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En el fragor de cambio de régimen, el presidente del Senado, Martí Batres Guadarrama (Morena), desde el mirador que son sus libros, más de ocho mil títulos, dice que estos son manantial de sus ideas y reflexiones, y en ellos ha encontrado la arcilla de su "pensamiento de izquierda, libertario".

Recorre sus altos y poblados libreros, y dice: "Siempre hay que mantener la mente abierta; le tengo un gran amor a los libros, y trato de inculcarlo a mis hijos. Yo fui educado así, y me inscribo en el pensamiento universal, más amplio que el pensamiento de izquierda".

"A los 14 años ya tenía un librerito", en casa de mis padres, hogar con muros cubiertos con libreros llenos. Y en la adolescencia empecé con temas del Tercer Mundo, América Latina, Chile de Allende, Nicaragua, China, Vietnam, Cuba.

Casi a un año de haber asumido la presidencia del Senado, en su casa de clase media en el centro geográfico de la capital del país, hijo de maestros normalistas, interesado precoz en la Revolución Mexicana, el político Batres muestra el cuartel de sus ideas.

Sala, comedor, donde haya muro en casa, allí hay libros. Señala dónde se ubican diversos temas y etapas de su lectoría; como es tocar una tecla de piano, así toma un volumen, al caso, los entrañables, y para el tema de Lázaro Cárdenas abre los brazos para marcar el espacio del "mejor gobernante que ha tenido México".

Elogia a Octavio Paz, por el Ogro Filantrópico; por supuesto, tiene subrayado y releído el Sistema Político Mexicano, de Daniel Cosío Villegas.

Otra de sus ramas de estudio es el anarquismo que, dice, "es cosa seria": Los títulos sobre León Trotsky son numerosos, y comenta que el revolucionario soviético es uno de los pensadores de la igualdad de hombres y mujeres. Muchas de las feministas tienen formación original trotskista, señala.

En la perspectiva de género, lee líneas de El Segundo Sexo, de Simone de Beauvoir, y de la obra de Marta Lamas destaca la Acción Afirmativa que la feminista plantea para concretar el principio de igualdad.

Gramsci y Maquiavelo tienen nicho en la biblioteca del político, y la sección de biografías es el marco de Juárez y su México, de Ralph Roeder.

Con entusiasmo señala la Sucesión Presidencial, de Madero, a quien llama "auténtico liberal", y recita de memoria una estrofa de Salvador Díaz Mirón: "No intentes convencerme de torpeza con los delirios de tu mente loca..."

Es una pausa de Batres Guadarrama en el primer verano de la cuarta transformación.

—¿Cuántos títulos?

—Más de ocho mil, por ahora. Aquí tengo algunos con los que empecé en la adolescencia, como sobre Salvador Allende, el golpe militar, la experiencia de la democracia en su proyecto.

—¿Esta sección?

—Historia de México. Libros primeros. Este librito de ensayos de Arnaldo Córdova, Gerardo Unzueta, Edmundo Jardón Arzate: La Revolución Mexicana y la Lucha Actual por la Democracia. Está fechado, "octubre de 1984". Tiene 35 años conmigo.

—¿Le importa la Revolución Mexicana?

—Muchas de mis primeras lecturas son de la Revolución Mexicana. El tema me ha apasionado siempre. Aquí tenemos, La Revolución Interrumpida, de Adolfo Gilly. Un librazazazazo.

—¿Favorito?

—Este es de Octavio Paz: El Ogro Filantrópico. Un librazo. Crítica al Estado mexicano autoritario y social al mismo tiempo. Reformador. También es crítica al sistema soviético. Es un libro que me impresiona mucho.

Tiene una tarjeta (de separador). No es casual. Está apartado algo.

En esta página habla de las carencias. Dice Octavio Paz: "Una de las carencias más grandes de México y de América Latina es la inexistencia de una tradición socialista democrática".

Habla de lo grave de ello. Del desgaste que tiende a sufrir el PRI. Este es libro de los setentas y dice:

"Sin embargo, hay otro remedio. Es un remedio que es visto con horror por la clase política mexicana, dividir al PRI. Tal vez su ala izquierda, unida a otras fuerzas podría ser el núcleo de un verdadero partido socialista".

Es casi profético, el PRI se dividió más de una década después, cuando viene la ruptura de la Corriente Democrática del PRI.

—¿Así fue?

—También en la adolescencia leí la Historia de la Revolución Mexicana, de Heberto Castillo, escrito en Lecumberri, de 1969 a 1971. Lo he de haber adquirido en 1980 y su lectura me apasionó. Otro de mis favoritos: Arnaldo Córdova, La Formación del Poder Político en México. Muchos años después leí de Luis Javier Garrido, El Partido de la Revolución Institucionalizada.

—¿Gran tema?

—En El Sistema Político Mexicano, de (Daniel) Cosío Villegas. Dice que hay dos elementos: El Presidente Imperial y el partido oficial. Es como una monarquía sexenal. El Presidente es un monarca seis años y después pierde el poder. Por eso se estilaba que los expresidentes ya no hablaban al terminar su sexenio, en el que tenían poder absoluto. Eso ya cambió por mucho.

—¿Tantos más libros?

