nacion@eluniversal.com.mx

Un paracaidista de la Secretaría de Marina (Semar) se accidentó ayer durante el desfile cívico-militar por el 209 aniversario de la Independencia de México, al realizar la maniobra de aterrizaje frente a Palacio Nacional. Su salud es estable.

El segundo maestre de Fuerzas Especiales, Valente Mateo Hernández, sufrió un traumatismo craneoencefálico leve, una herida de nariz y probable fractura de tobillo, por lo que está siendo atendido en el Centro Médico Naval (Cemenav).

La dependencia informó que al momento de llevar a cabo su aterrizaje frente a Palacio Nacional, en el Zócalo capitalino, basado en su adiestramiento especializado y derivado de los cálculos de espacio y maniobra, el paracaidista naval tomó la decisión de usar una zona de aterrizaje alterna, en la calle de Corregidora, que divide Palacio Nacional y la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), en el Centro Histórico de la Ciudad de México.

Lo anterior, señaló la dependencia, con el fin de evitar poner en riesgo la vida de otros paracaidistas o incluso la de los espectadores.

Al final del desfile, el secretario de Marina, José Rafael Ojeda Durán, y su esposa visitaron al paracaidista y a su familia, “brindándole apoyo para su pronta recuperación y buena estadía durante su proceso de rehabilitación”, dijo la Semar.

Afirmó que las operaciones aéreas de los paracaidistas en cada misión son de alta dificultad, por lo que siempre representan un margen de riesgo.

“La Unidad de Operaciones Especiales tiene como propósito proyectar tropas, comandos y fuerzas especiales de Infantería de Marina de manera inmediata y decidida, como parte de una fuerza de reacción o como medio de infiltración sorpresivo, rápido y efectivo.

“Estas tropas siempre se han distinguido por la calidad de sus elementos, así como por la lealtad y firmeza de sus combatientes; actualmente son parte de las fuerzas de rápido despliegue y son consideradas una reserva estratégica para los mandos militares”, destacó la dependencia.

Como parte de las exhibiciones aéreas del desfile cívico-militar, 15 paracaidistas —10 del Ejército y cinco de la Marina— se lanzaron desde un helicóptero MI-17 de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM), de una altura de más de 5 mil pies, en una operación de infiltración.

En entrevista con la sargento paracaidista Cecilia Canto Galicia, quien fue una de los 15 paracaidistas que saltaron ayer durante el desfile, ella mencionó: “Mi compañero, gracias a Dios, está bien. Estas cosas [son parte] de la actividad, que no es una actividad fácil, [sino] de alto riesgo. El hecho de que el paracaídas tome una velocidad impresionante es un impacto visual y tienes que reaccionar muy rápido para corregir las fallas”.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses