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La tercera es la vencida y fue así como después de haber presentado el examen de admisión en dos ocasiones, Vannia Stefanía Avelar Labra consiguió lo que, literalmente, pocos logran: entrar a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que este año sólo aceptó a 39 alumnos para este ciclo escolar.

Esto quiere decir que por cada lugar disponible, compitieron 88 aspirantes y sólo 39 de los 3 mil 438 jóvenes que solicitaron su acceso a la institución en la Facultad de Medicina en Ciudad Universitaria lo lograron.

En 2018, Vannia presentó dos exámenes, y este 2019 tomó un curso intensivo para el tercero, y cada tarde repasaba lo aprendido por la mañana.

“Era lo que quería, a lo que deseaba llegar, por eso di todo lo que tenía, me esforcé. Estaba en mi casa, consulté el resultado por internet y cuando vi que había sido seleccionada no creí que fuera con los 120 aciertos, dije: ‘¡Wow!’”.

La puntuación que se les pedía era casi perfecta, puesto que la mínima requerida era de 111 de un examen de 120 reactivos. Vannia, quien estudió el bachillerato en la Escuela Nacional Preparatoria 3, presentó un examen impecable, con 120 aciertos.

Avelar Labra , quien se presentó en la segunda vuelta del examen para estudiar la licenciatura de Médico Cirujano, se decidió por esta opción ya que aunque tenía el pase reglamentado como estudiante de la ENP 3 Justo Sierra, su promedio no le alcanzaba para entrar a Medicina.

“No pude usar el pase reglamentado porque no alcanzaba el promedio que la Facultad de Medicina exige para ingresar a la carrera de médico cirujano. No obtener los resultados esperados y sentir que fracasaste no es un obstáculo para dejar de intentarlo”, señaló la UNAM al dar a conocer su caso.

Aunque se describe como una alumna normal, cuenta que estuvo estudiando para este examen desde septiembre de 2018 y dos meses de manera intensiva en un curso extraescolar para el examen que tomó de manera adicional a sus actividades.

“Me preparé para este examen asistiendo a un curso, iba todas las tardes y aparte estudiaba y realizaba mis actividades en la mañana”, dijo la aspirante a médico.

“En algún momento pensé que ya no podía, me quería dar por vencida, pero no deseaba hacer otra cosa. No me rendí y ahora estoy aquí. Al ver el resultado me sentí muy emocionada, pero más impresionada, pues me preparé para tener un buen examen, pero lograr los 120 aciertos es casi imposible”, exclamó.

La joven aseguró que la capacidad de brindar bienestar a las personas fue lo que la motivó a elegir Medicina como profesión de vida.

“Cuando he visitado hospitales siempre he querido estar del otro lado y tener la capacidad de brindar bienestar a los demás. Aún no sé qué especialidad elegiré, pero me llama la atención Neurología”, señala.

Los resultados del examen la tomaron por sorpresa, lo más complicado para ella fue la parte de la historia en la que redobló esfuerzos.

“No hay fórmulas secretas para lograr estos resultados, habrá días en que no te creas capaz, pero no siempre será así. A esto es a lo que quería llegar y sólo me esforcé para obtenerlo”, comenta orgullosa.

Vannia Stefanía Avelar, quien vive en la zona oriente de la Ciudad de México, relató que a diario tendrá que trasladarse durante dos horas para llegar a la sede de la Facultad de Medicina en Ciudad Universitaria, lo que le resultará todo un reto, puesto que si bien fue difícil ingresar a estudiar esta carrera, el desafío no ha terminado.

“Esto es un reto, sé que fue difícil entrar y lo que viene también lo es, pero a esto es a lo que quería llegar”, afirma la estudiante.

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