—Este es un apartado que está en mi corazón. Es del general Lázaro Cárdenas. Biografías, muchas. La de (Enrique) Krauze, El General Misionero, excelente. La de Fernando Benítez, Cárdenas y la Revolución Mexicana. Anatol Shhulgovsky, México en la Encrucijada de su Historia. Este, del propio Cuauhtémoc Cárdenas, Cárdenas por Cárdenas. Este es muy bonito: Lázaro Cárdenas, de Jesús Romero Flores el último Constituyente. Aquí tengo cosas de Cuauhtémoc y de Porfirio Muñoz Ledo.

Para mí, Lázaro Cárdenas es el mejor gobernante que ha tenido México, es el que ha podido desarrollar un programa revolucionario social.

—¿Es muy grande la dotación de Cárdenas?

—Aquí tengo Gramsci, Trotsky, los anarquistas. El anarquismo es cosa seria. Aquí hay pensamiento. Este es un clásico, La Conquista del Pan, de Piotr Kropotkin; La Libertad de Bakunin. Son obras clásicas. Nosotros tenemos un gran anarquista que es Ricardo Flores Magón.

Y tenemos a Trotsky. Este es una joya, lo heredé de mi papá. Es de 1936, el proceso que se sigue en su contra: El Complot Trotskista, de inspiración oficial; el Libro Rojo, de León Zedov, hijo de León Trotsky.

—¿Rica biblioteca en este tema?

—Este es un libro muy bonito, de Olivia Gall, Trotsky en México. Aquí dice Trotsky:

"Uno tiene realmente la impresión de que el único gobierno valiente y honesto de esta época es el gobierno de Cárdenas".

Acá señala:

"Aunque Stalin se diga comunista desarrolla en realidad una política reaccionaria. El gobierno de Cárdenas, que no es comunista, desarrolla aunque sea en pequeña escala una política progresista". Es un libro muy interesante.

Diálogo con los libros

Cuando voy trabajando un libro subrayo, hago notas al margen, muchas anotaciones que después se convierten en mis textos, en mis reflexiones. El gusto por los libros es de herencia.

En la casa, mis padres tendrían unos tres mil volúmenes, la mayor parte de Educación. Eran maestros normalistas. Mi madre, en Normal Superior y en la Universidad Pedagógica Nacional.

Había un muro lleno de libreros metálicos en el que se ponían los entrepaños al gusto, se atornillaban. Mi papá fue llenando toda la pared de libros de Educación, Historia de México, de cuestiones políticas, de literatura.

En la adolescencia, a los 13 años, empecé a hacer mi propia biblioteca. A los 14 años yo tenía un librerito de mis libros. De entonces aquí tengo de Chile, Nicaragua. En aquella época empecé a participar. Estaba muy fresca la Revolución Nicaragüense.

Mis libros de China. Yo era admirador del proceso chino. Tengo muchos libros de China, Vietnam, Cuba. Aquí hay un pedacito de aquellos viejos libros.

Acá, hay una parte muy importante: México, Historia de México. Ensayos de la Revolución Mexicana, de Adolfo Gilly, Arnaldo Córdova, Armando Bartra, Manuel Aguilar Mora y Enrique Semo.

"Junio del 83", es mi marca. Estos son subrayados de mis primeras lecturas, muchas de la Revolución Mexicana, tema que me apasionó siempre. Son libros que marcaron mi adolescencia, como La Revolución Interrumpida de Gilly; El Ogro Filantrópico de Paz; Historia de México del Siglo 19.

Aquí tengo sobre el pensamiento político mexicano, tanto el liberalismo, como la izquierda y conservadurismo. Tengo varios libros sobre el PAN, como este sobre la historia del PAN y otros, éste que me apasionó mucho.

Este es El Reto de la Izquierda, de Roger Bartra, de 1982, cuando nace el PSUM. Es un libro muy bonito. Después Roger Bartra se hizo muy conservador pero no le quita mérito a su libro que es muy interesante.

Aquí hay biografías. Mis Tiempos, de José López Portillo; de Juárez, de Álvaro Obregón, Pancho Villa, Zapata. Las memorias de Gonzalo N. Santos. Tengo de López Mateos y otros más. De Miguel Alemán, un librito interesante que me regalaron, Sala de Armas Miguel Alemán González, muy bonito.

En el apartado de Cárdenas, también tengo la biografía de Arturo Anguiano, Cárdenas y la Política Obrera del Cardenismo. El de Raquel Sosa, Los Códigos Ocultos del Cardenismo.

Los discursos de su campaña presidencial es un libro que sacó el PRI; este de Carlos Martínez Asaad sobre la confrontación de Cárdenas con la rebelión cedillista.

Encuentro frecuente de libros y lector

A los libros, me los voy encontrando en exposiciones, en librerías de viejo donde he encontrado varios de Lázaro Cárdenas, que para mi es el mejor gobernante que ha tenido México, pues es el que ha podido desarrollar un programa revolucionario social.

Arriba (del librero frente a él) tengo un capítulo de Vicente Lombardo Toledano y el movimiento obrero. Todo tiene que ver con México, la Ciudad de México, estados de la república; la cuestión indígena; zapatismo y campo.

La colección de Fernando Benítez, Los Indios de México, ahí está. Y hay libros sobre el zapatismo nuevo, como La Marcha del Color de la Tierra. Este libro de los acuerdos de San Andrés, de Luis Hernández Navarro es muy bueno. Este otro es reciente de Armando Bartra, Los Nuevos Herederos del Zapatismo.

