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El Senado discierne otorgar la medalla Belisario Domínguez al profesor emérito de la UNAM, Miguel Ángel Cevallos, justo cuando su alma mater está tomada por el Ejército y la tropa, en la madrugada de este día, 24 de julio, ha ocupado el Casco de Santo Tomás, tras una larga batalla a sangre y fuego contra los estudiantes politécnicos.

La máxima distinción es la forma que cobra el destino para que Miguel Ángel Cevallos hable el 7 de octubre ante los tres poderes de la Unión, cinco días después de la masacre de Tlatelolco.

Miguel Ángel Cevallos (82 años de edad), puede estar en la historia de México, porque ha sido profesor de dos presidentes de la República en la Preparatoria: Miguel Alemán Valdés (Sicología) y Adolfo López Mateos (Lógica); es eslabón entre Antonio Caso, su maestro, y Mario de la Cueva, su alumno.

En sesión de media hora, en la casona de Xicoténcatl 9, a la que no entra el ruido de las calles en desorden, presidida por Manuel Sánchez Vite, el pleno aprueba el dictamen de la Comisión de Postulaciones Condecoración Belisario Domínguez, que lo llama "sabio educador distinguido".

Por falta de quórum, el 1 de octubre no hubo sesión, y se citó al 3 de octubre, el día siguiente de los hechos violentos de la Plaza de las Tres Culturas, en que el Senado --64 escaños, todos priistas--, escucha y sin debate alguno "hace suyas las declaraciones" de la Gran Comisión de respaldo a Gustavo Díaz Ordaz.

"El Senado de la República considera que la actuación del Ejecutivo federal se ha apegado a la Constitución Política del país y a las leyes vigentes que le señalan como deber, el mantenimiento de la seguridad interior".

Preside la Gran Comisión, Manuel Bernardo Aguirre (Chihuahua), y entre sus integrantes están Napoleón Gómez Sada (Nuevo León), Carlos Loret de Mola (Yucatán), Rafael Murillo Vidal (Veracruz), María Lavalle Urbina (Campeche), el último constituyente Jesús Romero Flores (Michoacán).

También integran el pleno, el general Hermenegildo Cuenca Díaz, quien será secretario de la Defensa Nacional con Luis Echeverría, así como el jurista Andrés Serra Rojas, quien llegará a emérito de la Universidad Nacional.

"Se ha advertido la presencia entre los estudiantes de elementos profesionales de la agitación, de la provocación y del motín, cuya influencia, como ha quedado comprobado por los trágicos resultados de la concentración efectuada ayer en la plaza de las Tres Culturas, se encamina a impedir toda solución satisfactoria a los problemas planteados", declara el Senado.

Luego, el 7 de octubre, en su discurso de premiación, Miguel Ángel Cevallos, con la medalla al pecho, dice ante el presidente Gustavo Díaz Ordaz: "Hemos vivido momentos delicados de crisis, compartiendo la preocupación de nuestras autoridades gubernativas y universitarias; y hemos compartido también las inquietudes estudiantiles, siempre con el deseo de que esta crisis abra nuevos y hermosos horizontes para el futuro de la nación".

Habla de la Guerra Fría, de las nuevas generaciones que pretenden "escapar de la angustia de vivir en estos tiempos deplorables", dice. "No podemos recriminar a nuestros jóvenes sino aconsejarlos, ya que sus guiadores se han puesto al margen de la justicia, de la cordura, de la concordia y de la fraternidad internacional, sembrando el odio y amenazando al mundo con su total destrucción".

El monolítico Senado aplaude al emérito, quien hace votos porque los estudiantes hagan triunfar los ideales de la Revolución.

Un sabio educador

El Diario de los Debates del martes 24 de septiembre de 1968, da cuenta de encomiendas a las que se designa a senadores para que representan a la Cámara Alta en ceremonias cívicas, un informe de gobierno en Baja California, la petición de veterano de la Revolución de un aumento en su pensión.

Cuatro legislaturas estatales comunican la apertura de periodo de sesiones. El tema relevante es la designación de quien será condecorado con la medalla Belisario Domínguez.

"Revisadas con acuciosidad por los miembros de la Comisión Dictaminadora, todas y cada una de las proposiciones presentadas, consideramos que se destaca por las innumerables propuestas recibidas, principalmente de nuestras universidades y centros de cultura y por su abnegada y sabia personalidad, la del señor profesor emérito de la Universidad Nacional Autónoma de México, Miguel Ángel Cevallos".

El dictamen describe la trayectoria el académico, quien "en la actualidad termina un Manual de Sicología y tras escuchar el último Informe Presidencial (que anuncia una reforma educativa), deseando colaborar patrióticamente en las nuevas orientaciones de la educación nacional, ha preparado el estudio Ensayos Pedagógicos aplicables a la Escuela Nacional Preparatoria".

Afirma que "sin oropeles ni vanidades humanas, en la brega cotidiana que comienza desde as primeras horas de la mañana y termina en la noche, ha actuado incansablemente este noble varón del magisterio nacional".

