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La nueva presidenta de la Unión Interparlamentaria (UIP), la senadora Gabriela Cuevas Barrón (PAN), afirma que uno de los retos más importantes que asumirá en su mandato será la implementación de acuerdos globales como la agenda 2030 para que traiga beneficios tangibles a la gente.

“Ese es el reto más importante que quiero llevar a la UIP”, asegura la legisladora que encabezará por los próximos tres años el destino de la organización considerada como la “ONU de parlamentarios” que agrupa a los Congresos de 177 países.

“Por primera vez en la historia de este organismo, México llevará la voz de 177 parlamentos al interior de la ONU”, dice orgullosa Cuevas Barrón, la segunda mujer electa en 128 años de historia de esa organización, en una asamblea celebrada en San Petersburgo, Rusia, en octubre pasado.

La primera mujer que recibió el destino de esta organización mundial parlamentaria fue la diputada de la India, Najma Heptulla, en 1999.

Sobre la polémica de su viaje a Rusia, la senadora de Acción Nacional acota de inmediato que ella de su bolsillo pagó su vuelo, hotel y viáticos en San Petersburgo, primero por razones de austeridad y porque el país vive momentos sensibles después de los terremotos de septiembre pasado.

Sin embargo, destaca que se debe de entender que México depende del mundo y debe de tener una política exterior mucho más diversificada.

¿Cuál es la importancia de la UIP para los parlamentarios del mundo?

—Es como las Naciones Unidas en su versión parlamentaria, nada más que hay dos diferencias, la unión es mucho más antigua que la ONU, tiene 128 años de haber sido creada y todavía no alcanza la membresía universal, porque hay países, como Estados Unidos, que todavía no están afiliados. El total de miembros de la organización son 177 países, lo que la consolida como la organización de diplomacia parlamentaria más importante del planeta.

Tiene además una característica muy importante, es observadora de la ONU, es decir, tendremos la importante responsabilidad de llevar la voz de los parlamentarios del mundo a la ONU y por primera vez en la historia esta responsabilidad la tiene México.

¿Por qué no se habla de la UIP tanto como el de otras organizaciones de legisladores?

—No lo sé. Tengo la impresión de que en México hacemos a veces lo que criticamos en Estados Unidos. A nuestro vecino lo criticamos porque se comporta como si estuviéramos aislados del mundo y nosotros pareciera que se critica mucho cualquier inversión o trabajo que se hace en política exterior, sin darnos cuenta que la tercera parte de nuestro PIB depende de las exportaciones, que 9% del PIB depende del turismo o cinco millones de mexicanos dependen de las remesas. Con esas cifras es increíble que los mexicanos tengamos muy poca atención en los asuntos de política exterior.

Espero que ahora con todo lo que sucede con Donald Trump (presidente de Estados Unidos) que nos tiene tronándonos los dedos con el TLCAN, vemos un México muy activo en las negociaciones en todo el mundo como con la Unión Europea, la Alianza del Pacífico, o la mesa de 11 países del TPP, ojalá que con ello se entienda que México depende del mundo y el país debe de tener una política exterior mucho más diversificada.

En este contexto de renegociaciones comerciales,¿ cuál es la importancia de su presidencia para México?

—Son agendas distintas, las agendas comerciales las hace el gobierno; a los legisladores nos toca el análisis y la ratificación. Lo que sí creo es que le da un valor importante a México el presidir la UIP, puesto que nuestro país tendrá una relación mucho más directa con 177 países.

Hoy, México tiene 80 embajadas en todo el mundo, es decir, ese es nuestro contacto inmediato; la Unión Interparlamentaria tiene un contacto inmediato con 177 países, es decir, más del doble, eso hará que la presencia, la voz y los puentes de diálogo sean más fáciles. Si no tenemos el paso uno, que es el diálogo, nunca vamos a tener un tratado comercial.

¿Cómo fue el proceso de su elección para la UIP?

—Primero llevamos más de cinco años en la Comisión de Relaciones Exteriores, y a través del trabajo en la comisión hemos tenido trabajo bilateral con decenas y decenas de delegaciones que han venido a México, así como las firmas de memorándums de entendimiento en una agenda muy específica que le importa a México, como con Chile, uno en materia de protección civil, es decir generamos una plataforma de trabajo bilateral.

También cuenta la parte de la diplomacia parlamentaria que hemos desarrollado en los últimos cinco años, donde somos parte de la delegación permanente de la UIP, esto ha sido fruto del trabajo.

¿Cuál fue su trabajo en la UIP previo a su elección?

—En la UIP presidí el Comité para el Respeto de Derecho Internacional Humanitario, y propusimos dos resoluciones que fueron aprobadas por unanimidad; una sobre los niños migrantes no acompañados o en situaciones de conflictos, y la otra sobre la inclusión financiera de las mujeres como detonante de desarrollo.