Llegamos a este otro segmento sobre las políticas económicas neoliberales; todo esto. Aquí está el libro Cambio de Rumbo, de Miguel de la Madrid; lo he referenciado en varios textos.

En efecto, con Miguel de la Madrid comienza el viraje neoliberal; la información que tiene es muy interesante. Están cosas del TLC y análisis de la política económica de entonces.

Tenemos libros sobre la situación contemporánea de México. El 68, otros análisis de los últimos sexenios: de Zedillo, Camacho, Salinas, etcétera.

Arriba también, el análisis crítico de la realidad mexicana; libros de Monsiváis y Elena Poniatowska, De Monsiváis: Entrada libre, Días de Guardar, que son libros clásicos; recopilaciones de crónicas de Monsiváis, también clásicas.

A un lado, tenemos biografías de líderes políticos del mundo u otro tipo de personajes como Bill Clinton, Gorbachov, Mao (Tse-Tung), Alejandro Magno, Lorenzo "El Magnífico”. También hay de García Márquez, Orwell y Freud.

Hay, de Mario Puzo, Los Borgia, del cual es muy interesante todo el análisis de cómo Alejandro Borgia va conquistando los reinos que estaban dispersos en Italia a partir de ir estableciendo relaciones de parentesco, de sus hijos o familiares, con quienes estaban al frente de los diversos reinos y se va apoderando de los mismos. Es una novela bien contada.

También arriba tenemos biografías; esta es una gran biografía de Fidel (Castro), Fidel, Un Retrato Crítico, de Tad Szulc. No es la propaganda americana anti cubana, tampoco es apología oficial del gobierno cubano, es una biografía que reconoce toda la trayectoria de este liderazgo político y tiene sus aspectos críticos.

Churchill, la Revolución Francesa y España, tanto históricamente, como los temas de la transición española.

Más obras de Trotsky, por ejemplo, La Mujer y la Familia, que tengo marcada: “Martí Batres, septiembre de 83”; este texto desarrolla una serie de planteamientos sobre la igualdad en el seno de la familia.

Trotsky fue de los revolucionarios, de aquel entonces, que teorizaron sobre el tema de la mujer y la familia. Por eso no es casual que muchas feministas en México se hayan hecho en el trotskismo; por ejemplo, Patricia Mercado presentó en el Senado, en estos días, un libro titulado Feministas Trotskistas. Ella estuvo en el PR.

Volviendo a Gramsci, se dice que él es un gran teórico de la superestructura. De su bibliografía tenemos Cuadernos de la Cárcel, que no es un libro sistemático, son notas, muchas notas, en la cárcel. “Batres Guadarrama, 1982”.

Notas sobre Maquiavelo y Lenin, es interesantísimo, de Gramsci. Este era de mi mamá, que en paz descanse y tiene escrito: “Rosario Guadarrama Leal, 1980”. Aquí Gramsci habla de Maquiavelo, lo reivindica, dice:

"A quien le escribe Maquiavelo? Escribe un tratado para los príncipes, pero (dice Gramsci) Es difícil que sea para los príncipes. Los Príncipes saben las reglas del poder”.

Agrega que “es un libro escrito para afuera para que el pueblo conozca las reglas del poder, y si no lo pretendió, así sucedió”.

El libro de El Príncipe tiene cinco siglos y es un gran libro de referencia que es considerado el libro del nacimiento de la Ciencia Política.

Este es un librazo: La Sucesión Presidencia en 1910. Tiene facsímil del manuscrito de Madero y la impresión que conocemos. Una parte cambió. Es una joya del centenario de la Revolución Mexicana, un acercamiento al pensamiento de Madero, que era un auténtico liberal y hombre con notable sensibilidad política, mayor a la que se le atribuye, generalmente.

Madero en este libro valora a la iglesia, pero critica al clero su sumisión al poder del porfiriato. Hace una relación de los grandes soportes del liberalismo y de Juárez y, no obstante, crítica los errores por los cuales pierden el poder los liberales frente al porfirismo.

Hace una relación de cómo Porfirio llega al poder a partir de asonadas hasta que la última le va a funcionar. Nunca llega al poder por la vía democrática, llega por golpes militares y se queda por el uso de la fuerza. Tiene un aporte sobre la cuestión social obrera; es un libro hermoso.

Libros favoritos

Otro de mis favoritos, El Hombre que Amaba Los Perros, tiene casi 800 páginas; cuando lo empecé no lo solté. Es historia de la Unión Soviética, de la República Española, de México. Conecta muchas cosas, es biografía de Trotsky, de Stalin; tiene referencias de Cuba. Es crítica muy fuerte a la desviación del proceso revolucionario soviético y no deja de ser crítico con Trotsky.

Del mismo modo, recuerda la matanza de Kronstadt, que es un ajuste contra marinos anarquistas a manos de Trotsky, en el marco de la defensa de la Revolución con métodos que fueron aplicados después contra él. Es apasionante.

Otro favorito. Mitterrand, Historias interrumpidas. La primera parte es cómo da la lucha hasta llegar al gobierno. El texto refleja como tiene que construir su liderazgo pues compitió tres veces y ganó a la cuarta. Muy europeo eso.

