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La captura de una vaquita marina en el Alto Golfo de California representa que hay esperanzas para salvar esta especie de la extinción, afirmó Lorenzo Rojas Bracho, director del Programa Vaquita CPR.

En entrevista con EL UNIVERSAL, Rojas Bracho estimó que en la última semana han avistado alrededor de 18 vaquitas marinas y, el miércoles lograron capturar a uno de estos cetáceos; sin embargo, tuvieron que dejarlo ir porque tenía sólo seis meses de edad y no podría sobrevivir sin su madre.

“Lo importante es que todos los pesimistas que nos criticaban, nos decían que era una locura que no se iba a poder capturar, sí se puede capturar vaquitas y se puede transportarlas, que es muy importante el manejo humano. Estamos muy optimistas, ya vimos que se puede, hay que seguir echándole ganas, es un proyecto que nadie había hecho antes”, destacó el director del Programa Vaquita CPR.

El presidente del Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita Marina (CIRVA) comentó que el también conocido como chochito (Phocoena sinus) —especie de cetáceo odontoceto de la familia Phocoenidae— que capturaron el miércoles pasado, tuvieron que regresarlo al mar debido a que era una cría de apenas seis meses de edad y no podría sobrevivir sin su madre, por lo que los especialistas y científicos tomaron esa decisión para no poner en riesgo la vida de la especie en peligro de extinción.

“Sabemos muy poco sobre el crecimiento de la vaquita marina, es muy difícil detectar si es una cría, a menos que sea muy pequeña. La que capturamos ya tenía dientes, cuando la capturamos decidimos que era preferible volverla a soltar para que estuviera con su madre”, dijo.

En el programa Vaquita CPR (Conservación, Protección y Reproducción) comenzó a planearse desde mayo de 2015, la captura del cetáceo, lo cual es un hecho inédito, porque cada día surgen nuevos detalles que requieren afinarse.

El especialista destacó que la vida de estos cetáceos endémicos de México es la prioridad, por lo que no se pondrá en riesgo su vida al momento de la captura.

Rojas Bracho detalló que las expediciones para salir a buscar vaquitas marinas comienzan a las seis de la mañana, y dependiendo el clima pueden permanecer hasta 12 horas en altamar, encontrando a estos cetáceos que se encuentran al borde de la desaparición. Se estima que quedan menos de 30 ejemplares de esta especie.

Las vaquitas son localizadas por métodos acústicos, se cuenta con un equipo que detecta los chasquidos de la vaquita, con esos sonidos hacen un mapa de la acústica de estas marsopas cada 24 horas.

En los barcos se tienen binoculares que pueden ver a una distancia de cinco kilómetros, cuando identifican a una vaquita marina, las embarcaciones van hacia donde el equipo la detectó, entran los cuatro delfines entrenados por la armada de Estados Unidos para ubicar al cetáceo.

Una vez que los delfines nariz de botella ubicaron a las marsopas, las embarcaciones acuden al punto para su captura, todas las embarcaciones cuentan con veterinarios para monitorear el estado de salud de las vaquitas marinas, sus signos vitales, calcular su edad, peso e identificar su sexo. Comentó que durante esta primera semana de expediciones han ajustado detalles en la manera de capturar a estos cetáceos.

“La manera en la que nos aproximamos la hemos afinado, antes salíamos todos, teníamos unas embarcaciones adelante y otras atrás, ahora modificamos eso, una vez que se detectan a las vaquitas en lugar de salir a atraparlas, nos esperamos a observar la conducta de los cetáceos hacia a donde van, vamos viendo que están haciendo y vemos de qué manera los vamos a capturar, si nos acercamos, o los dejamos y avanzamos directamente sobre ellos o en círculos”, explicó.

Rojas Bracho precisó que el clima es el “principal enemigo” en las expediciones para buscar a la vaquita marina, porque no debe haber muchas olas para poder avistar a estos mamíferos marinos, de lo contrario, al momento de lanzar las redes para atraparlas pueden morir asfixiadas porque el oleaje dificulta ver hacían donde cayó la red.

En el programa Vaquita CPR participan 65 especialistas de nueve países, por lo que el experto destacó que un grupo de científicos daneses y estadounidenses diseñaron una red especial para la captura de las vaquitas marinas, las cuales son como las de pesca tradicional, pero están hechas a base de nylon y son muy ligeras para impedir que las marsopas mueran atrapadas.

“Tenemos una población muy disminuida, pero que nos permite tener esperanzas para capturarla y hacer una serie de medidas de conservación molecular, como cultivo de tejidos, recuperación de gametos y la secuenciación genética”, resaltó.

El Programa Vaquita CPR (Conservación, Protección y Reproducción) comenzó el 11 de octubre pasado. La primera etapa durará un mes, durante el cual un equipo de especialistas apoyado por cuatro delfines de la Marina de Estados Unidos buscarán ejemplares de vaquita marina para trasladarlos a un refugio ubicado en San Felipe, Baja California, donde trabajarán para su reproducción en un ambiente controlado, lejos de las redes de pesca que han amenazado la vida de estos cetáceos endémicos que habitan las aguas del Alto Golfo de California.

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