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Con un grito de justicia y el sentimiento de indignación, al conmemorar el Día Internacional de la Mujer, miles de mujeres marcharon ayer en la Ciudad de México para exigir respeto y alto a la violencia de género.
Desde el Monumento a la Revolución y hasta el Zócalo de la Ciudad de México, más de 20 mil mujeres caminaron y gritaron todo ese malestar que hoy se vive: los feminicidios, el acoso sexual, la inequidad de género y hasta la candidatura del morenista Félix Salgado Macedonio.
Anoche, más de 2 mil 500 activistas, periodistas, artistas y defensoras de derechos humanos enviaron una carta al Presidente en la que advierten que están hartas de ser descalificadas y de que protejan más a Palacio Nacional que a las mexicanas.
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Por la tarde, la colectiva Las Brujas del Mar llamó a repetir hoy el paro nacional de mujeres como ocurrió hace un año.
“Un violador no será gobernador”, fue el mayor de los gritos que se escuchó en el caminar.
Al llegar a la plaza de la Constitución, las inconformes no encontraron ningún templete. Simplemente una plancha en la cual fue colocada una enorme manta con la leyenda: “Nos vemos en las urnas”.
Las mujeres se toparon con un muro en el cual fueron escritos los nombres de cientos de víctimas que han sido asesinadas por hombres, o que han desaparecido. Ese muro, según el Presidente de la República, era para proteger la manifestación y evitar provocaciones y lanzar contra las manifestantes a los granaderos.
Esa pared de hierro se intentó proteger con el grupo femenil de policías, quienes perdieron la batalla. Enfrentamientos cuerpo a cuerpo hicieron que las oficiales se retiraran y se protegieran detrás del muro, y eso que el Presidente insistió en que la valla no se colocó por miedo a las mujeres, sino por “simple precaución”.
Desde la azotea del Palacio Nacional, gente de seguridad con aparatos en mano que parecían armas de alto calibre y que después justificó la Presidencia que se trataba de inhibidores de drones, intimidaban a las asistentes.
Roces con la policía
En el trayecto del Monumento a la Revolución al Zócalo capitalino, el ala radical de la marcha causó destrozos en la estación Revolución del Metro, en el exterior de la estación Hidalgo y en los alrededores de donde se concentraron. Causaron daños en por lo menos 10 comercios del primer cuadro, y destrozos al edificio histórico de Correos de México.
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La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México dio a conocer que iniciará una carpeta de investigación para deslindar responsabilidades por los destrozos y para dar cauce a las personas que resultaron lesionadas —entre policías y civiles.