Se estila que un liderazgo se va construyendo a partir de las competencias electorales; algo parecido ha pasado en México recientemente.

Mientras Mitterrand tiene que enfrentar el liderazgo, muy fuerte, de De Gaulle (líder político mundial) surge la pregunta, ¿cómo hacerse camino? Y construye una línea de oposición y años más tarde la unidad de la izquierda.

El Partido Socialista que encabezó Miterrand tuvo muchas diferencias con el Partido Comunista, pero dice: “Tiene que darse la unidad de todo el movimiento popular para triunfar".

Tiene la frase que le oí a López Obrador en la campaña del 2000, en competencia por la Jefatura de Gobierno; dice: "Hay que anclarse a la izquierda”.

Del mismo modo Mitterrand dice: “No hay otra estrategia para los socialistas que no sea este anclaje en la izquierda y en la unión de la izquierda. No aceptarlo significa no sólo perder la fuerza y la identidad, sino correr irremediablemente hacia el fracaso".

Andrés Manuel lo cita en el 2000, cuando estaba muy diluido el proyecto político, porque Fox estaba avanzando como oposición al PRI y la única forma de sobrevivir, dijo, era anclarse a la izquierda.

Otro que, de tanto traerlo en la mano, se desgastó: Juárez y su México, de Ralph Roeder. Es un libro que el Gobierno mexicano mandó hacer en 1972, o poco antes, frente al centenario de la muerte de Juárez.

De aquel libro, el morenista menciona, que es extraordinario, tiene muchas cosas. Por ejemplo, habla de cómo Juárez iba a cambiar “la cómoda indolencia de la burocracia y la ociosidad oficial por una burocracia reorganizada, con rígida disciplina y pago regular. Así ganó conciencia nueva de lo que significaba el servicio público.

El reloj se sintonizaba a las nueve de la mañana, cuando Juárez llegaba a la oficina”.

Sobre Nelson Mandela el presidente del Senado posee un ejemplar de Nelson Mandela, El largo camino hacia la Libertad, del que resalta la impresionante la fortaleza del ex mandatario sudafricano quien al salir de prisión participa en la transición del Apartheid en los 90.

"En mi infancia, mis padres hablaban de Nelson Mandela, un preso político que estaba en Sudáfrica y se hablaba de él sobre todo en el movimiento progresista del mundo".

Desde los años cuarenta empieza a participar y da la lucha en el terreno civil; a la par crece el racismo y le va a tocar la peor parte. Cuando llega al poder en Sudáfrica estalla la tendencia más racista del grupo de gobernantes blancos.

Cuando es arrestado se vislumbraba que iba a ser condenado a muerte, y él utiliza el proceso en su contra para su defensa jurídica y crecimiento como líder político. Pasa 27 años en la cárcel; es una gran biografía.

En ese entonces (los años noventa) Mandela está, clandestinamente, al tanto de lo que pasa en el mundo y empieza a darse una presión muy fuerte en el mundo del proceso mundial de democratización.

Cuenta que llegó el momento de hablar con el jefe del Estado y desde la cárcel busca a Frederick Leclerc para hablar con él y establecer una negociación para abrir la transición. Estando en la cárcel pide hablar por teléfono con el mandatario de su país.

Esta es crónica de Pier Kalfon, corresponsal de Le Monde, en Chile. Todas sus notas, desde que triunfa Allende y la ofensiva; la campaña de difamación, los actos de la derecha, atentados, el mercado negro, el boicot económico; va contando todo.

La lectura de este libro fue dolorosa para mí, confiesa Batres, no fue tan romántica, agrega al comentar que (Salvador) Allende es uno de los personajes que inspiran su romanticismo político.

Relata cómo se van dando las provocaciones, los asesinatos, y Allende como nunca cae en la lógica de la violencia y se mantiene hasta el último de sus días en la legalidad y en la vía pacífica que protestó defender.

Es muy interesante cómo después de todo un proceso muy turbulento, vuelve a ganar las elecciones su coalición, con más porcentaje que cuando él ganó la Presidencia y, después de eso, viene el golpe de Estado.

Religión, judaísmo, masones, derecho

El Zohar me lo regalaron, es como místico. Ahí (en la sección del librero) todo es de religión. Historia de la iglesia Católica, biografía de Juan XXIII, La Reforma y textos sobre Sergio Méndez Arceo, Marxismo y Cristianismo, La Religión y El Estado. Hay de todo, sobre judaísmo, masones, parte de la cultura en general.

La Ética Protestante, de Weber, ahí está; es un gran libro que explica la relación entre el protestantismo y el capitalismo desarrollado de Estados Unidos.

Dice Weber que una diferencia entre los católicos y los protestantes es que los protestantes trabajan mucho para vivir mejor y los católicos quieren vivir tranquilos.

Otro sociólogo dirá por qué son más constantes los suicidios entre los protestantes y menos entre los católicos.

De la literatura, de mis favoritos, Milan Kundera que lo empecé a leer muy joven. Leí La Broma, en el 86. Trata de la historia de un militante comunista de Checoslovaquia y hace una broma política, por cierto relacionada con Trotsky, a partir de ahí, defenestrado para siempre.Es un libro muy interesante.

Acá esto es literatura, todo este librero. Aquí tengo La Enciclopedia Hispánica, la gran Sopena. Este que ya perdió el lomo es El Diccionario de Ciencia Política, de (Norberto) Bobbio; es magnífico. Este otro libro es bonito, es de Rodrigo Borja, La Enciclopedia de la Política.

