San Luis Potosí, SLP.— “Que una mujer se ponga contenta porque encontraron la cabeza de su hija y la puede enterrar completa” habla de la gravedad de la violencia contra las mujeres y el porqué no se le deben quitar los subsidios, señala Elizabeth Rapp Saint Martin, directora de la organización civil Otra Oportunidad. A.C., “apoyo para mujeres que viven violencia”.

La activista añade: “No somos asociaciones civiles clientelares ni somos asociaciones civiles a modo” y, ante la decisión del gobierno federal de suspender subsidios a las asociaciones civiles que velan por la seguridad de las mujeres, este refugio podría desaparecer.

Rapp Saint Martin menciona que si es necesario auditar los financiamientos, que lo hagan, no obstante, la existencia de los albergues será necesaria mientras que el sistema judicial y el de procuración de justicia no den respuesta a todas las necesidades que tiene una mujer y sus hijos en una situación de alto riesgo.

“Algo debe quedar muy en claro, nosotros no somos asociaciones civiles clientelares ni somos asociaciones civiles a modo, no triangulamos un refugio. Nosotros ofertamos esos espacios donde a la mujer se le da una garantía de tener una vida, donde se le promueve el acceso a la justicia, a la salud, a un medio que la pueda llevar a la autosuficiencia. Operan los 365 días del año, las 24 horas”, dijo.

Otra Oportunidad A.C. ha recibido subsidio por parte del Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva, el recurso que les brindan para ocho de los 12 meses del año es de 10 millones 240 mil pesos, además de que el gobierno del estado colabora con otro subsidio de 3 millones de pesos anuales. “El refugio cubre todas las áreas que la mujer requiere”, señala la activista.

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