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Para que el PRI pueda ser un partido de oposición real, primero requiere tener un proyecto y una visión de futuro, así como redefinir su plan de acción y las líneas que quiere defender.  En ello coincidieron Ivonne Ortega y la diputada Dulce María Sauri, quienes sugieren la búsqueda de un proyecto nacional que enarbole el partido.

“Ahora está el proceso de selección de dirigencia y lo menos relevante es si éste es abierto o si el voto es secreto, lo que verdaderamente importa es qué están ofreciendo quienes aspiran a la dirigencia en términos de proyecto nacional y visión, y el PRI tiene que redefinir su identidad”, señaló Sauri.

La diputada resaltó que quien le arrebató la Presidencia del partido es lo más parecido a un priista: “Si somos un partido que ve al futuro en tanto nuestro hijo putativo ve al pasado, nosotros tenemos que perfilar ese futuro”.

El PRI que actualmente existe, consideró, es aquél que necesita constituirse en una opción de gobierno: “No está en el ADN del PRI ser una oposición a ultranza. Si nosotros somos una oposición responsable, ellos [Morena] son un gobierno de mayoría irresponsable”.

Ortega Pacheco, quien compite por la dirigencia nacional del PRI, mencionó que el partido no se ve como oposición porque no se ha logrado que las bancadas en el Congreso den pasos importantes.

“No veo a mi partido como uno de oposición, hay una serie de cosas en las que se había avanzado y estamos regresando a cosas del pasado, tenemos que partir de la realidad de que nuestras bancadas son pequeñas”, expuso.

Lo que se requiere, agregó, es una gran asamblea nacional en la que se definan los temas y causas que debe defender el partido.

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