Uno de los clásicos que más me gusta es El Retrato de Dorian Gray, es una historia fenomenal. Hay una parte en la que Dorian Gray, que acude al teatro, escucha a una chica cantar, le fascina ir a verla. Ella se da cuenta y se va dando una conexión, a tal grado que ella renuncia a su cargo para estar con él. Cuando Dorian lo sabe se desenamora; estaba enamorado de lo que era ella en el escenario como cantante.

Una escritora muy feminista

Ahí tengo una de mis autoras favoritas, Almudena Grandes, una autora española por cierto muy feminista. Tiene mucho libros, el más conocido es Malena es un Nombre de Tango. Con ese título se hizo una película y es una historia de vida, de familia, de mujeres, de liberación de las mujeres.

Grandes es autora también de Las Edades de Lulú, de la que sale la película erótica si no me equivoco de Bigas Luna; formidable y el libro también muy apasionante.

Tiene otro libro, Castillos de Cartón, que son historias estrujantes de amor, de sexualidad de adolescentes. Es una gran autora, de mis favoritas, tiene gran prosa.

Por ahí tengo libros de Gabriel García Márquez. Con él empecé leyendo La Crónica de una Muerte Anunciada; cómo va escribiendo en varios planos, es una historia contada desde distintas ópticas.

Luego empecé a leer, evidentemente, los Cien Años de Soledad, prácticamente tiene uno que tomar papel y lápiz, haciendo las cuentas, los crucigramas de la familia, los parentescos, que ya los ponen en libros más recientes. No son cien años, dicen que son un poco más.

En la juventud, estaba en el movimiento estudiantil y leí El Amor en los Tiempos del Cólera. La película no me gustó mucho, el libro es una biografía donde se mezcla mucho todo el sufrimiento por el desamor, es la historia de un amor no correspondido a lo largo de toda una vida, compensado por una vida erótica sin freno, taxativa, sin obstáculo.

El General en su Laberinto, que es una desmitificación muy fuerte de Bolívar. Hay otros textos, donde hay un cuento, es muy fuerte. Yo Sólo Quería Hablar por Teléfono. es otro texto que aquí, en México, se convirtió en una película llamada María de Mi Corazón, con María Rojo. Es una de mis películas favoritas; uno al verla sale llorando.

María de Mi Corazón es la historia de una chica que por accidente llega a un hospital psiquiátrico y el personal nunca se da cuenta que ella no es paciente, la patologizan y se pierde; al final queda alienada. Es crítica a la visión del hospital psiquiátrico, un instrumento muy represivo.

Algo de eso hablaría Michael Foucault, él tiene una visión de la política sumamente interesante y una elaboración de lo que llama biopolítica.

En el caso de la política, en el homenaje a María de los Ángeles Moreno cite un texto de Foucault que dice: “el poder no es el exterminio del otro, el poder es la capacidad de influir en las acciones del otro. El poder son relaciones, son acciones que determinan otras acciones, para eso tiene que existir el otro, y las relaciones de poder que se ejercen sobre el otro a veces cambian, y aquel que es el objeto de poder puede convertirse en quien ejerce el poder”. Es una reflexión interesantísima.

Dice él “el fascismo niega el poder, en el totalitarismo no hay poder. En realidad no existe esa fuerza que es el poder, porque el exterminio del otro implica la imposibilidad del ejercicio del poder”.

Foucault tIene toda un aparte de la biopolítica que es toda la relación con los temas de salud, sexualidad; de los hospitales, los hospitales psiquiátricos, la higiene. En fin, hace teorizaciones interesante sobre elementos que consideramos neutros, generalmente, pero que no lo son, que van determinando conductas.

Voy a hablar de autores no políticos, uno de mis favoritos es Alberoni que tiene una serie de libros sobre temas ético-sicológicos, ético-filosóficos. Hay varios que me impactaron; uno está por acá, si no me equivoco, es El Erotismo, un libro increíble que debe ser de mediados de los ochenta. hace un análisis muy minucioso del erotismo en hombres y mujeres.

Mientras que a los hombres les emociona eróticamente, la expresa y determinada sexualización, que es el caso de la pornografía; para las mujeres el erotismo no es expresamente sexualizado, está basado en los símbolos que muchas veces se conocen en la novela rosa, pero eso el hombre no lo entiende. Son dos erotismos diferentes. Lo que es erótico para el hombre no lo es necesariamente para la mujer, que rechaza ese erotismo expreso, le llega a parecer burdo, grotesco y el hombre no se emociona con la visión erótica de las mujeres.

Alberoni también explica el enamoramiento en otro libro que se llama Enamoramiento y Amor donde explica sus diferencias. Dice: “la mujer no cede fácilmente frente al hombre, tiene que ganarse la confianza el hombre”.

El hombre que llega y buscando conquistar a la mujer, y lo rechaza, desiste. Para la mujer ese hombre no vale la pena; vale la pena el hombre que insiste. Pone de ejemplo cuando llega el hombre a casa de la mujer, lo recibe en la puerta y lo rechaza; si regresa, lo recibe en la antesala; si no regresa lo pasa a la sala y hasta ahí llega y si persiste ella le irá dejando entrar hasta la recámara, pero el hombre que se rindió en el camino, se perdió.

