“Autonomía no es impunidad”

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La autonomía no es extraterritorialidad ni significa ser campo de impunidad, fue el mensaje del rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Enrique Graue Wiechers, con motivo de la presentación del libro El Palacio de la Autonomía: historia de un monumento.

La Universidad actuará con apego a la justicia y buscando la seguridad de la comunidad, agregó Graue Wiechers.

Durante la presentación del texto que recoge la historia de este emblemático edificio, el coordinador de Humanidades de la UNAM, Alberto Vital Díaz leyó el mensaje del rector en el que reconoció que la autonomía tiene episodios “muy dolorosos”, pero a pesar del “dolor y la sangre con que se ha ganado”, ha servido para consolidar la libertad académica.

“Tenemos claro, muy claro, que la autonomía no es extraterritorialidad ni significa ser campo de impunidad. A las voces que nos quieren empujar a alimentar la violencia en nuestras instalaciones, les diremos que actuaremos en apego a la justicia y buscando la seguridad de la comunidad universitaria”, leyó Vital Díaz.

El libro recoge los momentos más emblemáticos de este edificio, localizado en el corazón del Centro Histórico de la Ciudad de México, en lo que se llegó a conocer como el barrio universitario.

Este trabajo, que tomó 17 años para ver la luz, fue editado por las fundaciones Miguel Alemán y UNAM con un tiraje de mil ejemplares que se encuentran a la venta en las instalaciones del Palacio de la Autonomía. Fue escrito por el historiador Luis Roberto Torre, de la Dirección de Patrimonio Universitario, y Javier Martínez Burgos, egresado de la Facultad de Arquitectura.

“Lo que van a encontrar en el libro es la historia del lugar en el que se ubica: desde la época prehispánica hasta que se reabre la Universidad, y toda su trayectoria universitaria hasta la década de 1980 y su posterior restauración”, explicó Martínez Burgos.

Contiene en sus 195 páginas un recorrido histórico y arquitectónico por el monumento, el cual fue remodelado durante el porfiriato en una obra a cargo del ingeniero Porfirio Díaz Ortega, hijo del ex presidente Díaz.

La historia del edificio data de hace más de 400 años: sus antecedentes lo ubican a unos pasos de lo que fue el Templo Mayor y tiene vestigios precolombinos que todavía se pueden apreciar.

En la época de la Nueva España se construyó la casa de Juan Luis de Rivera, tesorero de la Casa de Moneda; después se estableció un convento de las Carmelitas Descalzas y sus celdas llegaron a ser ocupadas por Sor Juana Inés de la Cruz, durante el siglo XVII.