No fue un día fácil para el secretario de Seguridad Ciudadana, Alfonso Durazo. El fantasma del operativo fallido en Culiacán, Sinaloa, lo persiguió en su comparecencia en la máxima tribuna del país al acudir a rendir cuentas por el Primer Informe de Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador. Se convirtió en otro jueves negro para Durazo Montaño.

El funcionario sabía lo que le esperaba en el pleno de la Cámara de Diputados y, de manera inédita, fue arropado por todo el gabinete de seguridad.

Al Palacio Legislativo de San Lázaro llegaron Durazo, el secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval; el de Marina, José Rafael Ojeda; el consejero Jurídico de la Presidencia, Julio Scherer, y el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), Santiago Nieto.

Aun así, en varias ocasiones le exigieron su renuncia, le recordaron que hay un juicio político en su contra, le pidieron un cambio de estrategia y le imploraron que use la fuerza del Estado contra la delincuencia organizada.

“¡Abusados, porque los panistas van a hacer desmadre!”, gritaba un diputado de Morena. Y así fue… Desde su primera intervención el PAN lanzó toda su ofensiva contra Durazo y el operativo en Culiacán.

Los panistas tomaron la tribuna con cartulinas y una gran manta con la leyenda “#SeguridadSinPretextos”. Además, colocaron un contador de muertos en la administración federal de López Obrador, que inició con 30 mil 518 asesinados y que se actualizaba cada 15 minutos y que finalizó con 30 mil 538 fallecidos.

La revelación del nombre del coronel de caballería del Estado Mayor Presidencial Juan José Verde Montes generó molestia en la oposición, pues el líder de MC, Tonatiuh Bravo, dijo: “Es muy importante que se respete la Ley de Seguridad Nacional y no se den a conocer los nombres de los responsables de los operativos, porque se les pone en riesgo a ellos y a sus familias”.

Ataviado en un traje azul impecable, una corbata de color rojo y camisa blanca, Durazo trataba de que su rostro no mostrara su molestia; incluso, él mismo adelantó que no entraría en confrontaciones con la oposición, pero en distintas ocasiones se le notó molesto.

Por ejemplo, cuando tronó contra el PAN y les exigió que los dejaran trabajar. “Ustedes tuvieron la oportunidad en dos sexenios de hacer lo que les dio su gana y fracasaron, dejaron el país en llamas. Permítannos ahora trabajar y corregir todo aquello que se hizo mal”, les espetó. Durazo Montaño se defendió con todo. Estuvo en el pleno por casi seis horas.

El secretario de Seguridad remató con que se equivocan quienes creen que sólo un policía debe estar al frente de esta dependencia, pues con Felipe Calderón ya lo hubo y “fue un fracaso”.

Fue un jueves negro, otro, para Alfonso Durazo Montaño, quien, pese a los cuestionamientos, salió arropado por las bancadas de la Cuarta Transformación de la Cámara de Diputados.

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