En ese proceso la mujer se enamora del hombre, lo considera un objeto de amor valioso, porque a pesar de los rechazos continuos de la mujer él persiste, pero también el hombre se enamora de la mujer en ese proceso, porque de tanto luchar por ella se convierte en meta la realización de ese amor, y dice es en ese proceso donde se da el enamoramiento de ambos. Es un libro formidable.

Otro autor ético-filosófico, Erich Fromm, es una maravilla. Su libro más conocido es El Arte de Amar, donde el amor como un hacer, no como un sentir, dice es una acción. El amor no es sentir y enamorarse y desgarrarse el pecho. El amor es la acción propiamente donde se demuestra esa entrega, ese dar del ser humano.

Está El Miedo a la Libertad, gran libro liberador; tiene otro libro que se llama Ser o Tener, donde hace la crítica de lo que él llama el narcisismo negativo de aquel que considera que es mucho lo que es y, en cambio, encomia Erich Fromm aquel que se considera importante por lo que hace.

Tiene otro libro, El Corazón del Hombre, esta convivencia del bien y del mal donde se cuestiona, ¿qué es el hombre?, ¿es bueno?, ¿es malo?; ¿cuál es su naturaleza? Erich Fromm es un gran humanista para hablar de otros autores que son importantes en la vida.

Ahí tengo (libros) del Derecho, (ya que) yo en principio soy abogado. Aquí tengo un clásico de Planiol Ripert, El Derecho Civil francés, de 14 tomos. No olvidemos que hay una gran tradición de Derecho Civil francés, a partir del Código Napoleónico, de 1804. Es un tratado muy conservador, un punto de referencia.

Esta colección la saca la Cámara de Diputados, es todo un análisis histórico de la Constitución.

Aquí tengo el Diario de los Debates del Constituyente de 16-17. Tengo acá la Historia del Congreso Constituyente de 1857, por Francisco Zarco.

El famoso libro de Ferdinand Lassalle, Qué es una Constitución, donde dice que la Constitución no es la hoja de papel a la que llamamos Constitución, sino que igualmente es todos los factores reales del poder. Esa tesis que expone está a debate.

Tengo obras nuevas en el ámbito jurídico sobre Derechos Humanos, sobre Derecho Electoral, que se han venido desarrollando; sobre el uso alternativo del Derecho, una reflexión nueva sobre el Derecho que me parece muy importante y debe profundizarse más.

Casi todo este librero (en la cabecera del comedor), salvo la parte de la última línea de arriba que tiene obras de otro tipo, casi todo es sobre Derecho. Los libros clásicos de Derecho, la Constitución, el Congreso, Diarios de Debates. El Diccionario Jurídico Mexicano que saco la UNAM, es un clásico.

El libro Simone de Beauvoir, El Segundo Sexo, es un gran libro, muy rico, del que se deriva aquella frase de “la mujer no nace, se hace”. Lo tengo muy subrayado. Es de finales de los años 40; a partir de ahí el feminismo se va a asentar en buena medida en la construcción de este libro.

Los roles de género, dicen las feministas, son una construcción cultural, no es algo natural, es decir, la idea de la mujer se va construyendo. Tiene una gran cantidad de citas filosóficas e históricas que va llevando a esas conclusiones.

Amor y género

Simone de Beauvoir dice que "para el hombre el amor es muy importante; para la mujer el amor lo es todo". Esto es muy interesante y tiene que ver con reflexiones que hablábamos hace rato sobre amor, erotismo y enamoramiento.

Beauvoir es una gran autora un punto de referencia, hablando del tema de la igualdad y la equidad de género. En sus textos hace análisis tremendos y elabora, en la descripción histórica cómo la mujer busca triunfar a través del hombre, de su hombre. La autora desentraña las expresiones más dramáticas de la desigualdad. Hay que educarse en la materia. Gran parte de la labor de las feministas es educativa, formativa, en buena medida.

Aquí tengo libros de Marta Lamas sobre el cuerpo y la diferencia sexual, el nuevo feminismo. Ella es una de las grandes feministas mexicanas que ha destacado en la elaboración teórica.

Lamas menciona en uno de sus libros, La Acción Afirmativa, los últimos feminismos y pone un ejemplo análogo de los negros y las universidades de Estados Unidos, cuando estas se abren a que los afroamericanos puedan realizar exámenes de admisión y no pasan los exámenes. El peso de la historia de represión sigue siendo demasiado, y lo que hicieron varias universidades fue abrir un espacio distinto, con reglas distintas para que la comunidad afroamericana comenzara a entrar a las universidades.

La llamada Acción Afirmativa es una de las formas que busca concretar el principio de que no se puede tratar igual a los desiguales porque se perpetúa la desigualdad.

Está la crítica a la idea de la igualdad ante la ley que en el liberalismo decimonónico dice: “Somos iguales en la medida en que somos iguales ante la ley”. Esta tesis se ve reflejada en los grandes movimientos sociales del siglo XX: el movimiento obrero, feminista, agrario y otros, en que se demuestra que la igualdad ante la ley, lo único que hace es ocultar la desigualdad real y perpetuarla.

