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El representante del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para la Defensa de los Derechos Humanos en México, Jan Jarab, envió una carta a la Junta de Coordinación Política (Jucopo) de la Cámara de Diputados para reiterar su preocupación y rechazo a la iniciativa con la que se crearía la Guardia Nacional, que se avaló ayer en comisiones.
A través de una misiva que también fue dirigida a la presidenta de la Comisión de Puntos Constitucionales, Miroslava Carrillo, el representante de la ONU-DH en México reiteró que su preocupación recae en que las reformas fortalecerían el papel de las Fuerzas Armadas en las tareas de seguridad pública, y las facultades que otorgarían al nuevo cuerpo militarizado en acciones de investigación.
“Aspectos positivos contemplados en la iniciativa son eliminados en el proyecto de dictamen y aspectos que parecieran perseguir buenas intenciones están redactados en forma tal que resultan regresivos”, señala la ONU.
Human Rights Watch advirtió en un posicionamiento público que la creación de una Guardia Nacional controlada por los militares es una “estrategia equivocada”.
José Miguel Vivanco, director de Human Rights Watch para las Américas, pidió al presidente Andrés Manuel López Obrador que reconsidere “esta política desacertada y potencialmente desastrosa”.
Salvador Rangel y Raúl Vera, obispos de Chilpancingo-Chilapa y Saltillo, respectivamente, estimaron que la seguridad a cargo de militares ha fracasado en el pasado.
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