Washington.— El presidente Andrés Manuel López Obrador sostendrá este miércoles su primer encuentro presencial con su homólogo de Estados Unidos, Donald Trump, en medio de la contienda electoral en la que el republicano busca mantenerse en la Casa Blanca.

La reunión se da también en el contexto de la negativa del primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, a asistir al encuentro, así como de opiniones de legisladores demócratas y grupos migrantes en contra de la visita a la Unión Americana.

Aunque López Obrador en sus discursos y conferencias destaca a los migrantes mexicanos, a quienes llama “los héroes vivientes”, porque durante la pandemia de Covid-19 no dejaron de enviar remesas a México, no se reunirá con ellos.

Ayer la Casa Blanca estaba cercada con vallas metálicas, elementos del Servicio Secreto, policías y grupos de manifestantes contra el racismo en esta capital.

El ambiente lo pusieron los connacionales de diversas entidades, quienes fueron a la sede de la Embajada de México en Washington para expresar su apoyo y con la esperanza de saludar el Presidente de Mexico, pero éste nunca llegó.

A la avenida Pensilvania, en una ciudad semidesierta, los paisanos llegaron con máscaras, banderas tricolores, cartulinas y con el tradicional grito de: “Es un honor estar con Obrador”.

“Yo le quiero mandar un saludo a López Obrador y que por favor haga mención de Vanessa Guillén, soldado de familia mexicana, por favor que no se olvide de los paisanos”, dice Mariana, de Arlington, Virginia.

Protegido por el servicio secreto

A su llegada a Washington, tras siete horas de vuelo con una escala en Atlanta, desde donde la seguridad del Mandatario mexicano estuvo a cargo del Servicio Secreto estadounidense, el Presidente fue recibido por los embajadores de México en Washington, Martha Bárcena, y de Estados Unidos en México, Christopher Landau.

En Atlanta, un agente de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) subió al avión en el que viajaba el Titular del Ejecutivo para priorizar su descenso. El capitán pidió a los pasajeros que se sentaran en sus lugares mientras López Obrador y su comitiva bajaban de la aeronave.

La visita del Mandatario mexicano tendrá un formato muy diferente a la de sus antecesores.

En su última gira a Estados Unidos, el expresidente Enrique Peña Nieto fue recibido en la base militar Andrews, donde le dieron la bienvenida las autoridades en una ceremonia con alfombra roja y honores por parte de las Fuerzas Armadas estadounidenses.

A diferencia de sus antecesores que viajaban con grandes comitivas, el Mandatario mexicano sólo va acompañado del canciller Marcelo Ebrard; el jefe de la Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo; la secretaria de Economía, Graciela Márquez y el jefe de la Ayudantía, Daniel Asaf.

Además van el director General para América del Norte de la SRE, Roberto Velasco Álvarez; así como el jefe de Cancillería y el agregado de la Secretaría de Economía en la Embajada de México en Washington, Alfredo Miranda Ortiz, y Gerardo Lameda Díaz Pérez, respectivamente.

El presidente López Obrador no dormirá en la Casa Blair, como acostumbran los jefes de Estado invitados por la Casa Blanca, sino que decidió pernoctar en territorio mexicano, en la residencia oficial de México en Washington, también resguardada por el Servicio Secreto.

Evitará la confrontación

Antes de viajar, en su conferencia de prensa diaria en la Ciudad de México, López Obrador dijo que a Estados Unidos no va en un plan de confrontación, sino de buscar convencer, buscar el entendimiento y el diálogo, como lo ha hecho en todos los casos. “Vamos a buscar que se mantenga una buena relación con el gobierno de Estados Unidos”, dijo.

Previo a su viaje, el Presidente insistió en que el tema principal de su visita es el T-MEC que entró en vigor el 1 de julio pasado, aunque reconoció que existen muchos asuntos en la agenda bilateral.

“Nos importa mucho la reactivación de la economía y también vamos a expresar nuestro beneplácito, porque las relaciones entre el gobierno de México y Estados Unidos se han llevado en términos de respeto, hay una muy buena relación, de cooperación, de amistad, pero el tema básico es el del tratado. Desde luego hay expectativas sobre otros asuntos, seguramente se van a abordar en las reuniones de trabajo, vamos a platicar de todo, pero el tema, insisto, fundamental, es el tratado y a eso vamos, básicamente”.

Señaló que los temas de la cooperación por la pandemia del Covid-19 y la candidatura de México para encabezar la Organización Mundial de Comercio serán abordados con su homólogo estadounidense.

Itinerario

La agenda oficial comenzará este miércoles por la mañana con dos actos en los que el presidente López Obrador depositará una ofrenda, primero ante el monumento a Abraham Lincoln y luego en el monumento al Benemérito de las Américas, Benito Juárez.

A las 14:00 horas tiempo local el presidente López Obrador se trasladará a la Casa Blanca, en donde después de los saludos protocolarios, presentación de comitivas y firma del Libro de Invitados, sostendrá un encuentro privado con su homólogo estadounidense.

Al término de este primer encuentro se celebrará una segunda reunión entre ambos mandatarios con sus respectivas comitivas.

Se prevé que los jefes de Estado ofrezcan una declaración conjunta, en la cual no aceptarán preguntas.

La agenda de trabajo terminará con una cena que ofrece el presidente Trump en honor a su homólogo López Obrador y a su comitiva, así como a un grupo de empresarios de ambos países, entre ellos el ingeniero Carlos Slim, Carlos Bremer, de Grupo Financiero Value; Daniel Chávez Morán, de Grupo Vidanta; Bernardo Gómez, de Grupo Televisa; Francisco González Sánchez, de Grupo Multimedios.

Así como Patricia Armendáriz Guerra, de Financiera Sustentable; Carlos Hank González, de Grupo Banorte; Miguel Rincón Arredondo, de Bio Pappel; Ricardo Salinas Pliego, de Grupo Salinas; Marcos Shabot Zonana, de Arquitectura y Construcción, y Olegario Vázquez Aldir, de Grupo Empresarial Ángeles.

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