El Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai), recomienda que antes de permitir el levantamiento de datos biométricos se revise con cuidado el aviso de privacidad de entidades públicas y privadas que los soliciten.

Los datos biométricos son las propiedades físicas, fisiológicas, de comportamiento o rasgos de la personalidad, atribuibles a una sola persona y son considerados como datos personales.

Esta información es considerada universal, única, permanente y medible, ya que se mantienen, en la mayoría de los casos, a lo largo de la vida de cada persona.

La era tecnológica hizo más frecuente su uso y entidades públicas y privadas recopilan estos datos para evitar la duplicidad de identidades en clientes y usuarios.

La huella dactilar es un biométrico recopilado desde tiempos remotos para hacer identificable a las personas y que a la fecha, los hospitales siguen levantando como uno de los primeros datos de un recién nacido, segundos después del alumbramiento.

Ha sido válida para suplir la firma en personas que no saben escribir o tienen algún impedimento físico; hoy es un mecanismo que permite tener acceso a dispositivos electrónicos y cada vez más popular para dar acceso a instalaciones de alta seguridad.

El registro de la retina, se ha popularizado en los últimos años, su levantamiento se usa con frecuencia para permitir el acceso de forma física y digital, una de las dependencias gubernamentales pioneras en su recolección fue el Servicio de Administración Tributaria (SAT) que lo requiere para tramitar el Registro Federal de Contribuyente (RFC).

Por su parte, el reconocimiento facial, se ha generalizado para permitir el acceso a instrumentos digitales como teléfonos y equipos de cómputo, las redes sociales suelen usar patrones para ubicar la identidad de las personas en una imagen.

La voz, este dato biométrico también tiene años que se ha usado en artículos tecnológicos y ahora ha extendido su uso, sobre todo en entidades bancarias, pues es un mecanismo que ofrece niveles óptimos de seguridad al acceder de manera telefónica y presencial.

La geometría de la mano, el patrón vascular, la forma de las orejas, la textura de la superficie dérmica, el ADN, la composición química del olor corporal, la estructura ósea y la pulsación cardíaca, también son considerados datos biométricos y su recopilación es menos frecuente.

Con respecto a los biométricos de comportamiento y rasgos de la personalidad, se encuentran: los trazos de la escritura, la intensidad al oprimir un teclado, hasta la forma de caminar, entre otros.

Los biométricos de comportamiento, son leídos a través de mecanismos tecnológicos y peritos especialistas que analizan las características físicas y fisiológicas dar con la identidad de la persona.

Las instituciones públicas y privadas que recolectan esta información descifran los parámetros derivados de la medición directa de algún rasgo físico o funcional del cuerpo humano y pueden identificar a la persona.

En años recientes, los servicios bancarios y de telefonía celular han sido los sectores que más han implementado mecanismo de autenticación biométrica en sus servicios, por lo cual están obligados a informar a los usuarios qué datos biométricos están recabando, para qué y qué uso les darán, así como las medidas de seguridad para protegerlos y los derechos que tienes sobre ellos.

El INAI, recomienda dar el menor número de datos biométricos posible, no sin antes revisar el aviso de privacidad y usarlos como método secundario para identificarse en dispositivos electrónicos.

Si hay vulneraciones a los datos, el Inai garantiza el ejercicio de los derechos ARCO, (Acceso, Rectificación, Cancelación y Oposición), cada entidad pública y privada deben publicar los mecanismos para que usuarios puedan ejercerlos.

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