Expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) señalaron hoy que el abandono de los cubrebocas obligatorios en un país no sólo depende del nivel de vacunación contra Covid-19 que haya alcanzado, en respuesta a la decisión en Estados Unidos de permitir a los ya vacunados que dejen de usarlas.
"Con altos porcentajes de vacunación se deberían tener bajos niveles de contagios comunitarios, pero hay un periodo de transición mientras aumentan las inmunizaciones y se reduce la transmisión", señaló al respecto el director de Emergencias Sanitarias de la OMS , Mike Ryan, en rueda de prensa.
Aunque no criticó directamente la medida en Estados Unidos, el experto irlandés subrayó que "mantener medidas de seguridad pública mientras se vacuna lo más posible coloca a los países en mejor posición de que puedan decir a sus ciudadanos que ya no tienen que llevar cubrebocas".
"Cada país debe considerar las dos variables, cobertura sanitaria e incidencia local, a la hora de cambiar las medidas", resumió el asesor de la OMS para la Covid-19, Bruce Aylward.
La jefa de la célula técnica anticovid de la OMS, María Van Kerkhove, añadió que no siempre se ha necesitado llegar a altos porcentajes de vacunación para abandonar los cubrebocas si la transmisión en un país ya es antes baja, y puso el ejemplo de naciones como Australia o Nueva Zelanda.
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Nuevas recomendaciones de las autoridades federales estadounidenses emitidas este jueves indican que la población completamente vacunada en e l país contra la Covid-19 puede ir ya sin cubrebocas la mayoría del tiempo, incluso en espacios cerrados o con un grupo numeroso de gente.
La población completamente vacunada en Estados Unidos contra Covid-19 puede ir ya sin cubrebocas la mayoría del tiempo, incluso si está en espacios cerrados o con un grupo numeroso de gente, según nuevas recomendaciones de las autoridades federales.
"Hoy es un gran día para Estados Unidos y para nuestra batalla contra el coronavirus ", proclamó el presidente estadounidense, Joe Biden, en una declaración a la prensa en la rosaleda de la Casa Blanca tras conocerse dichas recomendaciones, emitidas por los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés).
El cambio de reglas de los CDC acerca a Estados Unidos la vuelta a la normalidad, aunque se sigue recomendando llevar cubrebocas en medios de transporte y algunos lugares donde el contagio puede ser más fácil o poner en riesgo a poblaciones vulnerables.
En concreto, las personas vacunadas deberán usar tapabocas y guardar una distancia de seguridad cuando van al hospital, a la consulta del médico o a instalaciones dedicadas al cuidado médico a largo plazo, como las residencias de ancianos o los centros para personas con discapacidad.
También deberán seguir extremando las precauciones cuando viajen en autobús, avión, tren u otros modos de transporte colectivo, así como cuando estén en aeropuertos o estaciones de autobuses.
Los CDC también recomiendan llevar tapabocas en prisiones y albergues para personas sin hogar.
Las nuevas directrices son, en palabras de Biden, un "hito" que ha sido posible gracias al trabajo de científicos, médicos, enfermeros, farmacéuticos y autoridades locales.
El mandatario, además, destacó el coraje que el pueblo estadounidense ha mostrado durante el año de pandemia y le agradeció que haya cumplido con su "deber patriótico" de vacunarse.
Para justificar el cambio de reglas en el uso de cubrebocas, Biden apuntó al acelerado ritmo de vacunación del país, así como a la eficacia de las vacunas y el descenso en el número de contagios, hospitalizaciones y muertes.
Asimismo, Biden pidió a aquellos que no están vacunados que mantengan sus cubrebocas para protegerse del virus.
El presidente estadounidense también reconoció la polarización política que los cubrebocas han creado en la sociedad estadounidense y pidió a sus conciudadanos que sean "pacientes" los unos con los otros.
"Habrá gente que se sienta más cómoda con un cubrebocas. Así que si ven a alguien con un cubrebocas, por favor, trátenles con amabilidad y respeto. Hemos tenido demasiado conflicto, demasiada amargura, demasiada ira, demasiada polarización en este tema de llevar cubrebocas. Dejémoslo ya", pidió Biden.
La división sobre el uso de cubrebocas fue alimentada en parte por el expresidente Donald Trump, que durante mucho tiempo rechazó llevarla pese al consenso científico sobre su eficacia.
De esa forma, los estadounidenses más conservadores, incluidos algunos legisladores, se negaron a llevar tapabocas por motivos políticos al considerar que se estaba coartando la libertad. Entretanto, los demócratas y los estadounidenses más progresistas presionaron para que se hiciera obligatorio su uso por el bien común.
Las normas de los CDC han servido de guía para los estados y empresas de Estados Unidos durante la pandemia.
Biden recordó que los CDC no hacen cumplir sus normas por la fuerza, sino que serán las autoridades estatales y locales las que tengan la última palabra, ya que ellas tienen las competencias de salud.
lsm