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CDMX.- Elba Esther Gordillo Morales inició su carrera política en 1970 en el Estado de México cuando se convirtió en delegada del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación ( SNTE ); 20 años después asumía el poder dentro de la gremial que no soltó durante 24 años cuando, siendo considerada la mujer más poderosa del país, fue encarcelada tras un enfrentamiento con el Presidente .

Ambiciosa y determinada, la maestra salió de un ambiente de privaciones en que nació en el municipio de Comitán, Chiapas ; desde niña, su facilidad para expresarse le agenció varios triunfos en concursos infantiles de oratoria.

Salió hacia la Ciudad de México con su hermana y su madre

, quien se había enrolado como maestra rural para sostener a su familia. Llegaron a Ciudad Nezahualcóyotl cuando la joven Elba Esther acababa de terminar sus estudios de maestra normalista y su vida empezó a cambiar.

En 1970 conoce a Carlos Jongitud Barrios

, líder nacional del SNTE y quien se convertiría en su mentor; ingresa al SNTE y al Partido Revolucionario Institucional ( PRI ). Tres años después, con el apoyo de su mentor, fue nombrada delegada sindical del SNTE en Ciudad Nezahuálcoyotl.

Se convirtió en secretaria general de la sección 36 en la zona metropolitana del Valle de México y asciende en la escala política hasta que en abril de 1989, el presidente Carlos Salinas de Gortari la nombra secretaria general por el XVI consejo nacional extraordinario del SNTE . La “maestra” fue apoyada por Salinas, en lo que se considera una traición a Carlos Jongitud Barrios quien fuera su padrino político.

Como líder del SNTE, participó en uno de los acuerdos más importantes en el tema educativo, la que fue considerada una de las grandes “reformas” al sistema: el acuerdo para la descentralización educativa en negociaciones entre la autoridad y el Sindicato en 1992.

A partir de este acuerdo, se transfirieron a los estados plazas federales y la administración de la nómina magisterial; dado que los gobiernos estatales eran los “patrones”, se estableció una doble negociación del contrato colectivo de trabajo.

Como priísta fue secretaria general de la CNOP, diputada federal y secretaria general del partido. Durante la administración de Vicente Fox, el apoyo que le dio al presidente en el tema del gravamen con IVA a alimentos y medicinas, le generó un enfrentamiento con Roberto Madrazo: ella como coordinadora de la bancada del PRI en el congreso y él como dirigente nacional del partido.

A la postre, el enfrentamiento entre ambos resultó determinante como también lo fue, años después, el apoyo que le dio al entonces candidato presidencial Felipe Calderón Hinojosa del PAN, lo que le ganó la expulsión del PRI.

En su momento, Andrés Manuel López Obrador la acusó de haber formado parte de la operación del triunfo y presunto fraude en la elección presidencial de 2006.

Durante el sexenio de Felipe Calderón, “la maestra” logró colocar a sus cercanos en puestos importantes dentro del gobierno federal: su yerno fue nombrado subsecretario de Educación Básica en la SEP; Miguel Ángel Yunes al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE); Roberto Campa en el Sistema Nacional de Seguridad Pública; y Francisco Yáñez, en la Lotería Nacional.

A lo largo de su carrera en el sindicato, Elba Esther Gordillo se reeligió varias veces como líder de la gremial; hasta antes de ser encarcelada, fue reelegida en tres ocasiones: 2004, 2007 y 2012.

El 26 de febrero de 2013, fue arrestada por la Procuraduría General de la República, acusada de lavado de dinero, delincuencia organizada y defraudación fiscal por recursos que podrían ascender a dos mil millones de pesos.

LUJOS Y MÁS LUJOS

A lo largo de su carrera como dirigente nacional del sindicato, una de las características que distinguió a “la maestra” fue su afición por el lujo. Después de su arresto, se le descubrieron al menos ocho propiedades en la Ciudad de México y otras en Estados Unidos; botes de lujo, jetskis en California y colecciones de bolsas de las marcas Birkin, Kelly y Hermes, aunque también usaba marcas “más económicas” como Prada de 30 mil pesos y Louis Vuitton de 60 mil pesos, según reportó EL UNIVERSAL; para vestir, prefería Chanel pero también usaba Prada, Gucci y Louis Vuitton.

“Su gusto por los bolsos que acostumbraba comprar, no sólo era por modelo, sino por monto, es decir, la maestra pagaba una cifra específica y la tienda en cuestión debía enviar tantas bolsas como se pudieran comprar con ella”, reportó EL UNIVERSAL el 27 de febrero de 2013, a día de su arresto.

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