Entonces, ¿eres patrón?, ¿eres obrero? Ambos son iguales ante la ley y lo que hace el Derecho Laboral es romper con el principio. Hay un filósofo magnífico, Gustav Radbruch, filósofo jurista que tiene un libro titulado Introducción a la Filosofía, en el que sentencia: “El Derecho Social surge cuando cuestionas esta regla del Derecho Privado, en el que todos somos propietarios; eso es falso.”

El Derecho Privado nos trata como si todos fuéramos dueños de un establecimiento comercial, como si todos fuéramos dueños de una casa, pero no es real, es una ficción jurídica.

Esa desigualdad se rompe cuando surge el Derecho Social que obliga a darle trato preferencial al obrero, trabajador, asalariado, porque reconoce una desigualdad real. Ahí se rompe la igualdad frente a la ley.

Todo este otro librero de acá es de bienestar social. Este lo hice cuando estuve en la Secretaría de Desarrollo Social. Es un compendio de temas de legislación, discapacidad, sobre adultos mayores, jóvenes, mujeres, infancia, población (en situación) de calle. Diversos temas y la Política Social ya teorizada.

Batres en el espejo

—¿Senador, cómo se ve usted en este espejo diverso de títulos?

—Veo mi pensamiento, el que he expresado.

—¿Ve al muchacho precoz de izquierda?

—Una parte. Yo empecé a los 13, 14 años, y es la época en que empecé a participar políticamente y veo a quien se forma jurídicamente y legislativamente y a quien abraza la causa de la libertad. La biblioteca va expresando esos distintos momentos.

—¿Libros que lo han acompañado para ser presidente del Senado?

—Me han acompañado a lo largo de toda mi vida. Cuando llegué a vivir aquí puse mi biblioteca en un cuarto. Cuando ya no cabían los libros, los puse en la sala, luego ya no cabían y los empecé a poner aquí en el comedor.

Los libreros no se pusieron de una sola vez. Los fui poniendo y cuando no fue suficiente el comedor, pasé al lobby, a la recepción. Puse libros en la bodega, en el cuartito o sino están en la recámara. Tengo libros en mi casa de gestión ciudadana y en el Senado.

Generacionalmente tienen ciertas características los libros. Al principio, los primeros libros eran sobre la Revolución Mexicana y las revoluciones latinoamericanas. Luego fui comprando libros sobre cuestiones sociales más específicas sobre educación.

En la Universidad fui integrante de la Comisión Organizadora del Consejo Universitario y más tarde Consejero Técnico de la Facultad de Derecho. Por eso los temas de Reforma Universitaria son importantes para mí. Al principio no leía novelas.

—¿Pasó leyendo ensayos historia?

—Historia y política era lo que leía y fui metiendo literatura. La primera novela que leí fue Los Errores, de José Revueltas que es una novela muy estrujante que él, como militante de izquierda escribe. Es una crítica muy fuerte al Partido Comunista Mexicano (PCM).

Años después va a escribir Los Días Terrenales y por esa novela lo expulsan del PCM. Después, Los Muros de Agua sobre las Islas Marías; Los Motivos de Caín, El Apando y el guión en el que se basa la película. Gran escritor.

Después estando en el movimiento estudiantil le agarré gusto a José Agustín que viene con el fenómeno de la Onda. es heredero de Parménides García Saldaña. Agustín tiene unos libros formidables. Leí El Rey se Acerca a su Templo. Comienza del frente y atrás y son historias contadas con estilos diferentes. Un poco copia el estilo de Parménides de no usar puntos, comas, escribe seguido, todo de corrido.

Una novela muy famosa de José Agustín, Ciudades Desiertas; luego las clásicas: La Tumba, De Perfil, Cerca del Fuego, Furor Matutino, La Miel Derramada, Vida con mi Viuda, Dos Horas de Sol, entre otras. De José Agustín he leído casi toda su prosa; me pareció muy cercana la forma de ver el mundo, mi generación.

La prosa magnífica

Me resistí, pero leí a Mario Vargas Llosa que políticamente no me gusta, pero es un gran escritor. La novela La Fiesta del Chivo es una gran obra. También leí Travesuras de una Niña Mala, entre otras como Napoleón y Las Visitadoras. La prosa de Vargas Llosa es deliciosa; la de Octavio Paz es formidable. Elena Garro me gusta como escribe; tiene una prosa magnífica.

Y me gustan varios poetas: José Martí, Nicolás Guillén, Carlos Pellicer, Enrique González Rojo, el formidable autor de La Clase Obrera va al Paraíso, que comienza:

"Una vez me enamoré de una trotskista. Me gustaba estar con ella porque me hablaba de Marx, de Engels, de Lenin, pero más que nada porque estaba en verdad como quería. Tenía las piernas más hermosas de todo el movimiento comunista mexicano...”

Me gusta Salvador Díaz Mirón, sobre todo un poema que es un clásico: A Gloria ese es gran poema. Tiene grandes frases, comienza con “no intentes convencerme de torpeza/ con los delirios de tu mente loca;/ mi razón es al par luz y firmeza,/ firmeza y luz como el cristal de roca”.

Tiene otros versos: "los claros timbres de que estoy ufano/ han de salir de la calumnia ilesos./ Hay plumajes que cruzan el pantano/ y no se manchan.../ ¡Mi plumaje es de esos!”

