El presidente de la Comisión de Economía del Senado, Gustavo Madero Muñoz (PAN), dijo que el problema no son las calificadoras de riesgos de deuda, que rechaza Morena y el gobierno federal, sino la realidad de que los planes de inversión de Pemex, no convencen y la empresa está sobreendeudada .

La bancada de Morena en el Senado informó que presentará una iniciativa a fin de que las autoridades retiren permisos de operación de las calificadoras de riesgos de deud

a. "Morena trata de crear sus propias leyes de Economía ", afirmó el panista

"Eso se llama castigar al mensajero", dijo Madero Muñoz , luego de reírse de la propuesta anunciada por el vocero de Morena, Salomón Jara Cruz, en conferencia de prensa.

Señaló que "hay una critica que se hacía a los emperadores que cuando alguien venia a traer malos reportes de una guerra o batalla, mandaban matar al mensajero". Aseguró: "El problema no son los calificadores, es la realidad".

Lo que ocurre es una desaceleración de la actividad económica , de la inversión, del empleo, del consumo, derivados de factores internos y externos.

"A nosotros nos toca preocuparnos por los internos, en los que tenemos posibilidad de influir, incidir y, sobre todo, este gobierno que no puede cancelar un aeropuerto y no entender que esa es una señal que va preocupar a todos los mercados".

Entrevistado por los reporteros en el Senado, Madero Muñoz consideró que "es arrogante de parte del gobierno federal y de Morena tratar de crear sus propias leyes de la Economía, que funciona con certidumbre, estado de Derecho, con reglas claras".

Agregó: "El dato preocupante no son las calificadoras, sino que la inversión está parada, que los empleos están perdiéndose, que no está habiendo crecimiento en el consumo, y eso es muy delicado".

A la pregunta de que si entonces, la iniciativa de revocar permisos a calificadoras es una ocurrencia, Madero Muñoz aseveró: "No entienden, no tienen ni la más puta y remota idea de lo que están diciendo".

Explicó que las calificadoras "son especialistas en medición de riesgos de pago de ciertos financiamientos, de pago de deuda, de qué tanta capacidad va a tener un emisor --léase empresa o país-- para hacerle frente a compromisos financieros".

Entonces, "ellos pueden operan desde Estados Unidos, desde China y dar opinión de lo que creen puede estar dándose en la capacidad de repago de Pemex, con la información que presenta a la Bolsa Mexicana de Valores y a la de Nueva York .

Pemex, dijo, "tiene la obligación de dar información pública y con ella cualquiera puede opinar si tiene suficiente capacidad de repago o no, y esa calificación la toman en cuenta los grandes fondos de inversión que manejan el ahorro de los inversionistas internacionales.

Para inversión se prefiere a los emisores que tienen mejor calificación, y muchos inversionistas están impedidos de invertir en papeles los que no tengan grado de inversión, que garantiza que esa deuda no esta corriendo un riesgo de repago.

Madero subrayó: "Cuando perdemos la calificación --y eso es lo que está en riesgo--, la calificación de deuda de Pemex, que esta más en riesgo de tener un deterioro, porque no esta convenciendo el Plan de Negocios de Pemex a los inversionistas".

El hecho es que Pemex está sobreendeudada. Obviamente tiene el respaldo del gobierno federal y por eso la han tratado bien, y lo que ahorita está preocupando a las calificadoras y a los mercados es el Plan de Negocios que está queriendo capitalizar a Pemex, pero para invertir en refinación no en exploración y producción de petróleo, sino en refinar gasolinas.

Por tanto, "el problema es muy grave, porque ahí tenemos muy mala experiencia: se generan pérdidas recurrentes en refinación. Eso es un poco lo que no está convenciendo a las calificadoras".

Lo que pasa es que Pemex contribuye con 30% de los ingresos públicos, y si Pemex falla, el gobierno federal va a empezar a tener problemas de ingresos y después, en uno,dos, tres años, el gobierno federal empezará a tener problemas de pagar su propia deuda.

Reiteró que en una ley no les pueden hacer nada a las calificadoras. "Es como si una universidad, un maestro, un estudiante quisiera dar una opinión sobre qué tan probable es que Pemex o el gobierno pueda o no pagar sus deudas".

Se trata, de una situación de capacidad de emitir una opinión técnica, financiera, sobre la posibilidad de pago de un emisor. Así que "no se puede limitar, censurar; no hay manera de tratar de callarlos, de impedir que emitan una opinión libre, independiente, de la capacidad de pago del gobierno o de las empresas paraestatales".

A la pregunta de si se trata de una vacilada, sostuvo que "es una pendejada".

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