La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) informó que una falla mecánica, además de la inadecuada supervisión de la Dirección General de Aeronáutica Civil, provocó la caída del helicóptero en el que murieron la exgobernadora de Puebla Martha Erika Alonso y su esposo, el senador Rafael Morena Valle, ambos del Partido Acción Nacional (PAN), junto con tres personas más, el 24 de diciembre de 2018.

Durante la conferencia matutina en Palacio Nacional del presidente Andrés Manuel López Obrador, el secretario de Comunicaciones, Javier Jiménez Espriú, dio a conocer el informe final del accidente, el cual fue elaborado por agencias extranjeras y empresas constructoras de la aeronave, así como por los fabricantes de los motores.

De acuerdo con la investigación, no existe evidencia de mal funcionamiento de los componentes principales del helicóptero operado como taxi aéreo por la empresa Servicios Aéreos del Altiplano S.A. de C.V., ni se detectaron evidencias de explosivos o de un posible sabotaje.

Sin embargo, uno de los actuadores lineales de alabeo del sistema de estabilidad fue reparado en alguna ocasión y se tenía conocimiento previo de que presentaba fallas.

En el informe final participaron Transportation Safety Board, de Estados Unidos; la Agencia Nacional de Seguridad de Vuelo, de Italia; la Transport Safety on Board, de Canadá, la Agencia de Seguridad Aérea, de la Unión Europea (UE), e investigadores de la Dirección General de Aeronáutica Civil mexicana.

Jiménez Espriú dijo que el 13 de diciembre de 2018, según las bitácoras de vuelo, ya se había reportado que el actuador lineal de alabeo estaba dañado y requería remplazo, pero la empresa continuó operando la aeronave.

“El taxi aéreo, o sea, la empresa que alquilaba el helicóptero y la tripulación continuaron operando el helicóptero aun teniendo conocimiento del mal funcionamiento del mismo actuador, y ustedes verán la importancia que tuvo esto, lamentablemente, en el accidente”, dijo el titular de la SCT.

Puntualizó que, de acuerdo con el informe, la causa probable del accidente fue la pérdida de control del helicóptero, debido a un alabeo (curva) repentino hacia la izquierda, “que no fue recuperado por el piloto al mando, tiene una fracción de tiempo, tres segundos nada más, provocando que el helicóptero se invirtiera en vuelo e impacte con esa configuración contra el terreno”.

Así se pudo determinar que el alabeo repentino hacia la izquierda se debió posiblemente a que ambos actuadores lineales de alabeo se extendieron de manera simultánea, “sin haber sido comandados”.

Esto, aseveró el funcionario federal, se debió prácticas de operaciones, mantenimiento y despacho inadecuados por parte del taxi aéreo y de la compañía que proporcionaba el servicio de mantenimiento, es decir, de Rotor Fligth Services.

Jiménez Espriú reconoció que hubo también insuficiente supervisión de mantenimiento de operación del helicóptero y de las empresas que los manejan por parte de las autoridades de la Dirección General de Aeronáutica Civil.

Acciones

El secretario de Comunicaciones y Transportes aseguró que la dependencia a su cargo iniciará auditorías técnicas y administrativas a la empresa operadora Servicios Aéreos del Altiplano S.A. de C.V., y al taller de mantenimiento Rotor
Flight Services S. de R.L. de C.V., suspendiendo temporalmente sus operaciones hasta contar con el resultado de las auditorías aéreas para tomar las acciones definitivas.

“Esto, independientemente de que en el transcurso de estos meses las empresas sean sancionadas con multas superiores a los 300 mil pesos, pero eso no tiene ninguna orden de magnitud en relación con el conflicto que se creó”, subrayó.

Aseguró que el informe final del accidente de causa probable, expediente número ACCDTARA004/ 2018AMMPB, y sus anexos, se remitirán a la Fiscalía General de la República (FRG) por tratarse de una investigación federal, a fin de que lo incorpore a la carpeta iniciada y continúe con las averiguaciones pertinentes; del mismo modo se le turnará a la Fiscalía General de Puebla, que lleva su investigación.

Problemas desde 2017

El subsecretario de Transporte, Carlos Morán Moguel, explicó que los actuadores se encuentran en la parte superior de la cabina y forman parte del conjunto de controles de los sistemas que se denominan de aumento de la estabilidad, permiten una operación más cómoda y menos fatigosa a los pilotos.

Morán explicó que, de acuerdo con las bitácoras de vuelo del helicóptero, desde el 18 de septiembre de 2017 se presentaron problemas en el aparato y mostró un reporte de la firma que daba el mantenimiento Rotor Fligth Services, en el cual se registra que la aeronave se desviaba de rumbo hacia la izquierda, ocasionalmente, tanto con el director de vuelo engarzado, como con el de vuelo activado, dañándose así el actuador lineal del eje de rol del alabeo, por lo que se requería de un reemplazo, mismo que fue colocado.

El 25 de junio de 2018, seis meses antes del accidente, la tripulación asentó en otro reporte que tuvieron “un cambio repentino” de rumbo de director de vuelo activado, director de vuelo engarzado; así como en hoja de discrepancias con fecha del 13 de diciembre de 2018, de los técnicos de mantenimiento señala que se encontró dañado el actuador lineal de rol y requiere reemplazo.

Además, explicó que se realizó el escaneo de los actuadores antes de destaparlos, por medio de tomografía computarizada, y en uno de ellos se encontró que dos tornillos sueltos de las tabletas de sujeción, que al pegar con las terminales pudieron haber hechos pequeños cortocircuitos que provocaron la extensión del componente automáticamente.

“En el proceso de investigación, el propio fabricante hizo el análisis de los tornillos, vieron que pudieron haberse desprendido, que pudieron haberse barrido algunas cuerdas (…) Se hace el reconocimiento que puede haber un corto circuito involuntario entre las terminales 1 y 2 de la tarjeta electrónica, que puede conducir a la extensión total del actuador lineal”, estableció el subsecretario.

Jiménez Espriú aseguró por su parte que las causas del accidente son múltiples porque había un equipo que estaba fallando.

“Eso se debe a que hubo una mala organización del operador, no se manifestaron adecuadamente las cosas, el helicóptero debió haber estado en tierra; lo hicieron volar”, refirió el secretario.

Recordó que entre el 13 de diciembre, cuando se reportó la falla, y el 24 de diciembre de 2018, día en el cual se dio el accidente, el helicóptero tuvo 31 operaciones.

“O sea, se cayó el helicóptero ahí, pudo haberse caído en una de las 31 operaciones antes, porque todas estas fallas coincidieron desgraciadamente en ese momento”, lamentó el funcionario federal.

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