Naucalpan, Méx.— Vivir junto al río Hondo no sólo es acostumbrarse a la peste y a las moscas, al olor putrefacto de toneladas de basura, es mantener el equilibrio de caminar, jugar y lavar la ropa en un serpenteado pasillo de medio metro de ancho donde conviven mascotas, niños y familias que, además, están alertas ante el riesgo de desbordamiento de este caudal de aguas negras, que podría volver a conducir agua limpia.

Hondo fue asentamiento de la cultura Tlatilca hace más de 3 mil años y hay vestigios de la presencia del hombre prehistórico y de mamuts que habitaron en esta cuenca de llanuras aluviales fértiles hace 14 mil años, apuntó el arqueólogo Francisco Mayén Anguiano.

No obstante, el río se convirtió en una cloaca lineal de 17 kilómetros, que nace en el municipio de Huixquilucan y cruza por comunidades de Naucalpan, recibiendo las aguas de drenaje en colonias como Buena Vista, Benito Juárez, La Cañada y Zomeyucan, Jardines del Molino, El Molino y El Conde, entre otros, los cuales se verán beneficiados por la remediación de Hondo, anticipó Ricardo Gudiño, titular de OAPAS.

Limpiar y rescatar el río Hondo para que sólo lleve agua de lluvia y de manantiales es uno de los objetivos de la firma de convenio entre el Banco de Desarrollo Holandés (FMO) y el Organismo de Agua Potable Alcantarillado y Saneamiento de Naucalpan, proyecto que necesita 900 millones de pesos de inversión privada, federal y municipal, agregó Gudiño Morales.

“La semana antepasada firmamos con el FMO, nos iba a pagar el proyecto ejecutivo y de ingeniería primaria en 50%, [y ya] al venir a trabajar con nosotros, revisar las condiciones económicas, ver el beneficio social y ambiental, ellos [darían] 100%”, que tiene un costo de medio millón de dólares —10 millones de pesos, dijo Gudiño.

Concluido el proyecto, “lanzaríamos la licitación internacional (...) Vamos a tender colectores marginales a lo largo del río y vamos a poner cuatro plantas de tratamiento, dos que vendrán en los colectores marginales izquierdo y derecho, uno más en el río de El Molino y otro en el Toltolinga”, explicó.

Son 17 kilómetros del río Hondo, que actualmente lleva aguas negras pestilentes de drenaje, en torno al que viven cerca de 600 mil personas, 60% de la población de Naucalpan, que resultarían beneficiadas con este saneamiento, apuntó.

—¿Convertirán una cloaca en un río con agua limpia?

—Un río con agua tratada, la diferencia de lo que es hoy; será un cambio total —respondió Gudiño.

A más tardar el próximo año el titular de OAPAS planea estar firmando la licitación para iniciar la obra y, en diciembre de 2021, estar “entregando ya las primeras plantas ya trabajando”, aseguró.

“Será un proyecto que dejaremos terminado y encaminado, porque el proyecto va más allá”. Para limpiar el río se necesitan más de 900 millones de pesos, 51% con recursos privados y 35% con federales, el resto, municipales. A la iniciativa privada le interesa porque puede comercializar agua tratada, dijo.

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