Corrupción fue el talón de Aquiles de Peña Nieto

nacion@eluniversal.com.mx

El talón de Aquiles en la administración del expresidente Enrique Peña Nieto fueron los escándalos de corrupción exhibidos y descritos en distintos ámbitos periodísticos, esferas empresariales y políticas. Los principales señalamientos recayeron en gobernadores de extracción priista que en su momento acompañaron a Peña Nieto.

Pero fue desde de 2012, en el último año de la administración del entonces presidente Felipe Calderón, que se comenzó a señalar al hoy exgobernador de Veracruz Javier Duarte.

Así lo consignó el periodista y colaborador de EL UNIVERSAL, Roberto Rock, en su libro La Historia Detrás del Desastre, Crónica de una Herencia Envenenada. (editorial Grijalbo).

En él relata todo el sexenio de Peña Nieto, en el que los pases de charola y la entrega de poder a una sola persona fueron la constante.

La derrota de 2018 la atribuyó Enrique Peña Nieto, según escribió Rock, a la falta de fuerza política principalmente por haberse quedado el PRI sin gobernadores.

En el texto, el autor hace un reflejo de lo que él mismo llama el desmoronamiento, día a día, durante seis años y por lo cual hoy se pagan las consecuencias.

El personaje central es el expresidente Enrique Peña Nieto, de quien se cuentan los pasos que dio, previo, incluso, a ser el candidato presidencial del PRI.

El caso de corrupción mayormente sonado es el del exgobernador de Veracruz Javier Duarte y cómo el entonces Auditor Superior de la Federación logró reunir gran cantidad de documentos que dieron cuenta de irregularidades en esa administración duartista. Varios de esos documentos fueron entregados por el hoy también mandatario veracruzano, Miguel Ángel Yunes.

Las páginas del libro cuentan que esta situación se conoció antes de que Felipe Calderón dejara la Presidencia y cómo ni el entonces secretario de la Función Pública, Rafael Morgan, ni la procuradora general de la República, Marisela Morales, mostraron interés en promover sanción contra Duarte De Ochoa.

Son 24 capítulos en los que Roberto Rock lleva de la mano para contar lo que fue la elección de Peña Nieto, su administración, el empoderamiento que dio a su amigo y colaborador Luis Videgaray; la detención de la liberesa magisterial Elba Esther Gordillo; los hechos en Ayotzinapa; el señalamiento de la Casa Blanca, el desmoronamiento del PRI; el equipo de campaña de José Antonio Meade y el triunfo del hoy mandatario federal, Andrés Manuel López Obrador.

El periodista cuenta cómo en Los Pinos se formó lo que varios llamarían La Triada, conformada por Luis Videgaray, Aurelio Nuño y Miguel Ángel Osorio Chong, quienes tomaron decisiones sobre el resto del gabinete.

Sin embargo, con Miguel Ángel Osorio Chong se descompusieron las cosas, sobre todo por una serie de hechos en materia de seguridad.

La tan ya contada caída de la maestra Elba Esther Gordillo es rememorada por Rock, quien recopiló la frase de la chiapaneca en el momento de su captura: “Estos jóvenes (…) ¿Cuál es la necesidad de esto? (…) ¡Qué barbaridad!”.

Al interior de Los Pinos existió una enorme influencia, no solamente la de Luis Videgaray, se trató de Humberto Castillejos, el asesor jurídico que se dedicó a cabildear ante el Congreso distintos temas.

Lo ocurrido en la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Electorales (FEPADE) con la caída de Santiago Nieto, acusado de violar la confidencialidad de la institución.

Gran parte del libro está dedicado a hablar de corrupción, que pueden considerarse el tema que derrumbó el gobierno peñanietisto. El programa Cruzada contra el Hambre fue producto de hechos de desvío de recursos en los que se vio involucrada Rosario Robles.

Roberto Rock sugiere que Peña Nieto “rozaba el cielo”. Apenas asumió la Presidencia, el mexiquense ya tenía el Pacto por México, una serie de reformas que llamó estructurales y por las cuales fue aplaudido a nivel internacional.

Pero el gusto duró poco: Ayotzinapa fue el inicio del derrumbe.

Hasta los empresarios marcaron distancia, sobre todo cuando el secretario de Hacienda no tomaba siquiera las llamadas.

Luis Videgary Caso fue uno de los grandes operadores descrito por el autor como el poder por el poder, al que ni la visita de Trump a México, siendo el estadounidense precandidato presidencial, pudo tumbar.

***Con permiso de la editorial se reproducen estos capítulos.