Este poema tiene otro verso ya casi al final y dice: “¡Consuela el corazón del que te ama!/ Dios dijo al agua del torrente: “bulle"/, y al lirio de la margen; ¡Embalsama!” Tiene frases muy bien construidas.

El autodidacta

—¿Esta biblioteca no parece de un autodidacta?

—Fundamentalmente soy autodidacta. Estudié Derecho pero en realidad he querido conocer de muchos otros temas, sobre todo de política e historia. He pensado que me hubiera gustado estudiar historia más bien.

Yo estaba en la prepa 7, cuando estaba el movimiento estudiantil del CEU y estaba en dilema: quería entrar a la Escuela Nacional de Artes Plásticas porque yo pintaba al óleo. Aquí tengo un cuadrito que pinté con una de mis hijas.

Después de los temblores del 85 me empezó a entrar el interés por estudiar Derecho. Dije: “hay que hacer cosas útiles y el Derecho es práctico, útil, con lo que se puede ayudar”.

—¿Ha construido un pensamiento de izquierda?

—Un pensamiento de izquierda, un pensamiento libertario, tengo una visión amplia hoy en día. No pienso encajonadamente. Hay mucha gente que no se considera de izquierda y tiene mucho que aportar. Tenemos el caso de Octavio Paz, quien se consideraba de izquierda en su juventud, pero más adelante no tanto; sin embargo, su pensamiento es muy interesante, muy rico.

Nelson Mandela no se consideró necesariamente un hombre de izquierda, aunque si fue un gran luchador progresista. Su pensamiento es muy interesante, o el de Gandhi, o el de Luther King, u otros. Hay que tener una visión abierta.

Tengo un libro por ahí, es muy bonito. El Comunismo en la Biblia, de José Porfirio Miranda, y dice algo: “la idea de la igualdad no es del marxismo, es muchos siglos antes”, y analiza la Biblia, mucha filosofía de la Biblia, donde dice que vamos a encontrar una de las expresiones más elaboradas de la idea de igualdad.

Ya decía Octavio Paz: Los jesuitas son los bolcheviques de la Iglesia católica.

Pensador universal

Más allá del pensamiento de izquierda, hay un pensamiento universal más amplio. Hay que tener abierta la mente.

—¿Usted se inscribe en ese pensamiento universal?

—Sí, claro. Me inscribo en ese pensamiento universal, mi visión universalista es amplia.

Hay mucho que recuperar del liberalismo, especialmente del liberalismo político que no se reivindica necesariamente como un pensamiento de izquierda, pero, por ejemplo, toda la aportación de José María Luis Mora, Valentín Gómez Farías, los Lerdo de Tejada; el propio Juárez, Melchor Ocampo, Ponciano Arriaga, que son de un pensamiento liberador formidable. No se reivindican socialistas, ni de izquierda, pero en todos impera un pensamiento progresista en otros sentidos.

Hay muchos pensadores críticos de lo que fue la experiencia del socialismo soviético, como Václav Havel, pero otros más Solyenitzin. Hay que leerlos, entenderlos; también hay que incorporarlos en el pensamiento de la libertad. Tenemos que hacer una gran síntesis entre el gran pensamiento de la libertad y el gran pensamiento de la emancipación social. Caminar sobre eso.

—¿Marx y Engels?

—Marx es el gran científico de las Ciencias Sociales. sigue siendo el gran referente del pensamiento científico social y además es economista, jurista, filósofo, historiador, politólogo; tiene visión global dentro de las Ciencias Sociales y sigue siendo una gran referencia en la Academia, un gran referente, no el único y es un inspirador concreto, específico.

De Marx podemos retomar mucho ¿Quién ha hecho el gran análisis del capitalismo? Él. Tengas la ideología que tengas, El Capital sigue siendo la gran obra del estudio, del surgimiento del capitalismo.

Arnaldo Córdova, que fue mi maestro de Teoría del Estado nos dejó en algún momento leer un ensayo de Marx que se llama, La Cuestión Judía. Piensas que se va tratar de religión, de ética o histórico-ética y no es así. Es el análisis del Estado Político, no le llama el Estado Laico; llama Estado Político al que no tiene una religión oficial, y el ejemplo que pone es Estados Unidos.

Un gran amor

Siempre hay que mantener la mente abierta. Le tengo un gran amor a los libros y trato de inculcarlo a mis hijos. Yo fui educado así.

—¿Los libros de usted?

—Tengo once títulos, aquí están. Se me están acabando los ejemplares. Un Proyecto Distinto de Nación; Universidad Mutilada; Un Congreso para la Transformación; La Alternancia sin Cambio; Las Claves de AMLO son algunos de los titulos.

Los que completan mi bibliografía son: Los Derechos de las Familias en la Ciudad de México; El Gran Fracaso; Las Siglas del Desastre Neoliberal; Morena, la Otra Concepción de la Política; El CEU, Crónica de una Victoria; El Desastre del PRIAN, y Morena y su Identidad Política.

—¿El libro favorito de los favoritos?

—En esta etapa es El Hombre que Amaba los Perros, de Leonardo Padura, es hermoso. En términos clásicos, El Ogro Filantrópico, de Octavio Paz. La Revolución Interrumpida, de Adolfo Gilly; 1984 de Orwell; El General Misionero, de Krauze; Juárez y su México, de Roeder; Nelson Mandela, El Largo Camino hacia la Libertad.

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