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El Senado es una mascarada, describe el coordinador de la bancada del PT, Manuel Bartlett Díaz. Asegura que “PRI, PAN y PRD estuvieron asociados en un proyecto político que se expresa en reformas y leyes contrarias a los intereses del país, y ahora en un juego siniestro, se pelean”.

Las tres bancadas, agrega, “son aparatos medievales, conservadores y antisociales, a las que se agrega una supuesta sociedad civil, que son organizaciones vinculadas con intereses extranjeros que no representan a la sociedad mexicana”.

Bartlett Díaz se ufana de que su bancada criticó todo dictamen, lo votó en contra y sostiene que más de 600 nombramientos que pasaron por el Senado de la República fueron repartidos en una farsa por tres fuerzas políticas.

Entrevistado en su oficina, Bartlett remarca: “Se repartieron todo [durante] seis años, vendieron todo” como en un tianguis. Sostiene que en todos estos arreglos estuvo fuera, mientras que hubo senadores que en tribuna protestaron porque les hicieron trampa y les quitaron una asignación.

La Cámara Alta entonces operó con un método mafioso de repartirse el poder. Comenta que cuando el encargado de la PGR, Alberto Elías Beltrán, despide a Santiago Nieto Castillo como titular de la FEPADE, se aliaron PAN, PRD y PT en defensa del servidor público que había investigado el caso Odebrecht. Una semana duró su oposición unificada y de pronto, [Fernando] Herrera Ávila y [Luis] Sánchez Jiménez abandonaron el propósito.

“De repente se arreglaron con Emilio Gamboa y aceptaron el despido del fiscal y que se nombrara al siguiente”, dice.

Casi al cierre del último periodo ordinario, “estos dos traidores” estuvieron negociando 10 horas con Gamboa la designación de dos comisionados del Inai, y “exigían uno y uno lo de siempre: querían el suyo [su fiscal], pero no se los dan porque no se ponen de acuerdo en cuáles, y Herrera me pide que rompamos el quórum (...), los aliados son ellos”.

¿En casi seis años en el Senado, qué cambió en usted?

—Soy más viejo seis años.

¿El factor Andrés Manuel López Obrador impactó en su bancada?

—El PT inició con cinco senadores y al final somos 19, por ese movimiento que ha ocurrido en todo el país de sumarse a Morena, a la campaña de [Andrés Manuel] Lopez Obrador, aquí senadores de todas las fuerzas [PRD, PAN, PRI] se fueron a Morena, nos estructuramos y nos fortalecieron. Desde el primer día al último, el PT fue oposición.

¿Qué calificación le daría al Senado?

—Es un Senado fallido. Se produjeron unas de las legislaciones más dañinas para México por sus reformas estructurales, la política fiscal que endeudó al país.

Se permitió la corrupción sin límites, la profundización de la violencia del Estado policiaco-militar que aquí se montó con una serie de reformas de facultades al Ejército, y todo lo votaron los tres juntos —PRI, PAN, PRD—, Los tres alegres compadres que ahora se pelean.

¿Un Senado fallido, en qué más?

—El sistema anticorrupción nunca salió. Es el Senado que no hizo ninguna labor en materia de corrupción y la cual permitió, al no hacer nada con su mayoría por ellos combinada; lega al país una tragedia.

¿La Cámara Alta funciona con comisiones frágiles y en contraste su sede sirve de tianguis y para montar ciertas exposiciones?

—Venden cargos, venden todo. Este tianguis es hasta agradable, convierten en Tepito la zona principal. Han vendido al país. Organizaron una Suprema Corte con ministros que no sirven para nada y que los mandan para servir sus intereses y evitar que no prospere un amparo contra la reforma energética llena de violaciones.

Cuando se trató de hacer una consulta que está basada en la Constitución y las leyes se reúnen las firmas que impulsa López Obrador, dice la Corte: “Fíjense que no se puede, la reforma energética no es energética, es fiscal”, y no procede.

¿El reparto de nombramientos marcó este Senado?

—Los que conocemos la historia del PAN y PRD nos podemos reír de la mala farsa de cuando se salieron en el último nombramiento de comisionados, cuando habían votado todo juntos con reparto de nombramientos.

Hubo una declaración en tribuna de Héctor Larios [Córdova], en protesta porque al nombrar a unos magistrados le quitaron al suyo. Eso fue precioso porque denunció el método mafioso de repartirse secretamente los cargos.

¿Fue una Cámara Alta abierta a la participación de la sociedad civil?

—Cuando Andrés Manuel [López Obrador] dice que desconfía de la sociedad civil se refiere a organizaciones que no representan a la sociedad mexicana.

Tenemos los datos: organizaciones como transparencia es un organismo internacional pagado por intereses extranjeros; esa es la supuesta sociedad civil.

¿Su grupo estuvo en contra del Pacto por México?

—Ese pacto definió al Congreso [de la Unión]. Es resultado de un acuerdo cupular, no consultado con las bases del PRD, PAN y PRI, con una serie de compromisos de apoyar a [Enrique] Peña Nieto. Ese documento es un catálogo de principios de profundización del programa neoliberal de la OCDE, FMI y Banco Mundial.

¿Ustedes repudian las reformas?

—Este es un sexenio de leyes medidas, completamente contrarias a los intereses del país. Resultado: la pobreza, la violencia, la tragedia.

¿La oposición abandonó después el Pacto por México y, sin embargo, los acuerdos siguieron?

—Claro.

¿Pese a las escaramuzas que hubo?

—Hasta en la familia se pelan por la avena o el pedazo de pan. Es un juego siniestro, PAN, PRI, PRD estuvieron aliados hasta el día de esta ceremonia de clausura de las Legislaturas.

¿Esto es un juego de máscaras?

—Hay una fuerza muy clara que se llama PAN, PRD, y lo que queda del PRI.

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