Se indica que "no hay un rincón del país en donde no esté presente un alumno del maestro Cevallos, que lo recuerdan con gratitud y con singular devoción".

La comisión dictaminadora está integrada por los senadores Jesús Romero Flores, Arturo Moguel Esponda, Andrés Serra Rojas, Francisco Barrera Fuentes y Ricardo Marín Ramos, que en proyecto de acuerdo manifiestan que se confiere la Medalla Belisario Domínguez, a Miguel Ángel Cevallos, "en un justo reconocimiento a sus virtudes ciudadanas, como sabio y educador distinguido".

El dictamen es puesto a discusión, y sin quien haga uso de la palabra se aprueba en votación económica, que en sesión solemne se imponga la medalla, en conmemoración del sacrificio de Belisario Domínguez, el 7 de octubre.

Armas de alto poder en Tlatelolco

El conflicto estudiantil continúa, y a la semana siguiente, el miércoles 2 de octubre ocurre la masacre de Tlatelolco, y el jueves 3, en vez de las 11:00 horas, la sesión del Senado abre a las 14:25 horas, y durará escasos 25 minutos, con la presidencia de Baltazar Leyva Mancilla.

Se aprueban trámites, autorizaciones a funcionarios a recibir condecoraciones extranjeras y se da lectura a diez párrafos de una declaración de turnada por la Gran Comisión y que será la postura del Senado sobre los hechos de la Plaza de las Tres Culturas.

Para el Senado, desde el 26 de julio han ocurrido hechos violentos perturbadores del orden público, principalmente en la Ciudad de México, motivados por cuestiones estudiantiles locales.

Hubo adhesión de otros grupos de instituciones educativas nacionales; ante los disturbios, el Presidente de la República, desde Guadalajara, "hizo un patriótico llamamiento a los dirigentes estudiantiles, con el objeto de mantener el respeto a nuestras instituciones y la unidad de los mexicanos".

El llamado presidencial fue a enfrentar los hechos con ecuanimidad y diálogo, y los seis puntos del pliego petitorio del Consejo Nacional de Huelga fueron atendidos en el Informe del 1 de septiembre. La eventual derogación del delito de disolución social se estudia en audiencias públicas del Congreso.

Sin embargo, "se ha advertido la presencia entre los estudiantes de elementos profesionales de la agitación, de la provocación y del motín", y su influencia se encamina a impedir toda solución satisfactoria a los problemas planteados.

En la concentración efectuada en la Plaza de las Tres Culturas, de trágicos resultados, se ejecutaron "actos graves de agresión en contra de la Policía y del Ejército mexicano, mediante el empleo de armas modernas de alto poder",

Se presume "la participación de elementos nacionales y extranjeros que persiguen objetivos antimexicanos de extrema peligrosidad ante los que se justifica plenamente la intervención de la fuerza pública", para proteger la vida de los ciudadanos y la integridad de las instituciones.

Por tanto, "el Senado de la República considera que la actuación del Ejecutivo Federal se ha apegado a la Constitución Política del país y a las leyes vigentes, que le señalan como deber, el mantenimiento de la seguridad interior".

Esta tarde del día siguiente de la masacre, la Cámara Alta renueva el llamado presidencial a los grupos estudiantiles a restablecer la unidad y armonía. Recuerda que México "ha venido disfrutando de un clima de libertades", y que el gobierno "ha sido defensor de nuestras instituciones democráticas".

Sin discusión, el pleno aprueba con aplausos, en votación económica, el punto de acuerdo único: "El Senado de la República hace suyas las declaraciones anteriores".

Comunismo y capitalismo, tiranías

Gustavo Díaz Ordaz, asiste al Senado cinco días después del 2 de octubre, y como jefe del Ejecutivo es testigo de la imposición de la medalla Belisario Domínguez al emérito de la UNAM, Como signo de los tiempos, es recibido en sesión solemne como lo que es, el personaje con mayor poder del sistema político.

La sesión abre con un ritual, como ocurre desde 1954, con la invocación del nombre del prócer Belisario Domínguez, y los senadores, como lo ha sido Díaz Ordaz, responden: "Murió por la Patria".

Primero en hablar es el senador Armando Arteaga Santoyo, y hace ver que el propio Díaz Ordaz ha sumado su voz al coro senatorial que cita el espíritu de sacrificio de Belisario Domínguez: "¡Murió por la Patria!", ha exclamado el presidente de la República, que fue legislador en Xicoténcatl, hasta 1952, antes de que el galardón fuera impuesto por vez primera.

En alusión al movimiento estudiantil, Arteaga Soto dice que "ahora han sido desenmascarados quienes sembraban desorientación y violencia entre los jóvenes para ocultar su rencor y su ambición, sin detenerse siquiera ante el peligro de lesionar gravemente el prestigio internacional del país", en días previos a la realización de los Juegos Olímpicos en la Ciudad de México.

