Organizaciones de padres de familia, maestros y expertos cuestionaron las 32 asambleas que organizó la Secretaría de Educación Pública (SEP) para el análisis de los planes y programas de estudio, así como los contenidos de los libros de texto gratuitos para educación básica, al señalar que carecieron de transparencia y representaron una simulación y un montaje para que la dependencia legitimara un documento que ya elaboró en la materia.
Consultados por EL UNIVERSAL, aseguran que las asambleas, que concluyeron el 24 de marzo pasado, más que encuentros para discutir los planes y programas de estudio fueron reuniones de apoyo para el gobierno federal.
Para Luis Arturo Solís, presidente de la Unión Nacional se Padres de Familia, las consultas fueron “una simulación para legitimar los planes y programas de estudios, así como los contenidos de los libros de texto gratuitos que ya tiene la SEP. No hubo transparencia y la participación estuvo acotada y elegida con anterioridad.
“Cuando se monta una puesta en escena, existe un guion. Y en las consultas ocurrió lo mismo. Por eso no hubo voces críticas, sólo escogieron a aplaudidores para que el show quedara como la SEP quería”, agregó.
Anel Montero, jefa del Sector Educativo Número 23, en Xalapa, Veracruz, refirió que aunque Marx Arriaga, quien no es maestro, cuida mucho la terminología, pero sí se trató de una asamblea de nomenclatura política: “Participó gente afín a este gobierno. Fue más un evento político que académico”.
La docente con más de 20 años de servicio en el magisterio contó que al acudir a la asamblea de su entidad no la dejaron participar y sólo le dieron unas hojas para que anotara sus propuestas.
Cuando iniciaron las asambleas, el 31 de enero pasado, se transmitieron en vivo a través de la cuenta de YouTube de la Dirección General de Materiales Educativos de la SEP, a cargo de Arriaga Navarro, pero se dejaron de difundir el 3 de febrero con el argumento de la veda electoral.
Sin avisar al magisterio, cada Secretaría de Educación en los estados publicó en sus redes sociales los encuentros, en los que participarían legisladores, especialistas y organizaciones civiles.
Montero comentó que Arriaga Navarro “presume los ‘clicks’ o las vistas que han tenido esas asambleas, pero se desconoce cómo fue la selección de quienes estuvieron en esas reuniones, si tenían el perfil técnico-pedagógico… no hubo transparencia. Se trata de justificar algo que ya está hecho, como los planes y programas de estudios y los contenidos de los libros de texto gratuitos”.
El expresidente de la Junta de Gobierno del desaparecido Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), Eduardo Backhoff Escudero, dijo al respecto: “Las asambleas me parecieron absurdas… que la SEP haga los planes y programas de estudio, y trabaje en los libros de texto y luego se ponga a consultar a la gente para saber qué opina. Si tú haces una consulta de maestros no nada más se trata de invitar a quienes piensan como tú, sino que escuches a todos”, detalló.
Expresó que estas consultas tuvieron como eje central la validación o legitimización de las decisiones que ya tomaron las autoridades que operan la Secretaría de Educación Pública.
Backhoff indicó que con estas asambleas “sólo fue un gastadero de dinero inútil, pero adecuado para que el gobierno presuma que se realizó la consulta y se escuchó a los maestros”.
Refirió que en esas consultas faltó la voluntad de la SEP para convocar a los especialistas que conocen el sistema educativo nacional: “El problema de estas asambleas también fue la transparencia, no se sabe cómo fueron seleccionadas las personas que asistieron. De tal suerte que tuviéramos la seguridad de que invitaron a un abanico de opinadores, docentes y académicos que tenemos una visión diversa”.
Patricia Ganem, investigadora y vocera de la organización civil Educación con Rumbo, precisó que será un “verdadero galimatías procesar el resultado de las 32 asambleas y la SEP no ha dicho ni cómo lo hará ni cuándo dará a conocer las conclusiones”.
Subrayó que para la SEP deben existir prioridades, pues este no era el momento adecuado para realizar asambleas, no se tiene siquiera un diagnóstico sobre la pérdida de aprendizajes a causa del confinamiento por la pandemia de Covid-19.
“Era más importante un diagnóstico para saber cómo se ha empobrecido el aprendizaje de los alumnos y en qué asignaturas, para poder tomar decisiones de renivelación, que las dichosas asambleas”, comenta.
El 26 de marzo pasado, la SEP, a cargo de Delfina Gómez Álvarez, informó que en esas reuniones habían participado 330 mil 356 integrantes del sector, y que se registraron más de 669 mil intervenciones a través Facebook y el canal de YouTube.
“Con estas asambleas regresamos a los tiempos en que la comunidad reconocía al maestro como pilar de la sociedad y que no podía emprender un proyecto sin antes consultar al sabio del lugar. En educación, el sabio es, indudablemente, el maestro frente a grupo”, destacó la dependencia.
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