California

, considerada la quinta economía más grande del mundo y punta de lanza de la lucha contra el calentamiento global se comprometió oficialmente el lunes a generar una energía "100% limpia" para el año 2045 , en un gesto que desafía al presidente Donald Trump, escéptico del cambio climático.

"Con esta ley California está en camino de cumplir con los objetivos del acuerdo de París e incluso ir más allá", dijo el gobernador demócrata del estado, Jerry Brown, antes de firmar la ley aprobada por los legisladores californianos.

"No será fácil, no será inmediato, pero debe hacerse", subrayó.

Hasta ahora en Estados Unidos solo el archipiélago de Hawái, directamente amenazado por el aumento de las aguas del Pacífico provocado por el calentamiento global, había adoptado una política voluntarista.

Una veintena de países han tomado medidas similares, pero ninguno tiene la envergadura económica o el peso político de California, el estado más poblado de Estados Unidos, con 40 millones de habitantes.

"California, en tanto una de las economías más prósperas, pasa al ataque en materia de cambio climático. Espero que también Francia y Alemania se muestren más ambiciosas, porque todos debemos hacer más cosas", dijo Jerry Brown a AFP.

"No hay palabras para explicar la importancia de que un estado tan grande e influyente como California se comprometa con una energía limpia 100%", afirmó Michael Brune, director del Sierra Club, una de las organizaciones ambientalistas más antiguas de Estados Unidos.

A nivel federal, la administración republicana del presidente Donald Trump se retiró oficialmente el año pasado del acuerdo de París firmado en 2016 por su predecesor Barack Obama.

Este acuerdo tiene como objetivo limitar el aumento de la temperatura atmosférica por debajo de 2°C con respecto a la era preindustrial, con el fin de evitar catástrofes climáticas a gran escala.

Para lograrlo, los científicos creen que las actividades humanas deben alcanzar un "balance neutro de carbono" para 2050.

Bajo la influencia del demócrata Jerry Brown, promotor de las energías renovables desde su primer mandato como gobernador en la década de 1970, respaldado por otros 16 estados y ciudades estadounidenses, incluidas Washington y Nueva York, California se convirtió en abanderado de la lucha contra el calentamiento global. Y decidió reducir a cualquier precio las emisiones de gases de efecto invernadero.

La ley adoptada por el Legislativo local estipula que toda la electricidad que se distribuya por la red estatal tendrá un "balance neutro de carbono" para el año 2045. Además, el 50% de la producción eléctrica del estado tendrá que provenir de fuentes de energía renovables (solar, eólica, geotérmica, etc.) para 2025, y 60% para 2030.

El resto de la producción de energía también podrá ser proporcionada por otras fuentes, siempre que no emitan gases de efecto invernadero hacia la atmósfera (centrales nucleares, centrales de gas con sistemas de recuperación del CO2 emitido, etcétera).

Según los expertos, la energía solar y eólica representa el 8% de la producción de electricidad en Estados Unidos, y casi el 20% en California.

"California siempre estará a la vanguardia de la lucha contra el cambio climático, sin importar quién esté en la Casa Blanca", dijo el senador estatal Kevin de León, quien presentó esta innovadora ley.

Además de proteger el medio ambiente, la ley también "impulsará la economía" de California y "creará decenas de miles de puestos de trabajo". "Ya hay diez veces más empleos en este sector en California que en la explotación de las minas de carbón en todo Estados Unidos", agregó De León.

La generación de electricidad representa en la actualidad 16% de las emisiones de gases de efecto invernadero de California.

lsm

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