¿Y en los últimos meses?

—Por supuesto en los últimos meses tuvimos un periodo de campaña muy intenso, en lo personal, buscando a los contactos que hemos hecho en estos cinco años, y fue fundamental en el resultado el apoyo de las presidencias del Senado, de la Cámara de Diputados, del PAN, por supuesto de la SRE.

¿Cuál será su agenda?

—Hay cuatro ejes muy importantes. La UIP ya tiene un plan estratégico impulsado por los parlamentarios de la UIP, pero el plan que presentamos tiene cuatro ejes: primero necesitamos modernizar nuestra organización. El mundo cambia muy rápido y parece que los legisladores vamos más lento de lo que nos demanda la sociedad, vamos por una UIP más transparente, mejor comunicada, más eficiente y más relevante.

El segundo eje tiene que ver con una UIP que le sirva a los legisladores del mundo, en términos de capacitación e inclusión, para tomar las mejores decisiones con los especialistas de la ONU y la implementación de acuerdos como la agenda 2030 que traiga beneficios tangibles para la gente, ese es el reto más importante que quiero llevar a la UIP.

Tercero, la relación entre la UIP y los parlamentos nacionales, por medio de una plataforma funcional que nos permita estar en contacto, mucho más vinculados en los temas que estamos trabajando y una plataforma permanente de cooperación parlamentaria, y cuarto, tenemos un programa muy importante con la OMC y lo que se busca es que esté vinculado con los organismos parlamentarios y gubernamentales a nivel regional y global.

¿Su nuevo encargo no interferirá con su labor en el Senado?

—Mira, me tocará trabajar a marchas forzadas, no me preocupa tanto el trabajo de la Comisión de Relaciones Exteriores, tenemos muy buen equipo, 80% de los asuntos que nos han pasado están dictaminados, otros están en proceso de consenso para poder avanzar, esa parte no tanto, el reto será tener una agenda local y una global, porque vendrá un proceso electoral el próximo año en el que debo buscar una diputación.

¿Por qué?

—El único requisito para presidir la UIP es ser legislador, eso sí será un reto importante en el que espero tener el respaldo de mi país.

¿Cuánto pagó el Senado por el viaje que hizo a San Petersburgo?

—Lo pagué yo, tanto mi boleto de avión, mi hotel, mis viáticos, todo corrió bajo mi responsabilidad, si fueran recursos públicos siempre están las opciones de transparencia, pero en este caso lo pagué yo.

¿Por qué no dejó que el Senado de la República pagara?

—Por los tiempos que estamos viviendo, con una necesidad de reconstrucción en el país por los efectos de los sismos en Oaxaca, Chiapas y Puebla y la Ciudad de México. Es momento de apretarnos el cinturón y esa fue una de las reflexiones, y era un tema de sensibilidad por tratarse de una elección muy importante para México, pues el debate corría el riesgo de que acabara en cuánto costaba un boleto de avión, aquí lo importante es que México está haciendo historia.

¿Por qué lo dice?

— Por primera vez alguien de 38 años preside la UIP, cuando el promedio de edad de los ex presidentes es de 60; es la segunda ocasión que la preside una mujer en 128 años y es la primera ocasión que una mexicana la preside y eso era importante cuidarlo.

¿Cuál es la diferencia entre su propuesta y la de la senadora uruguaya Ivonne Passada, quien también buscó el cargo?

—Nosotros presentamos una propuesta muy fuerte de cambio y de renovación, de entender los nuevos tiempos que está viviendo el planeta, mucho de la plataforma que presenté fue ir recogiendo las propuestas de otros legisladores, porque nosotros buscamos ser incluyentes. El gran reto que tenemos es el de la inclusión, ahí está las diferencias en la distribución del ingreso, las diferencias en tecnología, entre hombres y mujeres, jóvenes y viejos, y los legisladores tenemos que buscar la inclusión y eso es lo que haré en todo mi mandato.

¿Qué sello le gustaría dejar en su presidencia?

— En agenda temática hay dos temas, este año y 2018 se estará deliberando todo el pacto global sobre migraciones y refugiados; ahí será fundamental que los parlamentarios del mundo aportemos y eso se traduzca en respeto a los derechos humanos, mejores marcos normativos y en la implementación programática y presupuestal, por otro lado, será muy importante aplicarse en la agenda de desarrollo 2030, que va desde la inclusión, igualdad, justicia, mejores condiciones de salud y ahí es donde tenemos que hacer la diferencia.

¿Y podrán hacerlo sin la presencia de Estados Unidos?

—Estados Unidos no es integrante de la UIP, entonces, aunque estaremos buscándolos para que se unan a la organización, con un Congreso republicano se antoja complejo, pero si hay acercamientos de la UIP con el Congreso estadounidense para buscar que se sumen, mientras tanto, hay otros 177 que quieren trabajar muy duro en esta agenda.

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