La Fuerza de Apoyo para Casos de Desastres (FACD) del Ejército realizó ayer una demostración de su organización y funcionamiento en el marco del tercer aniversario de los sismos de septiembre de 2017.

Equipados con binomios caninos para búsqueda de personas en estructuras colapsadas, herramientas, vehículos, aeronaves y tecnología diversa, el personal se declaró listo para actuar ante cualquier emergencia derivada de un sismo, huracán o inundación, en la aplicación del Plan DN-III-E de ayuda a la población en general.

La FACD se creó en 2020 para responder a fenómenos perturbadores, principalmente sismos y huracanes.

Esta división entra en operación cuando las fuerzas militares desplegadas en zonas y regiones militares del país se ven rebasadas por una emergencia.

Está integrada por ocho células de operación: Binomios Canófilos, Respuesta Inmediata a Emergencias y Desastres; Respuesta a Emergencias, Sanidad, Comunicaciones, Fuerzas Especiales, Componente Aéreo y Compañía de Infantería, los cuales participaron en las labores de rescate en la Ciudad de México y Oaxaca tras los sismos de 2017.

En su primera fase de operación, la Fuerza de Apoyo para Casos de Desastres despliega 736 elementos, que se pueden incrementar hasta llegar a 3 mil 125, según lo necesario por el nivel de alerta al que se tenga que responder en caso de algún desastre.

“Se cuenta con personal capacitado, organizado, equipado y adiestrado para responder ante fenómenos perturbadores que se generan de manera inesperada, principalmente los sismos”, afirmó el coronel de artillería José Manuel Guevara Carrillo, jefe de la subsección de Protección Civil del Estado Mayor de la Secretaría de la Defensa Nacional.

Guevara Carrillo indicó que la FACD es un equipo de refuerzo para las zonas y regiones militares del país que se ven rebasadas por los efectos de los sismos, huracanes, inundaciones, deslaves o de algún fenómeno provocado por el hombre, como son las explosiones y derrames químicos, entre otros.

“La base de la Fuerza de Apoyo para Casos de Desastres es la base terrestre, que es la fuerza de emergencia Valle de México.

“Esa fuerza se integra y pasa diariamente su revista de integración en las instalaciones del primer cuerpo del Ejército, en el Campo Militar 1-A”, comentó.

Explicó que en la FACD participan agrupamientos de ingenieros, de servicios, equipo especializado en búsqueda y rescate y un grupo de respuesta a emergencias, los cuales cuentan con elementos con la capacidad y adiestramiento necesarios para responder ante una emergencia.

“Tenemos todo lo necesario. Actualmente estamos en capacidad de atender cualquier desastre de los que hemos hecho frente. Hay algunos que nos vienen a dar nuevos conocimientos, como la pandemia del Covid-19, que nos hizo desarrollar otras capacidades bajo la misma plataforma del Plan-DN-III-E”, añadió.

La célula canina de la Fuerza de Apoyo para Casos de Desastres encontró a 17 personas (vivas y muertas) que quedaron atrapadas en los escombros de edificios que se derrumbaron después del sismo del 19 de septiembre en la Ciudad de México.

El teniente de Infantería Gerardo Sánchez, jefe de la célula, afirmó que fue una experiencia triste ver a las personas que quedaron atrapadas, “pero también una de orgullo y satisfacción por poder ayudar a nuestra población a ser rescatada”.

En ese sentido, explicó que la célula de 12 binomios se dividió en seis equipos, cada uno conformado por dos, para realizar trabajos en edificios afectados, como el multifamiliar de Tlalpan o el colegio Rébsamen.

La función del agrupamiento de Fuerzas Especiales, dentro de la FACD, es brindar apoyo para llevar a cabo rescates acuáticos, subacuáticos, así como evacuaciones de cualquier tipo, ya sea en agua o en tierra.

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