En México no hay condiciones para que los alumnos sigan sus clases o entreguen tareas mediante la estrategia planteada por el gobierno para continuar el ciclo escolar en línea, alertó el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Al analizar las estrategias de educación a distancia que implementó la Secretaría de Educación Pública (SEP) durante el cierre de las escuelas, el PNUD destacó que la ausencia de los medios tecnológicos para sumarse a alguna de ellas podría contribuir a que los estudiantes trunquen y abandonen sus estudios formales.

“La realidad en México es que muchos hogares, principalmente los rurales e indígenas, no cuentan con las condiciones para que sus alumnos sigan las clases o entreguen las tareas que se les exigen”, comentó.

El organismo internacional alertó que en el país sólo 44.3% de los hogares cuentan con computadora y que 56.4% tienen conexión a internet.

La situación se agrava en las comunidades rurales, donde las cifran son 20.6% y 23.4%.

La desigualdad se expresa en que casi nueve de cada 10 hogares de nivel socioeconómico alto cuentan con una conexión a internet, en comparación con dos de cada 10 de estratos económicos menos favorecidos.

Este impacto será aún mayor en los grupos vulnerables, como las personas indígenas, afrodescendientes, migrantes, refugiadas y aquellas que residen en áreas hacinadas con un acceso limitado a la tecnología y formas de educación e información alternativas, consideró el PNUD.

Hoy, el titular de la SEP, Esteban Moctezuma Barragán, presentará en conferencia de prensa matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador la estrategia para el regreso a clases en el ciclo escolar 2020-2021.

El funcionario había informado que el enfoque pedagógico será un modelo híbrido, en el que esté presente la educación a distancia y la presencial.

A las carencias en la conexión a internet y de computadora, hay que sumar que el cierre de los espacios educativos representa afectaciones en la convivencia familiar y la salud emocional, puntualizó el PNUD.

Esto se explica porque, en muchas ocasiones, las escuelas representan una oportunidad para balancear las actividades de las familias en el hogar, y ahora los niños y adolescentes enfrentan un aumento en la ansiedad por el confinamiento, lo que las estrategias que sugiere la SEP no han logrado paliar.

“Las estrategias invitan a que se generen actividades que estimulen el aprendizaje y la creatividad; sin embargo, éstas no necesariamente son compatibles con todos los hogares.

“Las tensiones familiares incrementan las posibilidades de que exista violencia, desequilibrio emocional, entre otros”.

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