Señor director:

En la columna del señor Roberto Rock, publicada el domingo 5 de julio, afirma que: “se irán desahogando muchas interrogantes como la presunta vinculación de Lozoya Austin y otros funcionarios mexicanos entre ellos Pedro Joaquin Coldwell ex secretario de Energía con empresas identificadas con la mafia rusa” …

Niego enfáticamente vínculo alguno con organizaciones delincuenciales de cualquier tipo y mucho menos con “la mafia rusa”. Mi desempeño como titular de la SENER en el período 2012- 2018, se llevó a cabo bajo el principio de probidad y apegándome siempre a la legalidad.

Durante mi encargo, las relaciones de los servidores públicos de la Secretaría de Energía con las empresas petroleras siempre tuvieron un carácter institucional y nunca personal, ni mucho menos de complicidad. Las asignaciones de contratos de exploración y producción petrolera las llevó a cabo la Comisión Nacional de Hidrocarburos a través de rondas que agrupaban licitaciones internacionales que fueron reconocidas mundialmente como altamente transparentes y donde se daba vista a la Unidad de Inteligencia Financiera para prevenir flujos de recursos de procedencia ilícita de las empresas participantes.

Pedro Joaquín Coldwell

Respuesta del columnista:

Respondo a la réplica que en su derecho envía el señor Pedro Joaquín Coldwell, ex secretario de Energía. Adelanto que tengo registro de que él ha ofrecido a las autoridades mexicanas estar disponible para aclarar cualquier asunto ligado a su desempeño en ese puesto (2012-2018).

El párrafo completo al que él alude reza: “Se irán desahogando muchas interrogantes, como la presunta vinculación de Lozoya Austin y otros funcionarios mexicanos, entre ellos Pedro Joaquín Coldwell, ex secretario de Energía, con empresas identificadas con la mafia rusa, como lo documenta esta semana Alejandro Gutiérrez, corresponsal de la revista “Proceso” en España (cursivas mías).

En el reporte que publica en “Proceso”, Gutiérrez refiere las múltiples alusiones que, efectivamente, existen en el expediente de Lozoya sobre sus nexos con el empresario ruso Vagit Alekperov, presidente de la compañía petrolera Lukoil, con la que Pemex firmó un acuerdo de cooperación en enero de 2014. Existen múltiples reportes periodísticos sobre supuestos vínculos entre Lukoil y la mafia rusa, como alertaron medios españoles durante una etapa en la que ésta intentó hacerse socio de la multinacional energética Repsol, con matriz en España.

El referido corresponsal alude a que Alekperov viajó a México en 2013 “cuando se reunió con el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell (y) al año siguiente tuvo un encuentro con Peña Nieto y Lozoya en el Foro Económico Mundial de Davos”.

Seguramente, como lo hace en su carta, el señor Joaquín Coldwell seguirá teniendo oportunidad para documentar su deslinde en el nuevo giro que ha cobrado esta historia.

Roberto Rock L.

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