Washington.— El presidente Donald Trump y un demócrata de alto rango de la Cámara de Representantes presionaron ayer al fiscal general de Estados Unidos, William Barr, por el reporte de Robert Mueller, al presentarle nuevas demandas después de una dura semana para el jefe del Departamento de Justicia.
Trump dijo que dependerá de Barr decidir si el fiscal especial Mueller, autor del reporte sobre la intervención de Rusia en la elección presidencial estadounidense de 2016, presta testimonio ante la Comisión Judicial del Senado, que quiere hacerle preguntas.
Más temprano, el presidente de la Comisión Judicial de la Cámara de Representantes, Jerrold Nadler, fijó el próximo lunes como fecha límite para que Barr responda a la petición del Congreso. Nadler indicó que se trata de su única oferta antes de proceder a considerar a Barr en desacato al Congreso por no responder a la citación. Además, el responsable demócrata pidió a Barr que reconsidere su decisión de no permitir al Congreso acceder a una versión sin censurar del informe.
En la Casa Blanca, periodistas le preguntaron a Trump si permitiría que Mueller testifique ante el panel del Senado. El presidente respondió: “Eso depende de nuestro fiscal general”. Barr, quien fue nombrado por Trump, testificó el pasado miércoles durante cuatro horas ante la Comisión Judicial del Senado. La misma comisión ahora quiere hablar con Mueller.
El presidente de la Comisión Judicial del Senado, el republicano Lindsey Graham, le escribió a Mueller para preguntarle si quiere presentarse ante el panel a discutir cualquier inexactitud en que pudo haber incurrido Barr.
También se informó que Trump habló ayer con el mandatario ruso, Vladimir Putin, acerca del informe Mueller, “muy, muy brevemente”.