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Pachuca, Hgo.— Una riña ocasionada por un asunto personal llevó a Nacho a ser juzgado por el delito de asalto y robo en contra de quien, hasta entonces, había sido su mejor amigo y ahora lo mantiene en un juicio que puede durar hasta ocho meses, con una medida cautelar de firma, para asegurar que no evada la acción de la justicia.

El nuevo Sistema de Justicia Penal permitió que el acusado no fuera a prisión preventiva, como hubiera sido en el antiguo sistema penal.

La riña sucedió el año pasado, cuando Nacho acudió al llamado de auxilio de su ex pareja, quien le pidió apoyo, debido a que sufría violencia doméstica. Al llegar al sitio donde la mujer era golpeada, Nacho arremetió en contra del agresor, quien era su antiguo amigo.

El resultado fue una denuncia penal por el delito de asalto y robo. La parte afectada señaló ante el Ministerio Público (MP) que había sido víctima del robo de 5 mil pesos y un teléfono celular, además de que recibió golpes de varios sujetos, pero la denuncia únicamente involucraba a Nacho.

El 1 de octubre se inició la demanda en su contra y la orden de aprehensión, cuenta Nacho, se dio en marzo de este año.

Recuerda que cuando acudía a dejar a su hijo al jardín de niños fue abordado por tres policías ministeriales, quienes le mostraron una orden de aprehensión. El joven fue llevado ante el juez de Control, quien le informó que tenía una demanda por asalto y robo, por lo cual le fueron leídos sus derechos y se le proporcionó un abogado de oficio.

Fue en esa primer audiencia que conoció al defensor público José Luis Arrieta, quien forma parte del Instituto de Defensoría Pública de Hidalgo y actualmente es el encargado de defenderlo.

Las imputaciones, precisa el abogado, son catalogadas como graves, de acuerdo con el código penal, pero el actual sistema de justicia ya no dictamina prisión preventiva, sino la medida cautelar de firmar cada 15 días.

Señala que inicialmente el Ministerio Público pretendía que el proceso se diera en prisión, ya que se alegaba que habían sido remitidos tres citatorios sin que hubiera respuesta del imputado. Durante la intervención del defensor se pudo demostrar que la dirección a donde eran enviados los documentos era incorrecta.

De esta manera se cambio la prisión preventiva por la medida cautelar de firmar. Su caso lleva cinco meses en el juzgado y actualmente se encuentra en la fase de investigación complementaria. El abogado considera que puede tardar ocho meses para que el juez determine el fallo.

Una de las ventajas del nuevo Sistema de Justicia Penal, además de seguir el litigio en libertad, es que disminuye el tiempo de conclusión del proceso.

Antes, un caso como el de Nacho, dice el defensor, hubiera tardado entre un año o año y medio para conseguir la sentencia.

Los pasos siguientes, precisa, son la etapa intermedia, en la que el Ministerio Público formula la acusación y se recaban las pruebas, la conclusión del auto de apertura, que es la resolución del juez de Control, en la cual anuncia la postura de ambas partes, y la audiencia de juicio, que son los alegatos de cada parte y la decisión del juez para dar el fallo —que puede ser absolutorio o acusatorio—, y en la que se brinda la posibilidad de apelar.

En el caso de Nacho, el abogado considera que hay pruebas suficientes para demostrar que se trató de una riña por un asunto personal, sin que hubiera asalto y robo de por medio.

Esperan que en el último trimestre del año se pueda conocer el fallo, en tanto el acusado sigue su vida de manera normal en su trabajo como cocinero, y aclara que la situación que lo mantiene ante la justicia fue ocasionada por su ex pareja y su mejor amigo, quienes lo traicionaron al iniciar una relación amorosa. Eso fue lo que detonó en la riña y la posterior acusación de asalto y robo.

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