Luego de 19 meses, la calle República de Cuba, en el Centro Histórico, está abierta y libre para los peatones y vehículos, después de que la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) y la fiscalía capitalina recuperaran el inmueble de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) que estaba ocupado por un grupo de feminista llamado Okupa.

En un recorrido realizado por EL UNIVERSAL se pudo observar que hay más de 10 elementos de la SSC resguardando el acceso principal del edificio de la CNDH, y otra docena en la esquina de Ignacio Allende, así como en la calle de República de Chile; en total hay cerca de 35 elementos.

No obstante, y pese a la presencia de los uniformados, el tránsito vehicular está permitido en la calle República de Cuba, pero ningún automóvil puede quedarse estacionado, ya que los policías ordenan moverse del lugar lo más rápido posible.

Además, el paso peatonal en ambas banquetas de la zona está permitido, toda vez que ya no hay vallas ni bloqueos, por lo que los transeúntes pueden caminar libremente, incluso, a un lado del inmueble que estaba ocupado desde septiembre de 2020 por feministas.

Mauricio, vecino y dueño de un estacionamiento que está a un lado del inmueble recuperado este viernes, comentó que al estar cerrada la calle por el grupo feminista tuvieron pérdidas económicas por casi dos años, lo mismo que otros locatarios de la zona, incluso, dice, las mujeres cobraban por transitar caminando o en automóvil.

“Salían a botear, pero en realidad tenías que dar de 10 a 15 pesos para pasar, y si no lo hacías eran agresivas, pero pues ellas nos afectaban y aun así nos cobraban, nunca tuvimos problemas, pero qué bueno que ya las desalojaron”, dijo y añadió que preferían cerrar su negocio por miedo a una agresión.

En ese sentido, vecinos del lugar comentaron que el grupo de feministas Okupa luego realizaba presuntas fiestas y tomaban bebidas alcohólicas, ya que había ruido al exterior, pero que nunca pudieron confirmarlo, pero “sí olía a marihuana”.

“Sólo puedo decir qué bueno que se fueron, ya era mucho desmadre, ya hasta los hoteles de esta calle iban a cerrar, las tienditas no vendían, mucho caos, la verdad sí olía a marihuana, y había tipo fiestas y con cervezas, pero pues no hay pruebas y con eso las hubieran sacado antes”, aseguró uno de los vecinos de la zona.

Mientras tanto, Erik, trabajador del estacionamiento que se encuentra frente al inmueble de la CNDH, sostuvo que los conductores y clientes de “siempre” prefirieron ir a otros lugares de aparcamiento por temor a que sus autos sufrieran un daño.

“Más de 50% de los clientes nos dejaron de visitar y era complicado, ya que todos los días o por la tarde las mujeres salían a pedir dinero, entiendo, pues de algo tenían que vivir, pero es injusto que por más de dos años no nos dejaron trabajar bien, ahora espero que ya se regularice el trabajo”, señaló.

El viernes 15 de abril, la SSC y de la fiscalía local irrumpieron en las instalaciones, luego de la difusión de un video en el que tres mujeres destrozaban el auto de una profesora.

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