Luego que la Fiscalía General de Estados Unidos pidió la eliminación total de los cárteles y organizaciones criminales de carácter transnacional, especialistas en seguridad e internacionalistas consideran que se trata de un cambio drástico en la relación bilateral, porque tiene implicaciones en el comercio y puede haber operaciones de ese país que violarían la soberanía nacional.
Alexei Chévez, consultor en temas de seguridad nacional, señala a EL UNIVERSAL que esta acción obliga al Estado mexicano a cooperar completamente con el país vecino para eliminar dicha amenaza y también exige a las instituciones comerciales y financieras del Estado mexicano no recibir ningún tipo de dinero o hacer negocios con las organizaciones delictivas.
“Esto podría ser un gran golpe para los bancos mexicanos y estadounidenses que comercian todos los días con remesas, por ejemplo. Está considerado que se lava dinero de las remesas que mandan nuestros paisanos a México”, indica.
Eduardo Rosales, internacionalista y académico de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán de la UNAM, afirma que el gobierno de Trump está intentando realizar una especie de “cruzada anticárteles de las drogas” como en su momento EU efectuó la “cruzada antiterrorista”, después de los atentados contra las Torres Gemelas de Nueva York en 2001.
“El problema es que los líderes no se localizan en su país, tendrían que ubicarlos en otras naciones. Ello explica el hecho de un avión espía estadounidense que voló en aguas del golfo de California... Podrían registrarse más operaciones injerencistas como la que llevó a la captura de Ismael El Mayo Zambada.
“El problema es que las operaciones violarían la soberanía de otros países o parecerían acciones poco amistosas. Hay muchas decisiones que entran en esa lógica, como el aumento de militares en la frontera sur de EU”, sostiene el académico.