Gabriela Johana Ríos Blancarte tenía 17 años cuando un grupo delictivo entró a su casa en Irapuato, Guanajuato, y se la llevó por la fuerza, a pesar de que en el lugar estaban su madre y uno de sus hermanos.

Con arma en mano, los delincuentes ingresaron al domicilio y en cuestión de segundos subieron a la joven a un vehículo que nunca más se volvió a ver por el municipio. Algunos vecinos, impactados por la escena, se quedaron congelados, pero otros también impidieron que el familiar de la víctima interviniera en el suceso, pues su vida podría correr peligro.

En entrevista con EL UNIVERSAL, Martín Omar Ríos Villanueva, padre de Gabriela Johana, relata cómo desde el 27 de mayo de 2019, día de los hechos, la depresión, la tristeza y la enfermedad han asediado a su familia.

A ella la recuerdan como una niña tímida, con el deseo de convertirse en maestra y temerosa del lugar donde vivía.

Su papá comenta que antes y después de la desaparición de la joven se registraron otros casos similares en Irapuato, por lo que toda la familia se abstenía de salir a la calle en los tiempos libres. Sin embargo, eso no fue suficiente para impedir que se llevaran a Gabriela.

Omar Ríos ahora reclama que cuando acudió a denunciar los hechos con las autoridades de Irapuato, el Ministerio Público tardó 15 días en emitir la Alerta Amber.

Además, critica que él mismo ha aportado muchas de las pruebas que hay en la carpeta de investigación, porque los agentes no han avanzado.

Comparte que para “meter presión” a las autoridades debió llamar a la antigua Procuraduría General de la República —hoy FGR— y ponerse al tanto de los procedimientos que se deben seguir en casos de desaparecidos, para así realizar sus exigencias de manera informada.

“Esto representó un cambio muy drástico en nuestra vida: nosotros vivíamos de manera humilde, no teníamos problemas con nadie y nos pasa esto; todavía no hemos podido superarlo”, detalla.

El padre asegura que la más afectada por esto ha sido su esposa, quien padece depresión. Por ese motivo ha tenido que ser internada en el Seguro Social para ser atendida.

La joven Gabriela desapareció en Guanajuato, el estado considerado como el más violento, según las cifras de homicidio del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP). Y aunque en términos de asesinatos la entidad del Bajío es considerada la más violenta, la Secretaría de Gobernación (Segob) apenas registró seis desapariciones el año pasado en ese estado.

De igual forma, el Informe sobre fosas clandestinas y registro nacional de personas desaparecidas o no localizadas, de la Segob, revela que entre diciembre de 2018 y el mismo mes de 2019 desaparecieron mil 277 mujeres, de las cuales 28% tenía entre 15 y 19 años; es decir, el rango de edad de Gabriela.

Por todo esto, a casi un año de haber ocurrido la desaparición de Gabriela Johana, Omar Ríos sólo pide que el agente del Ministerio Público que lleva su caso se ponga a trabajar y se compadezca de su dolor: “Nada más les pido a las autoridades que se pongan en nuestros zapatos, que pongan a trabajar a su gente, porque tienen personas muy capacitadas. Yo creo que ellos son padres y madres y no considero que quieran estar en el lugar de uno”.

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