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La transición en el gobierno impactará en la renovación de la dirigencia de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), la cual deberá debatirse entre un liderazgo con la capacidad de diálogo para contribuir con la reconciliación y uno que defienda la agenda de la Iglesia católica en temas como el aborto y la familia, advirtieron especiaslistas.

De cara a la 106 Asamblea Plenaria de la CEM, académicos consultados por EL UNIVERSAL previeron que la presidencia del Episcopado Mexicano sea ocupada por obispos con un perfil más cercano a la agenda del papa Francisco, como Carlos Garfías Merlos, arzobispo de Morelia, o Salvador Rangel, obispo de Chilpancingo-Chilapa, y que al mismo tiempo su línea pastoral va en sintonía con el nuevo gobierno en materia de la construcción de la paz.

Aunque no descartan que el Episcopado Mexicano mantenga en su liderazgo a prelados cercanos al cardenal Francisco Robles Ortega, actual presidente del organismo, cuya línea es más conservadora y puedan defender la postura de la Iglesia en cuanto al aborto y la familia, ante la agenda legislativa de Morena.

Del 12 al 17 de noviembre se llevará a cabo la Asamblea Plenaria de la CEM, en la que los más de 100 obispos del país votarán para renovar los consejos de la presidencia y permanente, los cargos de las ocho comisiones episcopales y las 33 dimensiones que se derivan de ellas, lo que suman 70 nombramientos.

Los nombres que destacan. Para Elio Masferrer Kan, investigador de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), Carlos Garfías y Salvador Rangel son los obispos “más consonantes” con la política de Jorge Mario Bergoglio, al enfocarse en problemáticas como la violencia, la atención de las víctimas y la pobreza; además de tener un papel importante en la negociación con el nuevo gobierno al ser partícipes en los trabajos de reconciliación y construcción de la paz.

“Garfías y Rangel han impulsado en sus diócesis programas de atención a víctimas de la violencia, lo que ha posicionado a la Iglesia católica en un contexto muy crítico por todas las acusaciones de pederastia contra el clero”, indicó.

Refirió que el papa Francisco ha apostado a la renovación del Episcopado Mexicano, a través de los nombramientos de obispos auxiliares para que adquieran experiencia y poco a poco se reemplace a la jerarquía católica que data de la época de Juan Pablo II y Benedicto XVI.

Masferrer Kan comentó que hay un grupo de obispos franciscanos, encabezados por Salvador Rangel, que poco a poco ha ido cobrando importancia, los cuales representan “la punta de lanza” en la estrategia de renovación del clero mexicano del pontífice argentino.

Estructura. Sin embargo, advirtió que el Consejo de la Presidencia de la Conferencia del Episcopado Mexicano deberá tener contrapesos para evitar el avance de iniciativas a favor del aborto, a fin de defender la postura católica en temas como la familia y la vida, por lo que previó que los cargos directivos sean ocupados por el Grupo Monterrey y las comisiones episcopales sean dirigidas por los franciscanos o por lo prelados recién nombrados por Bergoglio, a fin de mantener un equilibrio en el cuerpo episcopal.

A esta corriente a la que pertenece el actual presidente de la CEM, Francisco Robles Ortega, el cual está conformado por obispos cercanos a él que estudiaron en el seminario cuando fue arzobispo de esa ciudad.

“La agenda de Morena va a marcar un punto de conflicto con el Episcopado Mexicano, por lo que el Grupo Monterrey está conformado por obispos lo suficientemente conservadores para defender la agenda de la Iglesia, incluso podrían utilizar la colaboración en la reconciliación como moneda de cambio para evitar que legislaciones como la aprobación del aborto avancen”, dijo.

Influencia del Grupo Monterrey. Arturo Navarro, profesor del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), destacó que los obispos del Grupo Monterrey mantienen un perfil bajo, pero tiene una gran capacidad de interlocución con las instancias del poder, lo cual podría representar una ventaja para la jerarquía católica para defender su agenda.

En este grupo se identifican clérigos como Alfonso Miranda Guardiola, actual secretario general de la CEM, o Javier Navarro Rodríguez, obispo de Zamora. Navarro previó que la presidencia del Episcopado Mexicano sea encabezada por prelados de esta corriente, a fin de dar continuidad a los trabajos pastorales de Robles Ortega.

Advirtió que aunque el Grupo Monterrey no es muy numeroso y poco a poco queda rebasado por los nuevos obispos auxiliares que ha nombrado, podría obtener los cargos directivos del Episcopado Mexicano y las comisiones episcopales ser ocupadas por los prelados recién nombrados.

“No será raro que este grupo presida la CEM para dar continuidad a la gestión de Robles Ortega, al plan pastoral de largo plazo con miras a 2030 que se generó durante su presidencia. Los documentos emitidos tienen una mirada de largo alcance, por lo que se buscará continuar con este trabajo”, indicó.

Acercamiento a los feligreses. Jorge Traslosheros, investigador del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM, resaltó que en los últimos años la Iglesia católica ha cambiado su estilo de acercarse a la feligresía, en la que defiende temas más ligados a la sociedad civil que a lo teológico al enfocarse en temas como la violencia, la migración y la pobreza.

Traslosheros consideró que la Iglesia católica buscará colaborar con el nuevo gobierno en temas como la construcción de la paz, la reconciliación y la atención a víctimas de la violencia.

“Hay un procesos de maduración civil en la agenda de la Iglesia, los temas en su agenda son más sociales, sin dejar de lado la defensa en rubros como la vida y la familia. En los últimos años los obispos han actuado desde la sociedad civil”, puntualizó.

El especialista comentó que la reducción de la violencia, la juventud, así como la atención a víctimas serán temas que continuarán por mucho tiempo en la agenda de la Iglesia.

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