Regularán a agentes extranjeros en México

Casi 48 horas ocupó el Senado para aprobar reformas a la Ley de Seguridad Nacional en materia de agentes extranjeros, que recibió del Ejecutivo, con el objeto de fortalecer el marco jurídico mexicano para el combate eficaz al crimen transnacional, como explicó a la asamblea la presidenta de la Comisión de Gobernación, Mónica Fernández Balboa.

En tanto, el líder de Morena, Ricardo Monreal Ávila, propuso, y fue aceptado por el pleno, que la Secretaría de Relaciones Exteriores no tenga facultades de control sobre los elementos de las agencias extranjeras, y que de ello se encarguen “las autoridades correspondientes”, como puede ser la Fiscalía General de la República, lo que quedaba fuera del proyecto original.

Con 71 votos a favor y 21 en contra, en ellos los del PAN y de Emilio Álvarez Icaza (sin partido), pasó en lo general el proyecto, y tras votación de las reservas, el presidente de la Mesa Directiva, Eduardo Ramírez, remitió la minuta de este asunto a la Cámara de Diputados, donde se espera que sea aprobada esta semana.

Mónica Fernández Balboa indicó que la reforma define en una ley la regulación de la actividad de agentes extranjeros, y ya no por medio de acuerdos de diversas dependencias del Ejecutivo y de la extinta Procuraduría General de la República (PGR).

Esta reforma, dijo la presidenta de la Comisión de Gobernación al presentar el dictamen, se diseñó con el objetivo de “regular las actividades de enlace de intercambio de información con autoridades mexicanas que desarrollan agentes del extranjero en el marco de los convenios y programas de cooperación bilateral suscritos por el Estado mexicano en materia de seguridad, y que contribuyan a preservar la seguridad nacional”.

En la discusión se destacó que se “establece que los agentes extranjeros podrán ser autorizados para internarse temporalmente en territorio nacional para el intercambio de información, en el marco de los convenios y programas de cooperación bilateral suscritos por el Estado mexicano en la materia”.

De igual forma se regula la interacción que tengan autoridades estatales y municipales mexicanas con los agentes, dijo la senadora Fernández Balboa, y en el caso de los extranjeros no tendrán inmunidad alguna si cometen delitos o infracciones.

Funcionará un Grupo de Alto Nivel, al tiempo que se establece un Grupo de Coordinación Operativa, como órgano auxiliar del Consejo de Seguridad Nacional, que coordinará y supervisará la ejecución de los convenios, programas, acciones o acuerdos de cooperación en esta materia.

Ricardo Monreal Ávila entró al debate de esta reforma y dijo que sólo la DEA de Estados Unidos tiene 11 oficinas en México, y que se desconoce cuántas agencias y número de elementos extranjeros operan en el país.

Hay agentes del Departamento de Justicia, alguaciles, FBI, Aduanas, Protección Fronteriza, Oficina de Defensa, de Investigación Migratoria, Antinarcóticos y procuración de justicia de Estados Unidos, entre otras, señaló.

“La presencia de agentes es conocida y es sabido que se ha [realizado] de manera poco regular y se ha extralimitado”, y la propuesta presidencial en la materia se dirige a los agentes policíacos de otros Estados y que radican en México”. Esto, subrayó, “fortalece la seguridad nacional y la soberanía”.

Explicó que desde 1900 ha habido funcionarios estadounidenses que recopilan información en México, y fue en 1978 que se supo que había 58 agentes de la DEA en México.

“En la actualidad hay 11 oficinas de la DEA, y este desconocimiento y exceso de agentes muestra que durante más de cien años esta presencia no ha sido regulada, se ha mantenido en la oscuridad y las autoridades negaron que existieran, y eso representa graves violaciones a nuestra relación bilateral”.

La oposición rechazó que se den facultades de seguridad pública y seguridad nacional a la SRE, como lo señaló el senador Emilio Álvarez Icaza, al indicar que la Cancillería carece de esas atribuciones en la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal. Esta postura, compartida por el PAN, obligó a que se cambiara el dictamen y la Cancillería quedara fuera.