Refiere que hay rebeldía en la juventud en el mundo entero, y ante este panorama, llama a los jóvenes "a recapacitar que su inexperiencia, su generosidad y su entusiasmo, aprovechados por apetitos desorbitados o por pasiones perversas, los han apartado de sus objetivos auténticos y empujado a la comisión de actos reprobables o delictuosos".

Juventud en horas de turbulencia

Pasa a la tribuna la senadora María Lavalle Urbina, quien también se refiere al prócer, al galardonado y a los jóvenes que en el mundo, dice, viven horas turbulentas. La juventud se queja y se duele de la inoperancia de estructuras construidas por épocas e intereses ajenos, lo cual acentúa la violencia, explica.

Dice que el presidente Gustavo Díaz Ordaz ha examinado el problema e su integridad, " y con visión certera ha señalado la urgencia de una reforma educacional; una reforma audaz en su concepción", renovadora, revolucionaria y humanista.

Habla el emérito Miguel Ángel Cevallos, maestro de presidentes, gobernadores, servidores públicos, diputados y senadores, muchos de ellos pertenecientes a esta 47 Legislatura, y afirma que este es el momento más solemne de su vida. "Me rejuvenece el recuerdo de las voces y los rostros de mis discípulos", que han servido a México en la educación, la ciencia, la política, la técnica, la literatura, en las actividades económicas.

Del movimiento estudiantil, refiere: "Hemos vivido momentos delicados de crisis, compartiendo la preocupación de nuestras autoridades gubernativas y universitarias".

Expresa que "hemos compartido también las inquietudes estudiantiles, siempre con el deseo de que esta crisis abra nuevos horizontes para el futuro de la nación, y si esto es así, tornaremos en factores positivos los errores y circunstancias de angustia para seguir consolidando un México libre, independiente, progresista y próspero".

Los tres poderes de la Unión escuchan: "Toca a todos nosotros, y muy especialmente a los jóvenes, aprovechar estas recientes experiencias, ya que los caminos de la violencia resultan infecundos, cuando los objetivos que se persiguen no son constructivos y reformadores de nuestros vicios".

Exhorta, desde la tribuna del Senado: Jóvenes de México "tengan confianza en ustedes mismos, en su capacidad de distinguir correctamente entre el buen y el mal; que aprenderán a ser hombres y mujeres responsables, conductores acertados, libres y soberanos de sus propias existencias".

Expresa un "exhorto cariñoso" a volver a clases en la UNAM, a someterse a la autoridad del rector que llama a normalizar las actividades escolares.

Dedica unas palabras a la crisis mundial de lucha entre las llamadas democracias capitalista y comunista. "La primera defiende la libertad social, pero dejando intacta la tiranía económica; y la segunda defiende la igualdad económica, pero dejando intacta la tiranía social", que no oculta el principio que establece Carlos Marx de la dictadura del proletariado.

La pugna entre dos fuerzas políticas y militares, "ha oscurecido del mundo, haciendo nacer la angustia vital en todos los hombres y, sobre todo --explica--, de las nuevas generaciones".

Dice: Los jóvenes "inconscientemente pretenden escapar de esta inefable y vaga tortura que es la angustia de vivir en estos tiempos deplorables".

Cevallos explica que hay zozobra y cambios radicales de actitud y costumbres de los jóvenes, "como lo prueban sus modas estrafalarias, sus bailes descoyuntados llenos de sensualidad provocativa, el uso de drogas que crean mundos artificiales, la rebeldía inconsulta, el pandillerismo, el desdén de las normas morales y jurídicas".

Intercede: "No podemos recriminar a nuestros jóvenes sino aconsejarlos, ya que sus guiadores se han puesto al margen de la justicia, cordura, concordia y fraternidad internacional, sembrando el odio y amenazando al mundo con su total destrucción".

Dirige un mensaje "a los que desean convertir nuestro país en esclavos de otras naciones poderosas, los invito a que conozcan nuestra historia que les revelará que el mexicano no dejará de de luchar por conservar su independencia, su libertad y su amistad cordial con todos los pueblos de la gran familia humana".

El galardonado dice que le asombra que en esta época llena de ciencia y técnica, se quiera hace triunfar las ideologías opuestas con el aniquilamiento de todos los hombres.

Manifiesta que desea que "los estudiantes de México intervengan y hagan triunfar los ideales de nuestras Revolución que marcan una superación de las tiranías del capitalismo y comunismo, como lo prueban nuestras instituciones que luchan por realizar plenamente la justicia social".

Miguel Ángel Cevallos ha vivido, como dice, los momentos más solemnes de su vida, con la interpretación del conflicto estudiantil, cinco días después de Tlatelolco, ante el presidente Gustavo Díaz Ordaz.

La senadora Lavalle Urbina ha dicho de Cevallos: "Es un hombre modesto, limpio, bueno y noble, que ha entregado su vida sin alharacas y sin estridencias, al servicio de la fecunda causa de la educación".

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