La Comisión Nacional de los Derechos Humanos ( CNDH ) alertó que niños y adolescentes migrantes que fueron separados de sus familias por la “tolerancia cero” de Estados Unidos “permanecen en albergues sin que se conozca su ubicación ni las condiciones en que se encuentran”, mientras que sus padres fueron deportados a México y Centroamérica.

Durante las visitas que realizó personal de la CNDH a las ciudades de Houston y Brownsville, Texas, detectó que en algunos casos las madres, originarias principalmente de Centroamérica, fueron deportadas; sin embargo, sus hijos “permanecen en albergues estadounidenses sin que se conozcan su ubicación y las condiciones en que se encuentran. Por otra parte, las posibilidades de comunicación entre ellos, cuando sus familiares están detenidos, son inciertas, porque no hay uniformidad en las reglas, que dependen de cada centro de detención o albergue ”.

Advirtió que, de acuerdo con lo observado, las autoridades estadounidenses no tienen la capacidad para cumplir con los procedimientos para la reunificación familiar y respetar así el interés superior de los menores. “Comprobó la descoordinación entre el Departamento de Seguridad Interior y el Departamento de Salud y Servicios Humanos para identificar a los integrantes de familias separadas, puesto que madres y padres se encuentran en estados distintos a donde están sus hijos”.

Tras su visita a esas ciudades, la CNDH resaltó la importancia de dar seguimiento a los procesos de reunificación familiar y a las condiciones de detención de las familias, así como ampliar el monitoreo a otros estados de la Unión Americana.

Solicitó a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) un informe sobre el número de familias de origen mexicano que han sido separadas y la situación actual de sus procedimientos, puesto que planea implementar un mecanismo de identificación de los menores para contribuir a la reunificación familiar.

El organismo dijo que su personal constató en Texas la falta de previsión para recibir a los niños y adolescentes que cruzan la frontera, lo que causa problemas para resolver su situación migratoria. A esa situación se suma la falta de capacitación del personal que los atiende, lo que alertó que les puede generar traumas.

En Houston, organizaciones civiles dijeron estar preocupadas por las condiciones de los albergues para los menores migrantes y por el tiempo que permanecerán ahí, por lo que están recabando datos sobre el número de familias separadas y sus condiciones.

El organismo indicó que en esa ciudad visitó el albergue BCFS Baytown, en donde su personal pudo entablar comunicación con dos de cuatro adolescentes mexicanos que fueron separados de sus padres, uno de ellos desconoce el paradero de su mamá, mientras que el otro sabe que su madre fue deportada a México y sólo espera que se puedan reunir de nuevo.

La CNDH hizo un llamado a dar seguimiento a la decisión de la juez de San Diego, California, acerca de los plazos que tiene el gobierno estadounidense para llevar a cabo la reunificación familiar de los migrantes.

mpb

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