Estado administrar los bienes que tiene en su poder para apoyar a la población.

El evento duró más de cinco horas, en las que el lote mejor ofertado fue el que integraron cuatro montacargas con sus herramientas y accesorios. El precio final fue de un millón 110 mil pesos.

También destacó la venta de un vehículo no apto para matricular tipo anfibio, cuyo valor de salida era de mil 900 pesos, pero fue comprado en 120 mil pesos.

Los lotes más caros eran los de 10 mil 710 celulares con accesorios —su precio de salida era de 8 millones 446 mil 300 pesos— y el de 7 mil 200 paneles solares, con un costo de salida de 13 millones 759 mil 600 pesos; sin embargo, ambos fueron declarados desiertos.

Asimismo, se ofertó un lote de más de 10 mil calzones por 306 mil 400 pesos, mismo que fue mencionado desde la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador del 24 de julio. No obstante, ante el desinterés de los asistentes, fue declarado desierto.

Debido a la pandemia por Covid-19, la subasta de ayer incluyó medidas de prevención de contagios, como la sana distancia entre los asientos del público y la toma de temperatura a los compradores, a quienes se les proporcionó gel antibacterial en la entrada.

Dentro de la carpa instalada por el Indep en el complejo cultural, los interesados en comprar algún lote debían portar en todo momento cubrebocas y careta.

El olvido de estos accesorios no era pretexto para dejar de cumplir las medidas, pues los organizadores del evento llevaron cubrebocas y guantes desechables para regalarlos a quienes no traían.

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