Washington.— Cesar Altieri Sayoc Jr., nacido en Brooklyn, Nueva York, hace 56 años, pero residente en Florida desde la década de 1980, no es un desconocido de la justicia de EU. El acusado de perpetrar la oleada de paquetes bomba dirigido a críticos del presidente Donald Trump y objetivo de los ataques de la ultraderecha estadounidense tenía un largo historial criminal, incluida una amenaza de bomba en 2002.
Entre sus delitos se incluye posesión de drogas, agresión y robo. Hay registros de una denuncia —luego retirada— por maltratos a mediados de la década de 1990.
Pese a tener a su nombre dos empresas, su situación financiera es pésima. Sin hogar y en bancarrota, arruinado por completo, según la cadena CNN, incluso fue expulsado de casa de sus padres y vivía en la camioneta blanca en la que fue arrestado. Ese vehículo era el testigo de otras de sus dos pasiones: el futbol —jugó en una universidad de Carolina del Norte, donde no se graduó— y, especialmente, Trump.
Culturista amateur, promotor de modelos masculinos y autoproclamado nativo-americano de la tribu Seminole, Sayoc, de ascendencia filipina, abrazó el trumpismo en su forma más radical.
Su vehículo está empapelado de memes e imágenes del presidente y todo lo relacionado con el Partido Republicano. En sus redes eran constantes los ataques racistas e insultos contra figuras del Partido Demócrata, el ex presidente Barack Obama y contra George Soros, uno de los destinatarios de los paquetes bomba.
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